El aire acondicionado del 6to piso de la torre de oficinas se apagó alrededor de las 11 de la mañana de ese día de verano. Los cuerpos de los empleados envueltos en finos trajes comenzaron a sudar y el humor de cada uno de ellos se tornó irritante.
Jungkook aflojó el nudo de la corbata que le asfixiaba el cuello y limpió unas gotas de sudor que bajaban por su nuca. A pesar del calor, estaba intentando concentrarse en el papeleo que tenía sobre su escritorio.
Su jefe lo había reprendido frente a sus compañeros en la reunión de esa mañana por no tener listo uno de los reportes del nuevo proyecto petrolero en el que estaban trabajando, y Y sí, el hombre tenía razón, había sido su culpa, pero era tanta la carga de trabajo que tenía encima que simplemente lo olvidó.
Así que ahí estaba de nuevo, intentando como todos los días, ponerse al corriente.
Se puso de pie para abrir la puerta de cristal de su pequeño cubículo, para ver si así circulaba un poco de aire fresco dentro de esa oficina, cuando lo sintió.
Y no solo él, todo el personal del edificio lo hizo.
Una breve pero brusca sacudida removió el edificio desde sus cimientos.
Se encogió en su lugar sin moverse y un escalofrío le recorrió la espalda. Permaneció inmóvil en su sitio, observando a través de las paredes de cristal de su cubículo y pudo observar a todos sus compañeros de trabajo con la misma expresión en el rostro, con los ojos grandes y los hombros tensos.
Al no sentir otro movimiento, se apresuró a la puerta. Las voces, risas y suspiros se hicieron presentes en el lugar, aliviados porque el susto ya había pasado.
Pero oh, que equivocados estaban...
Recuperándose del susto, regresó a su silla frente al escritorio. Tomó otro de los papeles en sus manos para leerlo cuando el agudo sonido de la alarma antisísmica le hizo vibrar dolorosamente los tímpanos, para justo después sentir las sacudidas de nuevo y los gritos se hicieron presentes, ignorando todas las indicaciones y medidas de seguridad que año tras año les recordaban en el simulacro.
Mantener la calma era lo principal, intentaba repetirse Jungkook.
Se dirigió a paso rápido fuera de su cubículo y hacia las escaleras del edificio. No podían utilizar los elevadores por obvias razones. El reducido espacio de las escaleras estaba repleto de personas intentando salir del lugar, tanto de su piso como de los superiores.
Se estaba impacientando, pero no quería que el pánico se apoderada de él. Avanzaba lento entre sus compañeros cuando llegó el tercero.
La vibración hizo que todo el mundo se agachara en sus sitios. Esta vez había durado un poco más y la fuerza de las sacudidas del edificio fueron más violentas.
La electricidad se fue sin previo aviso y ahora se alegraba de que nadie hubiese intentado utilizar el elevador. Las personas comenzaron a empujarse buscando salir de ahí aprisa. Cabe destacar que Jungkook tampoco quería permanecer ahí, por lo que los siguió al mismo ritmo impaciente.
Había logrado bajar unos cuantos pisos cuando una nueva y violenta sacudida los hizo perder el equilibrio. Agradeció en ese momento trabajar en aquella empresa, porque el edificio estaba muy bien construido, y estaba realmente aliviado, porque esa sacudida había sido horrible y ellos seguían con vida.
Esta vez sí sintió el pecho apretársele fuerte.
Tenía los ojos muy abiertos e intentaba concentrarse y pensar lo más cuerdamente posible cuando por fin dio un paso fuera del edificio, pero entonces no creyó lo que veían sus ojos.
- ¡Miren arriba! - Escuchó el grito de una mujer. - ¿Qué es eso?
Cientos de voces muertas de miedo se apoderaron del lugar y el caos comenzó.
Sus ojos le mostraban algo, pero su cabeza no daba crédito a la imagen que tenía delante.
¿La luna?
A plena mitad del día, cuando se supone que el sol debería estar reinando sobre todo, ahí arriba en el cielo, podía ver el blanco orbe, pero... ¿Qué era eso a su alrededor?
La luna estaba siendo rodeada por una enorme formación de rocas que, parecían pequeñas, estando a 384, 400 km de distancia y era más que obvio que eso no era normal. Intentó comprender y dar una explicación a lo que su vista le mostraba, pero no lo consiguió.
Un nuevo sismo llegó, y el miedo se apoderó de todo su cuerpo, porque las vibraciones se prolongaron más tiempo del que alguien hubiese pensado, sacudiendo todo a su paso y haciéndolos perder el equilibrio.
Cayó de rodillas en el asfalto, los oídos le zumbaban y dolían por las incesantes alarmas, mas todo se nubló cuando una fuerte explosión retumbó con fuerza, con un sonido desgarrador y mortífero.
Se encogió en el suelo junto a sus compañeros y pudieron observar la destrucción a escasos metros de distancia. Un edificio cayendo por completo frente a ellos, haciéndose añicos y arrasando todo a su alrededor.
Una enorme nube de polvo inundó el lugar, picándoles la garganta y haciéndolos toser. El aire se sentía como pimienta en sus vías respiratorias, viciado y corrompido.
Y no pudo escuchar nada más que no fuere ese zumbido en su cabeza.
Se llevó una mano a la nariz y boca, y con la otra intentó cubrirse la cabeza, como si con eso consiguiera algo, y ahí encogido y muerto de miedo, en lo único en lo que pudo pensar fue en una persona.
Taehyung.
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Contigo, hasta el fin del mundo - TAEKOOK
Fanfiction- Si se acaba el mundo... quiero estar contigo, Kookie. - Si se acaba el mundo, prometo hacer hasta lo imposible por estar contigo, Kim Taehyung. - ¿Me lo prometes? - Te lo prometo, bebé. Jungkook jamás creyó que eso debía pasar para volverlo a ver...