No lo veía a venir

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Tenía un rato solo saludando a todos los invitados, con cortesía y elegancia, así como sus padres le habían enseñado, no era un día cualquiera, era la recepción de su boda.

Un nuevo suspiro hizo y después tomo un trago de su bebida, solo el jugo de manzana le caía bien en esos momentos, tenía su atención en sus invitados, en sus padres y ahora en sus suegros para que no se dieran cuenta.

De reojo veía como su ahora esposo Anthony Stark estaba manoseando en un rincón a un omega que él conocía muy bien era Stephen Strange el ahora amante oficial, en verdad se sentía mal por él, la situación en la que lo había puesto, nadie merecía las condiciones en las que estaban.

Sus padres Sara y Joseph estaban preocupados porque al no ser un omega delicado como los demás no había podido conseguir pareja, Steve había sido educado como un omega, tenía todos los dones habidos y por haber además de una buena preparación académica debía de ser mucho más inteligente que un alfa para poder mover las piezas si así lo necesitara.

Los Stark eran amigos muy queridos de los Rogers y querían que al fin su único hijo sentara cabeza, los diarios y las revistas de chismes lo captaban con parejas diferentes cada 15 días y no tenía nada fijo.

Steve y Anthony se conocieron en una fiesta, se dieron cuenta que tenían amigos en común, la relación era buena le gustaba el carácter para nada usual en un omega, Steve le contestaba y no se sometió a lo que el alfa quisiera, ningún otro omega lo había hecho, cualquier pareja que tenía lo adoraba como un Rey y cumplía cualquier capricho.

Ambos se encontraban atraídos ¿Por qué? Ni ellos lo sabían, Tony siendo curioso por naturaleza le llamaba poderosamente la atención esa sensación, así que le robo el primer beso de Steve, pero el pequeño beso rápidamente comenzó a tomar una magnitud más grande, Steve entro en razón y se apartó de el con las piernas temblando, ahí se dieron cuenta que perdían la razón el uno con el otro.

- ¿Amor? No lo creían era solo algo que sucedía de seguro era el comportamiento normal al ser alfa y omega cada uno.

Una sensación nueva era algo interesante pensó el castaño, pero para sus padres no pasó desapercibido ese olor entre ellos, creían que ese era el motivo por el cual Tony ya no llevaba más parejas a presentarles.

Pero Anthony estaba en relación secreta con Stephen Strange desde hace tiempo, un conocido doctor de uno de los Hospitales más prestigiados de New York, hacían una bella pareja, al parecer al fin había aparecido el omega que lo conquisto, ya le había comprado un anillo de compromiso, la fama de playboy era una finta para que no molestaran al omega, el cual quería conservar su vida privada al margen de los reflectores.

Un plan se hurgo en una noche mientras ambas familias cenaban sin hijos iba aprovechar esa debilidad que habían descubierto en ellos....

El celo de Tony se adelantó de manera sospechosa, Sara le pidió a Steve que le llevara un paquete a María Stark que le urgía, la puerta estaba abierta, Steve decidió entrar lentamente puso la caja sobre la mesa y se adentró a la casa, a mitad del largo pasillo lo sintió

Feromonas de alfa en celo, cuando volvió sus pasos por donde vino estaba Anthony sudado, agitado y solo con un pantalón al cual se podía ver la enorme erección que tenía a simple vista.

Al dar un paso para retroceder, rápidamente Tony lo atrapo contra la pared.

- Hueles muy bien, Steve ¿Por qué no lo había percibido antes? - lambio su cuello.

-Y si me tomas en este momento, no podrás dejarme nunca alfa.

Steve mordió la oreja del alfa, las feromonas del contrario lo estaban afectando, sacando a relucir el omega que siempre había reprimido, paso sus manos por el pecho, cintura y termino apretando su trasero.

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