Diego: ¡Espera, Sasha, no creo que está sea una buena ide...!
No pude terminar de decir nada, porque Sasha me coloco debajo de ella. En pocas palabras, se sentó en mi.
La presión era inmensa, no lo podía creer. Tampoco podía respirar bien, por los jeans que Sasha estaba usando.
Diego: (En su mente) Por favor, levántate un momento, no creo que esto sea bueno para el cuerpo...
Paso un largo rato para mí, que después supe que fueron unos 30 segundos, para que Sasha se levantará.
Sasha: ¡Perdón, en verdad lo siento! Fue una reacción expontanea. ¿Estas bien?
Diego: Espera... Necesito... Un... Poco de aire... (Respira)
Nadia: ¡Teniendo tantos lugares para esconderlo y se te ocurre esconderlo debajo de ti.!
Sasha: Si, lo sé perdón.
Diego: Descuida... No fue a propósito...
Nadia: Ximena no puede enterarse de esto, entiendes Sasha.
Sasha: Si, lo entiendo.
Nadia: Muy bien, voy a traer un poco de sobras para que comas Dieguito.
Diego: Muchas, gracias. Pero... Y ¿José va a comer conmigo?
Nadia: No, el ya está comiendo.
Termino esa frase y Nadia bajo a la planta de abajo. No sabía que sentir al respecto.
Sasha: Oye, una pregunta rápida... ¿Nadia te llevo todo el día con ella?
Diego: Este, si ¿Por?
Sasha: Por nada, solo curiosidad.
En eso, Sasha me levanto y me puso en la casa de juguete.
Sasha: No tardo, voy a hablar con Nadia.
No sabía qué hacer. Es verdad que muchos matarían por estar en mi situación, pero esto no era lo que quería. Aunque... Pensándolo bien, a mí no me estaba llendo tan mal como a José, a demás, a sus hermanas no les parecía molestar que me gustan los pies de las chicas, al contrario, se reían de eso y les gustaba, pero el punto más fuerte, era que todo esto lo había hecho por mí, y no por su hermano.
Diego: ¿Qué tan malo puede ser esto? Son chicas y la verdad son hermosas, pero además, me están dejando cumplir mi sueño.
Creo que poco a poco fui entendiendo a José en sus gustos. Era genial pero... Aún tenía mucho que aprender.
_______
Paso un rato, y Nadia y Sasha volvieron a la habitación corriendo.
Nadia: Aquí tienes, disfrútalo sin hacer ruido.
Me trajeron pedazos de carne y una tapa con agua de limón. En eso corrieron y se acostaron en la cama.
Diego: ¿Pero que les pasa?
En eso, apareció Ximena, por lo cual comprendo la situación.
No tuve otra opción que comer, mientras ellas hacían sus cosas normales, como la tarea y ver televisión.
Casi no pasó nada interesante después de eso, pero en la noche, mientras dormía en la cama de juguete, alguien me tomo.
Diego: Es... Espera soy...
???:Shhh
Diego: ¿Eh? ¿Sasha?
Sasha: Si, soy yo. Nadia y yo hablamos y creo que me toca tenerte a ti. Mañana voy a usar estas botas, así que quería preguntarte si... ¿Quieres estar adentro?
Diego: ¿Este... Qué?
No sabía que decir, tal vez por levantarme así de golpe, pero le contesté que si.
Sasha: Yes, entonces aquí vas.
Mientras me metía lentamente en la bota, alcancé a ver uno de los pies de Nadia. Tenía el pie descalzo, pero lo más importante es que José estaba pegado a él. Pensé que estaría sufriendo, pero el desgraciado se veía feliz mientras dormía.
Sasha: Pasa la noche allí, te daré algo de desayunar antes de irnos, ¿entendido?
Y entonces volvimos a dormir. Yo acepté, sin saber qué pasaría en la mañana siguiente...
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Las Hermanas Gigantes De Mi Amigo
FantasyUno nunca sabe que es lo que le va a pasar en la vida. Es mi introducción al fetiche de las chicas gigantes, la cuál será una anécdota imposible de olvidar, y lo mejor/peor de todo, es que serán las hermanas de mi amigo. Es la historia de dos chicos...