Y un día el cuento acabo.

El primer amor no siempre es el mejor.

Una hermosa familia, ¿qué podría salir mal?

Bueno, la curiosidad de un niño era demasiada y por desgracia, el suyo era 10 veces más de lo un niño promedio.

Toshinori: ¡Mamá!

Estaba en la cocina preparando la cena pues, su esposo le tocó esta semana ir a trabajar mientras que ella se encargaba de la casa, la próxima semana iba a ser lo contrario pues así era su sistema.

Miraba por la ventana, extrañaba a su padre, aún recordaba cuando lo vio por última vez, siempre lo tuvo cerca pero al mismo tiempo tan lejos estaban.

Era irónico pero así era, pues los secretos en la familia siempre estaban, y en su familia eran varios que obligaron a la joven a muchas cosas.

Pero fuera de eso, cuando escucho la voz emocionada de su hijo, se detuvo en sus recuerdos para así, ver a su hijo quien venía emocionado.

De cabello negro como el de ella pero rizado y de la misma forma como el de su padre, con esas lindas pecas en su rostro pero con los ojos de ella, era muy activo, era más parecido a su padre que a ella.

Momo: ¿Qué pasa hijo?

El niño la jalo el mandil para que le diera toda su atención y alegre se inclino frente a él.

Momo: Ya tienes mi atención.

Toshinori: Mira lo que encontré.

El niño le mostró una foto, una que trajo felices y tristes recuerdos a la madre.

Momo: ¿Dónde encontraste eso?

Sonaba seria y es que en verdad lo estaba, pues esa foto era un recuerdo de ella y lo había ocultado bien.

Toshinori: Estaba jugando pero, tire un estante con libros y de uno de ellos salió esa foto.

El niño bajo la mirada triste pues sabía que su madre no le gustaba que se metiera en sus cosas.

Momo: Solo ten más cuidado, no está bien meterse en el cuarto de tu padre y mío así sin permiso.

Toshinori: Perdón mamá.

Momo: Solo no lo vuelvas a hacer, está mal invadir así nuestra habitación.

Toshinori: Si mamá.

Cuidadosamente tomo la barbilla de su hijo para levantarle el rostro amablemente.

Momo: No te pongas triste, solo que debes aprender, eso es todo.

Toshinori: Si mamá.

Le dedico una sonrisa ligera a su hijo quien le sonrió.

Momo: ¿Podrías repetirme tu pregunta?

Toshinori: ¿Qué es esta foto?

Miro la foto, era cuando el cuento comenzó.

Momo: ¿Sabes quién es ella?

Toshinori: Si, es la heroína Uravity.

Momo: En ese entonces ya estaba por salir de la academia.

Toshinori: Ya veo pero, ¿por qué están las dos juntas?

Eso dibujo una sonrisa amarga a la madre quien tomo la foto.

Momo: No creo que estés listo para esa historia.

Toshinori: Claro que sí.

Orgulloso puso sus manos sobre sus caderas mientras mantenía una hermosa sonrisa.

Toshinori: Porque ya soy un niño grande.

Cuando abrió los ojos su madre estaba en un estante sacando un condimento.