La vida de la humilde vendedora de pozole Aime Domínguez da un giro inesperado al encontrarse con su hermana gemela, la presidenta de las industrias de Prichos, Annie Rojas.
A base de amenazas y conflictos por parte de Annie, hacia Aime, a Aime no l...
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Estaban Annie y Aime pues viéndose fijamente en el espejo
Annie: ¿No te das cuenta? pareces mi hermana gemela...
Annie estaba exaltada, pero después de que se estuvieron viendo un rato, Annie se imaginó muchas cosas y se le dibujó una sonrisa en la cara.
Aime: Pero señora como cree, usted es muy guapa, muy elegante, muy refinada; y yo, solamente soy una simple empleada de un restaurant pequeño de pozole.
Annie: Jaja, no seas modesta querida, eres muy parecida a mi, simplemente maquíllate, quítate esa simple ropa de empleada, ten estilo, y serías una copia exacta de mi. Y por cierto, tu de empleada no tienes nada, si este lugar por muy pequeño y pobre que sea, eres dueña de el, tu y yo tenemos en común eso, somos dueñas, aunque claro, yo soy dueña de una empresa y tu de este restaurant, pero bueno eso no es lo importante ahorita.
Aime: Tiene razón señora.
Annie: Y a todo esto... ¿Cómo te llamas querida?
Aime: Me llamo Aime señora, Aime Domínguez.
Annie: Mira nomas que coincidencia, hasta en el nombre nos parecemos, y hasta en el apellido. Mucho gusto, Annie Rojas, Domínguez es mi apellido de nacimiento, desde que me casé, no uso mas ese apellido, y lo cambié en todos mis papeles por mi apellido de casada "Rojas".
Aime: Que interesante... ¿Y a que viene todo esto?
Annie: Simplemente te quería platicar. Por cierto, algún día podríamos jugar a que te hagas pasar por mi jajaja.
Aime: Señora pero por favor, no diga locuras, no me parece gracioso.
Annie: Ay que ridiculita eres, solo estaba jugando. Todo esto me parece muy extraño voy a mandar a mi gente a que te investigue a fondo.
Aime: Señora no sea así que miedo...
Annie: Tengo que saber quien eres, todo me parece muy extraño, compartimos el mismo rostro, tenemos nombres similares, y el apellido de nacimiento es el mismo.
Aime: Podría solo tratarse de una simple coincidencia.
Annie: ¡No! Esto no es una simple coincidencia y no lo dejare pasar. Me tengo que ir, ¡Volveré pronto!
Annie salió del baño caminando rápidamente de camino a su mesa.
Aime se quedo en el baño mientras hablaba con ella misma angustiada en voz alta.
Aime: ¡Dios mío! ¿Quién será esta mujer? ¿Qué pretenderá? ¿Cuáles serán sus intenciones perversas?
Mientras tanto Annie llegó a su mesa con su acompañante, algo exaltada y diciendo que ya se quería ir.
Annie: Rrorropirrorro, ¡vámonos ya!
Rrorropirrorro: Pero Annie, no hace mucho que llegamos y ni siquiera hemos pedido nada.
