Capítulo 27: La verdadera fortaleza

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Gracias a kionlove, por la idea de un Oscuro con furia física!

(Minutos antes...)

Thorr había caído como un meteorito debido al fuerte empujón de Perses; sin embargo, el guardián se recuperó rápidamente y se dispuso a entablar batalla.

Perses era un Oscuro tan fornido como un dragón de tierra como Thorr. Sus músculos delanteros y traseros parecían bastante fuertes. Sin embargo, su aspecto con cicatrices y tatuajes de cráneo daba mucho que desear.

"Eres bastante fuerte..." le dijo Perses, "Creo que este será mi momento para demostrar mi verdadera fuerza..."

"Sí, eres muy musculoso y fuerte físicamente, pero la fuerza no lo es todo..." respondió Thorr.

El semblante de Perses se ensombreció y su maná oscuro crecía con fuerza.

"Me recuerdas a esos malditos de las pruebas..." dijo.

"¿Qué dices...?" preguntó el guardián.

"Yo era un excelente atleta, el más fuerte que había. No me importaba quien tuviera adelante, lo hacía a un lado y lo hacía morder el polvo... Pero, un día, un juez me rechazó diciendo que era un bruto y un abusivo por usar mi fuerza con otros... Bah, era una tontería, la fortaleza lo es todo"

"Tal vez no comprenda como es la vida de un humano" le respondió Thorr, "Pero sí te puedo decir esto: ellos estaban en lo correcto. El tener fuerza no implica abusar de ella, ¿crees realmente que los fuertes deben tener lo que quieren? ¿y qué sucede con los débiles? ¿deben acatar lo que los fuertes de digan?"

"¡Ya cállate!" gritó Perses.

El Oscuro arremetió contra el guardián, quien se protegió con su cola de pinchos. El solo impacto, hizo un sonido estrepitoso e hizo despedir viento... era claro de que tenía una gran fortaleza física. Con algo de dificultad, Thorr logró evadirlo y golpearlo con su cola, aunque al enemigo no le pareció gran cosa.

"Puedo resistir cualquier ataque que me lances..." resumió Perses.

"Bien..." se decidió Thorr, "Veamos con esto... ¡Bombardero terrestre!"

La ráfaga de misiles terrestres le dio de lleno al cuerpo de Perses, pero no le parecieron hacer ningún daño, más bien... parecía que su cuerpo había aumentado su musculatura.

"Rayos..." se dijo Thorr y atacó aún más fuerte, "¡Ira de la naturaleza!"

La tormenta de viento, rocas y hojas atrapó a Perses en un poderoso remolino. Sin embargo, cuando el dragón consideró que estaba conseguido, el enemigo desprendió todo su poder en una explosión.

Furia de Caos!"

Perses se escapó del remolino de la naturaleza a través de una gran explosión, y aterrizando con fuerza en el suelo. Thorr se giró para verlo... su aspecto había cambiado: su cuerpo ahora parecía más musculoso y estaba rodeado de aura negra cuyas sobras se despedían en humo del mismo color. A su vez, una ligera descarga eléctrica negra le rodeaba, haciendo crecer más sus músculos.

"Me vuelvo más fuerte cada vez que me atacan..." le dijo Perses, "Tu energía se convierte en mía y es más fuerte... ¡Impacto titánico!"

Terra escudo!"

Thorr se defendió, pero la embestida de Perses destrozó su defensa como si fuera de papel. Al instante, el Oscuro arremetió con dos fuertes golpes en el costado y en la cara del dragón guardián. Sus golpes se podían sentir llegar a los huesos.

Thorr retrocedió dolorido... así que era imposible atacarlo con ataques convencionales y su cuerpo podía absorber energía y convertirlo en fuerza y defensa física. Estaba atrapado.

"Prueba mi fuerza..." exclamó Perses, "¡Meteoros Caos!"

Cinco enormes bolas de energía oscura se desprendieron del maná de Perses y se dirigieron al guardián. Aunque trató de defenderse, el ataque le impactó varias veces que su cuerpo había quedado inmóvil por el dolor. Para rematar, el Oscuro tomó al inconsciente Thorr y empezó a golpearlo para romperle cada uno de sus huesos. El guardián se desmayaba...

(Flashback)

Luego de que Jhonny, Edel, Ray y Thorr sean elegidos como sucesores de guardián, cada uno tenía clases privadas con cada uno.

"Dime Thorr" le decía Terrador, "¿Qué es el poder de la tierra? ¿cómo es un dragón que posee tal elemento?"

"Un poder que se extiende por el suelo y por los campos..." le respondió el discípulo, "Un dragón de tierra es tenaz y con gran fortaleza"

"Así es, esas son las características de un dragón de tierra" dijo Terrador, "Pero debes recordar que nuestra fortaleza no la dan nosotros, sino el maná que compartimos con nuestro entorno: la naturaleza. El suelo es una gran extensión, y mientras así sea, tu fortaleza será tan grande como él..."

(Fin del flashback)

Perses continuaba golpeando a Thorr hasta que este le paró con su garra derecha. El Oscuro le miró con asombro: todos esos golpes, ¿y aún no estaba derrotado?

Thorr le golpeó con su cola en el rostro para zafarse de Perses. Luego, clavó sus garras en la tierra, sintiendo la basta extensión del suelo, recordando que debe ser tan extenso como él. Al notar el gran maná de tierra de su oponente, Perses solo comenzó a reír:

"Jajaja, si me lanzas tu maná solo me harás más fuerte..."

"Sí" le contestó Thorr, "Lo sé... ¡Ira de la naturaleza!"

De nuevo, el remolino de naturaleza atrapó a Perses, pero esta vez era más intenso y duró más tiempo. Thorr no le importó desperdiciar toda esa gran cantidad de maná pues la tierra se la estaba brindando. Cuando acabó, Perses aún no estaba derrotado, más aún su cuerpo se había fortalecido excesivamente más. El guardián casi cae jadeante.

"Ja, te lo dije" se burló Perses, "Y ahora voy a..."

Pero no pudo moverse... su cuerpo no le permitía y le causaba mucho dolor. Perses no entendía por qué... no tenía ni una sola herida en el cuerpo.

"Recibiste toda la energía de la tierra" le explicó Thorr levantándose, "Como esta es enorme, tu cuerpo no puede soportar una cantidad masiva de energía, estás al límite"

"Pero tú..." le contestó el Oscuro, "Tampoco debería poder moverte con toda la energía desperdiciada..."

"No fue la mía, fue el maná que me dio la tierra. Pero ahora que estás al límite, te daré mi verdadero poder... es digno para alguien que fue un excelente guerrero, pero su mente estaba desordenada..."

Thorr empezó a emanar maná de nuevo y su cuerpo irradiaba luz verde.

Rugido de la tierra!"

El maná expulsado se convirtió en un gran dragón verde de viento, hojas y rocas. Perses no pudo moverse y sintió que cada uno de los músculos que tanto apreciaba gritaba de dolor con tal tremendo ataque. Su habilidad no le permitió absorberlo y rompió cada uno de sus huesos y dejó de un dolor sin igual a los músculos. Cuando acabó, Perses cayó al suelo y Thorr también de cansancio.

Por fortuna, mientras Perses se desvanecía, un topo llegó corriendo a donde estaba el guardián llevando consigo unas cuantas gemas espirituales

"¡General Thorr! ¡General Thorr!" gritó.

"Bayard" le dijo Thorr levantándose un poco, "Gracias por venir"

"Descuide" le respondió el topo, "Déjeme ayudarle a curarse. Tardará un poco, pero estará como antes"

La Leyenda de Spyro, La Última GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora