Dolor Y Amor OneShots {Camus X Milo}

Tú Falsa Sonrisa

Casa de Escorpio.

Milo estaba preparado, hoy era día de la fiesta de cumpleaños de Camus y le daría una carta, dónde le declararía su amor al santo de Acuario nesesitaba saber si su amor tenía una minima oportunidad de ser, así lo decidió. Además que ya llevaba tiempo tratando de llamar su atención, siguiéndolo y ayudándolo en lo que podía. Esperó que sé diera la noche y cuando llegó la hora fue a dársela, claro que no sé espero que DM y Aioria se la quitarán de las manos y se pusieran a leerla enfrente de todos en él santuario, y al terminar de leerla se la pasaron a Camus que estaba serio.

Aioria: ¿Entonces que dices Camus, aceptás su declaración de amor? - le pregunto mientras que Milo trató de acercarse al acuariano.

Milo: escuchá Camus yo...

Camus: ¿Ésto es encerio Milo? - preguntó serio.

Milo: jamás quise que fuera así, yo quería decírtelo en privado pero...

Camus: Jamás te pusiste a pensar en que podría pensar al recibir tú carta, Milo, quiero que sepas que odió a la gente insistente cómo tú. Y quieres saber mí respuesta, es un No. Porque yo ¡Te odió! - le gritó molesto dándole la espalda.

Todo sé quedó en silencio por un momento y Mü se preguntaba ¿porque lo trataba así? Milo no le había hecho nada, Camus se volvió a voltear, sólo para darse cuenta de las lágrimas que se desbordaban por las mejillas del menor, mientras seguía sonriendo ¿Porque?.

Milo: ¿Así que me odias? - susurró con gran pesar.

Camus: Milo yo... - dijo sintiéndose culpable por hacer llorar al menor, ahora sí se había pasado.

Milo: bueno, que se le va a hacer, no importa, tranquilo, ya no voy a volver a molestarte jamás - dijo se dió la vuelta y se fue corriendo de allí.

Mü: ¡Milo espera! - le gritó siguiéndolo, pero antes de eso, regreso tomó una bebida y se la hecho en la cabeza a Aioria y después lo siguió.

Afrodita: Camus, si no te agradaba pudiste decírselo a solas, ¿Cuál es tú afán por humillarlo?, ¿que daño te ah hecho? Y tú DM, me siento decepcionado de tí - dijo y se fué también.

Aldebarán: iré a buscar a Milo - dijo y sé fué.

Todos estaban murmurando mientras que Camus sólo se dió vuelta y sé fué a su habitación, por esos motivos era que él prefería estar sólo.

Minutos después...

En Escorpio.

Milo estaba sentado en él sillón, a su lado Mü quien se encontraba llorando cosa que a Milo le dió gracia.

Milo: oye tranquilo Mü, se supone que yo sería él que tendría que estar llorando no tú... - dijo para calmarlo.

Mü: es que, eres un estúpido Milo, idiota, idiota, idiota... Promete que te olvidarás de acuario y nunca le volverás a hablar, prometerlo oh sí no ya no seremos amigos...

Milo: bueno ya que lo pones así... - dijo sonriendo, pero derrepente le vino un dolor muy fuerte en él pecho cosa que lo hizo quejarse - ¡Ay!...  - pasó una mano a su pecho.

Mü: ¿Qué pasa?...

Milo: nada, nada, sólo un ligero dolor en él pecho, ya se me pasará...

Mü: ¿Encerio? - Milo asíntio - lo mejor será que te vayas a revisar al médico, ya llevas algunos días así.

Milo: no hay porque preocuparse...

Mü: ve a revisarte al médico mañana, oh le digo a la señorita Athena que te revise ella misma...

Milo: muy bien, muy bien iré...

Mü; bien, ¿Vamos a ver una película?

Milo: ¿Con Aldebarán?

Aldebarán: me llamaban - dijo apareciendo.

Milo: ¿Que tal si nos invitas a ver una película?

Aldebarán: bien, subanse a mi espalda por favor - los más pequeños se subieron - bien vámonos... - dijo y se los llevo.

Tres meses después...

"Me temo decirle que no le tengo buenas noticias, joven"

Esas palabras rondaban su cabeza desde hace dos meses y tres semanas

"Tiene él tiempo contado"

– suspiro con cansancio –

¿Qué había hecho para merecer esto? Él quien había tratado de hacer todo lo posible por ver a las personas que aprecia feliz, pero bueno era tiempo, no le había contado aquello a nadie, era su secreto él cuál le dolía y un montón. Ahora estaba en la sala de aquél hospital, esperando su turno para ir por su tratamiento para alargar un poco su tiempo en sus manos traía un pequeño cuaderno, con el cuál escribía cómo era cada uno de sus días conviviendo con ese secreto, lo dejo por un momento en otro asiento y escuchó que ya le tocaba se levantó y fue olvidando allí su cuaderno, se dió cuenta que no lo traía consigo al final de su consulta, así que corrió en dirección a la sala dónde estuvo sentado.

Milo: disculpe, eso es mío - le dijo con algo de pena a aquel joven.

Xx: lo siento - le dijo dándose lo.

Milo: gracias, aunque, ¿Haz leído algo?.

Xx: - negó -

Milo: es que, este cuaderno se a convertido en mí única compañía, desde que me detectaron esa enfermedad en él corazón, me dieron un año, si bien me va dos, ya que me dijieron que en cualquier momento mí corazón podría fallar - dijo triste.

Xx: que pena...

Milo: ¿Eh?, ¿Eso es lo único que dirás? - él joven lo veía con confusión - es que por lo menos esperaba unas palabras de apoyo oh un "que lastima que un joven tan hermoso se vaya" ¿encerio no me dirás nada más?

Xx: pues no... - dijo simple.

Milo: jajajaja... - él joven sólo lo veía - perdona, perdona, es que... Encerio me causa mucha gracia.

Xx: pues te deseo suerte - dijo se dió la vuelta y se fue, Milo lo volteó a ver con una sonrisa, ya sabía que haría en sus últimos días.

Continuará...