Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)

C A P Í T U L O 15

Madelaine Petsch

—Oh, Hola _____—mencionó Henry abrazándome de lado.

—¿Podemos hablar, Madelaine?—su voz sería, traía puestos sus lentes y su cabello esta desordenado.

—¿Podría ser en otro momento, ______,? es que vamos a ver películas—interrumpió Henry.

Chasqueo su lengua,—Disculpa, pero no te pregunte a ti—respondió.

—No tienes que ser grosera, tal vez seas mi "jefa" pero fuera del set somos personas normales y te pido respeto—ordenó Henry.

_____ le dio una sonrisa lobuna—Henry, no estoy hablando contigo, deja de meterte en lo que no te llaman—ahora giro su rostro a mí,—¿Podemos hablar o no?

Mire al chico rubio y suspire—Henry, te llamare después, tengo que hablar con _____—él mi miro confundido.

—¿Es en serio? ¿Vas a posponer nuestros planes por ella?—cuestionó.

—Ya la escuchaste, vete—formuló.

Henry me dio una mirada más para luego salir de mi departamento bastante molesto.

—Entra—hice seña para que pasará.

Y así lo hizo, entró y se sentó en el sofá individual.

—¿Quieres algo de tomar o comer?—inquirí y meneo la cabeza, me senté entonces y la mire,—¿De que quieres hablar?

_____ quito sus lentes, sus ojos hinchados y trasmitiendo una frialdad que solo ella sabe hacer.

—¿Qué pasa entre el payaso ese y tú?—pregunto.

—Primero que todo no es un "payaso" se llama Henry—aclaré,—Segundo no tengo que darte explicaciones de a quien besé.

Rió sin gracias—¿Y tú y yo? ¿No estábamos saliendo?—cuestionó.

Suspiré—Tú me ignoraste por casi dos meses, te apareciste para el "sueño de tu hermana" y luego solo volviste a desaparecer—reclamé.

—Han sido semanas difíciles—explicó.

—Necesito más que eso—silencio—Y también sé que no me darás más que cortas y vacías respuestas.

—No puedo perderte, Mads—su voz se volvió suave—Te necesito ¿comprendes?

—¿Para ser tu distracción? ¿A alguien que usas para pasar ratos, llenar un poco de los vacíos en tu vida y luego cuando quieres solo te vas?—inquirí.

—No eres solo distracción—rasco la parte de atrás de su nuca—Yo realmente te quiero y no puedo verte con alguien más.

—Él me gusta, ____, debes respetar eso—hable seriamente.

—Zanahoria, por favor—suplicó.

—Voy a intentar las cosas con él, ______—afirmé—Y no quiero que vuelvas a decirme de ese modo, se acabaron los apodos.

Su rostro volvió a tomar su aura fría y seria, se puso de pie.

—Bien, si es lo que quieres, no tendremos nada más que lo laboral—asentí, ______ se acerco un poco más a mí, bajo su rostro hasta quedar junto al mío.

Mi respiración y corazón se agitaron al tenerla tan cerca; en pocos segundos sentí sus labios contra los míos, no era un beso suave como de costumbre, era uno apasionado y después solo mordio muy fuerte mi labio inferior haciendo retroceder mi rostro y gemir en dolor.

—¿Qué demonios te pasa?—pregunte molesta.

Mi labio dolía, coloque mis dedos en él y un poco de sangre salía.