XX. Heulen

411 33 10
                                    

Se podían sentir las frías corrientes de aire recorriendo el sitio, el sol ya había comenzado a salir. Al fin habían llegado al lugar que buscaban, estaban a nada de hallar a la manada y encontrarse a salvo.

Chris y Elizabeth habían tomado asiento junto a August después de la noticia que se les dio con respecto a lo que había visto, los otros dos estaban conmocionados ante el nombre que Tristán le había dado al castaño.

—¿Príncipe de Hamos? —Preguntó Christopher, a lo que él menor asintió. La rizada se mantenía en silencio pensando en lo que había escuchado, tenía algunas dudas.

—Recuerdo que hace muchos años escuché a un brujo mencionar ese lugar, por lo que entendí es un aquelarre, sin embargo, tampoco recuerdo mucho —Gust estaba demasiado nervioso, ya no conseguía mantener sus ideas en orden.

—¿Eso quiere decir que tienes un aquelarre?

—No lo sé, no lo creo. Mamá no mentiría sobre eso. Lo que me dijo fue que nuestro linaje no es del agrado de las demás brujas —Las preguntas surgían como burbujas, el joven quería saber qué misterios había y sabía en dónde los resolvería—. Debemos apresurarnos y llegar a la manada.

Los chicos ayudaron al brujo de ojos verdes a ponerse de pie y Chris se colocó junto a él.

—¿Te llevo? —Quiso saber con una sonrisa.

—No creo que sea lo mejor, se ve que aún está un poco exhausto y lo más prudente será evitar que realice hechizos por unos minutos —Comunicó Elizabeth al ver cómo el menor trastabillaba un poco al encontrarse de pie. August asintió en señal de agradecimiento por hablar en su lugar y el híbrido comprendió—. Déjame ayudarle, tú conoces las tierras, encárgate de guiarnos y de estar alerta por si hay ataques.

—Entiendo —Afirmó de acuerdo y rápidamente saltó a los árboles.

La vampira de ojos marrones tomó el brazo del chico y lo pasó sobre sus hombros junto con la capa.

—Creí que tendrías un olor raro —Comenzó a hablar mientras caminaban para intentar romper la tensión de sí misma, el chico soltó una corta risita y la miró.

—Hice un hechizo para evitar malos olores. No quería dañar la ropa y no podíamos estar desviándonos para encontrar algún sitio donde lavarnos, preferí ser práctico —Miró sus dedos, exactamente dónde estaban sus guantes. Los hizo tronar y llevó la mano a su collar.

-Creo que debí acercarme a ustedes antes para conseguir mejor ropa -Ambos rieron suavemente. Escucharon a Chris acercarse, pero no se detuvieron.

—Cuando lleguemos a la manada te conseguiré algo para que te vistas, lo más probable es que Sara nos ayude —Comentó y volvió a adelantarse.

El brujo se percató de algo y a través de telepatía llamó al mayor; dicha acción lo mareó un poco, por lo cual decidió restringir sus dones por completo, para no sentir y ni percatarse de nada, así le daría un descanso a su mente. «Necesitaré una poción que me alivie este dolor de cabeza si no me recupero» Pensó.

—¿Qué ocurre? —Preguntó Christopher al situarse a su lado. Se detuvieron un instante para poder hablar.

—¿Habías pensado en cómo introduciremos a Beth en la manada? Yo soy un brujo y tendrán muchos problemas conmigo, sin embargo, ella es vampira, la verán como un monstruo —Aquellas palabras pusieron nerviosa a la chica.

—Si es así, creo que lo mejor sería irme lejos.

—¡No! No es necesario —Pidió el lobo mirando al brujo en busca de alguna solución.

August: Heredero © |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora