ryuguji ken.

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HOLD ON.

Metiste tus manos en los bolsillos de tu chamarra mientras observabas la lluvia caer en Tokyo. Por alguna extraña razón, te habías comenzando a sentir inquieta hace unos minutos atrás, como si tu corazón se sintiera apachurrado.

— ¿Tu también te sientes ansiosa?

Giraste cuando escuchaste la voz de Mikey acercarse a ti, asentiste intentando no mostrar interés y tu vista volvió hacia la ventana.

— ¿Por qué no estás con él?

— Sabes la respuesta de eso Mikey...

Tu vida había dado un giro de trescientos sesenta grados desde la pelea con Tenjiku, la cual había acabado bien entre comillas. Takemichi regresó al futuro y las cosas rondaban por buen camino, hasta el día en que Mikey perdió los estribos y el control de sí mismo que terminó alejando a todas las personas que lo amaban y lo apreciaban. A excepción de ti, que tu no te alejaste y decidiste seguirlo a pesar que el no quisiera al principio.

A pesar que aquello te quitara la posibilidad de estar con el amor de tu vida.

Ryuguji Ken.

Tu primer amor, la persona que te enseño lo que era amar y querer entregarle a alguien su corazón. Se conocieron cuando eran niños pero su amor empezó a crearse cuando ya eran unos adolescentes, el cual fue complicado de confesar pero al final terminaron siendo pareja.

Hasta el día que decidiste estar con Mikey con Kanto Manji y no con Draken.

Draken y tu llevaban tiempo sin tener contacto, por más que trato de tenerte a su lado simplemente decidiste alejarte por el bien de los dos. Querías venganza, querías justicia, la vida se había tornado de un color oscuro desde la muerte de tu hermano.

— Baji no hubiera querido esto — Mikey te miro fijamente, el parecido a tu hermano era bastante y muchas veces se sentía tan confundido, como si existiera alguna esperanza de que el aún estuviera aquí.

— Keisuke ya no está aquí, Mikey...

El nombrado trago saliva al escuchar eso, a pesar que han pasado los años aún carga con la culpa de lo que le sucedió al mayor de los Baji en aquel halloween.

Al igual que tu, cargabas con la muerte de tu hermano, te sentías imponente de no poder hacer nada en ese momento. Todo se salió de tus manos.

— Jefe — los dos giraron cuando escucharon la puerta abrirse, uno de los subordinados se dejó ver algo agitado en la entrada — Rokuhara Tandai va hacia la feria... donde se encuentra Hanagaki.

Tu cuerpo se tensó al escuchar eso, sabias que si Takemichi estaba en peligro, lo más probable es que Draken también lo estuviera. Ya que los dos pertenecen a Brahman.

Sin que Mikey pudiera decirte una orden, saliste corriendo de la oficina para dirigirte hasta allá. Pudiste escuchar los gritos de tu jefe pero no te importo, en ese momento solo él estaba en tu mente.

Te subiste a la moto con desesperación y arrancaste con velocidad, agradecías que la feria estuviera cerca de donde se encontraban, así podías evitar una tragedia.

La lluvia ocultaba las lágrimas que salían por tus ojos, no te perdonarías si le llegase a pasar algo. Querías gritar, querías maldecir a la existencia por solo pensar en ti y en tu hermano, y no en la persona que siempre estuvo a tu lado.

— ¿Realmente quieres que termine esto?

— Abandóname, Ken.

— No me pidas aquello que no puedo... no me pidas eso. Déjame quedarme aquí.

Te odiabas.

Dejaste caer la moto cuando llegaste y observaste como la gente corría por el lugar, tú corazón empezó a latir más deprisa cuando las malas ideas llegaron a tu mente. Era tarde.

— ¡TAKEMICHI! — gritaste en alto mientras tratabas de pasar entre la multitud — Por favor...

Tropezabas con los hombros de las personas, la lluvia y la neblina no te dejaban ver con claridad a la lejanía. Comenzaste a sentirte desesperada y no te importo empujar a las personas hasta acercarte de donde venía el altercado.

— ¿Takemichi? — hablaste cuando lo viste parado a lo lejos. Kawaragi Senju estaba a su lado pero en ese momento no te importo eso — ¡TAKEMICHI!

Te quedaste quieta cuando observaste a Draken, el de inmediato miro sobre su hombro y su expresión se relajó por completo al ver que eras tú, que por fin estaba viendo tu rostro después de tanto tiempo.

Sonrió ligeramente y abrió lentamente su boca para comenzar a hablar, parecía estar demasiado débil, como si no pudiera formular las palabras.

— Estás aquí...

— Ken...

Caminaste hacia el, pero detuviste su paso cuando colapsó en el suelo. Abriste los ojos exageradamente y tu boca comenzó a temblar cuando notaste como empezaba a salir sangre de su cuerpo, le habían disparado.

— ¡KEN! — te dejaste caer de rodillas a su lado y lo tomaste de la cabeza para poder ayudarlo — No te duermas, no te duermas por favor...

— Estás aquí...

— Si... si aquí estoy, por favor — acariciaste tu rostro, las lágrimas comenzaron a salir de tus ojos sin control.

— Quería verte una última vez... y aquí estas...

Soltaste un sollozo en alto mientras te aferrabas a su cuerpo, la gente a su alrededor comenzó a llamar a una ambulancia, pero no estabas segura si llegarían a tiempo.

— ¿Por qué lloras? — elevó su mano hacia tu rostro y tu negaste tu cabeza — No llores... siempre me gusto verte feliz.

— Quédate conmigo... te lo suplico.

Acercaste tu rostro hacia a él suyo y comenzaste a mecerlo, estabas en un cuadro de desesperación que no sabias que hacer. No podías hacer nada más que esperar a por ayuda.

Te sentías inútil ante la situación.

— No te abandone nunca, nunca lo hice — hablo sobre tu mejilla, sus ojos comenzaban a ponerse llorosos y no por dolor, estaba feliz de al menos verte una última vez — Jure quedarme aquí... y lo cumplí, también juraré amarte toda mi vida.

— Por favor aguarda un poco más... Ken, tu tampoco me dejes.

Una pequeña sonrisa salió de su rostro al escucharte decir eso, era lo que más necesitaba antes de morir. Anhelaba porque vinieras antes de que el se fuera y ahí estabas, junto a él.

— Dile a Mikey — sus ojos comenzaron a entrecerrarse, parecía cansado — Que no cause tantos problemas...

necking and misery | tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora