Win no podía decir que su relación amorosa comenzó como un cuento de hadas. No existió esa chispa y nadie desapareció alrededor.
Si es honesto. Al inicio su pareja dio el noventa de cien para impulsarlo todo, para conquistarlo y que poco a poco gan...
Las teclas del computador hacen ruido en al ser golpeadas con las yemas de los dedos pálidos. El sonido de las gotas atacando el cristal no impiden que su concentración se rompa. Apenas exhala; es una de las temporadas más estresantes del año. En sus manos tiene la responsabilidad de una gran campaña publicitaria; tiene que organizar el lugar, el diseño y apoyar con la presentación final. Es la firma que más costo obtener, una reconocida empresa que había cimentado rápidamente su nombre, y sí, es el diseñador principal.
— ¡Carajo! — gritó con frustración. El computador ha decidido ir en mi contra—. Mierda, mierda, mierda...
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Apenas el sol se elevó en el cielo salí de casa para venir al trabajo. Nada me daba una señal de que todo se volvería rápidamente un caos. Bright me preparo fruta picada y me llevo a la empresa. Me deseo un buen día y me dio un largo beso de despedida dentro del auto. Mi corazón latía con fuerza y sonreía como un tonto. Mi burbuja fue reventada por los gritos eufóricos de mi jefa, Jennie. Apenas atravesé las puertas del elevador podía sentir la tensión en el aire. Air, su secretaría, lo miraba con lastima.
— Será mejor qué te prepares, Jenn está colapsando— informa.
— ¿Sucedió algo? — preguntó.
— Una nueva empresa solicito los servicios, pero especificaron que te quieren a ti, o no hay trato.
— ¿De qué hablas? — inquiero. Air está a punto de decírselo cuando se ve interrumpida por una imponente voz.
— Air, ¿ya llego Jongcheveevat? —grito a través del comunicador, logrando ojos de sorpresa en el pelirrojo. Jennie era una de sus amigas más cercanas, además de ser su jefa. Es extraño que me llame Jongcheveevat en lugar de algún mote cariñoso.
Le dedico una dulce sonrisa a Air para tranquilizarla, suspiro y decido ir directamente, saludo a Prim, su secretaría con una sonrisa para consolarla. Ella ha estado soportando más que nosotros.
— ¡Winnie! — exclama con euforia. Sus brazos se abren y me atrapan, abrazándome—. Me da tanto, pero tanto gusto verte.
— ¿Ah? Me haces sentir un héroe—bromeo.
— Es que Jennie ha estado preguntando por ti cada dos minutos.
— Entiendo, pero, mi horario de hoy es más tarde. Llegue temprano porque no he enviado algunos documentos.
— Lo sé, se lo dije, pero no entiende razones — suspira— adelante, por favor.
— Mmh.
Me acerco y toco la puerta dos veces antes de abrir.
— Buen día jefa, me han dicho que quiere verme.
— ¡Dios mío, Win! — la mujer está hecha un mar de nervios—. ¡Por supuesto! ¡Siéntate, siéntate! — señala el lugar vacío frente a su escritorio. Un poco confundido por su cambio de actitud, dejo la mochila de lado y guardando mi teléfono dentro del bolsillo de la mochila. — Escucha cariño, ayer por la tarde noche me llamaron. La empresa que tiene la sede en Japón, ¿la recuerdas? Con la que intentamos hacer contrato para su publicidad el año pasado— asiento—. Bueno, solicitó reunirnos— está emocionada. Ha trabajado y ha esperado por esta oportunidad. Hace una pausa, intentado buscar las palabras correctas—. El punto es qué me pidió específicamente qué tú seas quién se encargue de esto.
