Evil Rose [Nueva Versión]

🌹CAPÍTULO 1🌹

La vida es un ciclo compuesto por subidas y bajadas, es como una especie de noria en donde comienzas desde lo más bajo, sin conocer nada de lo que te depara el destino. A medida que pasa el tiempo vas descubriendo nuevos horizontes y escalando hacia la punta más alta, hacia el éxito.

Y entonces, en ese momento de gloria que dura a penas un mísero segundo, todo se viene abajo, poco a poco vuelves a descender hacia donde comenzaste, y es en donde te das cuenta de que por muy largo que haya sido la espera para lograr estar a la altura, nada de eso importa, si al final, el destino, siempre, de alguna forma u otra, nos regresa hacia la línea de meta, solo que esta vez con un sabor amargo en la boca por ya haber probado la gloria.

La única diferencia, la única estrategia que te deja jugar el destino cuando barajea sus cartas es la de decidir cuándo y cómo subir o descender nuevamente.

Y a veces, nos tocan unas manos tan malas que ni con toda la estrategia o inteligencia del mundo somos capaces de ganar la partida. Ella te da esperanzas, te deja creer que lo tienes todo en la bolsa, y cuando la sonrisa comienza a deslumbrar en tus labios, lo hace, juega su mano ganadora.

Fin de la partida

Las gotas de agua caen sobre mi piel desde hace casi diez minutos, pero, realmente, no me interesa en lo más mínimo, yo ya fui declarada perdedora en mi juego.

El paraguas dejó de ser una opción en el preciso momento en que me acerqué y los vi. Mi mente simplemente no pudo ser capaz de procesar nada más que no fuera llegar hasta ellos. Igual que cada vez que vengo.

Las lágrimas no han parado de brotar desde entonces, y ellas se mezclan con la lluvia, haciéndolas invisibles para quien sea que me observe. El único indicio de mi desolación es un leve temblor en mis hombros que ha ido apaciguando a medida que pasan los segundos, sin embargo, el dolor está ahí, no desaparece, y no sé si algún día podrá desaparecer del todo.

Llevo días viniendo, y las lágrimas simplemente no dejan de brotar
La lápida frente a mí se burla de mi minúscula presencia.

“En honor a la Familia Méndez, Padres e hijo, siempre en la memoria de todos”

Los ojos me pican nuevamente, pero esta vez no por dolor, sino por vergüenza, por rencor y por asco hacia la culpable de que ellos estén ahora mismo en una caja de madera a 3 metros bajo tierra.

Todo es mi culpa, solo mía.

Descubrí muy pronto que en esta vida no eres el único con un mazo de cartas, sino que hay otros jugando contigo al unísono. Otros que están esperando el momento justo, regalándote sonrisas falsas y palabras pre meditadas para esperar el momento correcto y apuñalarte por la espalda.

Confié en la gente equivocada y me mezclé con personas que solo trajeron desgracias a mi vida. Jugaron conmigo, me hicieron su bufón personal de una manera tan perfecta que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde.
Todo comenzó con una sonrisa, y acabó en muerte y en una obsesión enfermiza.