Una clase con Hagrid significaba que deberías cuidar tus dedos, todos saben eso.- Bien clase, déjenme presentarles a ¡La criatura más fascinante que verán jamás!, contemplen a los Bowtruckles, vengan a verlos más de cerca...
- Hagrid, ¿Cuándo nos enseñaras acerca de los Snorkacks de Cuernos Arrugados?, Creo que sería muy útil aprender de ellos.- Dice la chica Lovegood en su tono soñador que acostumbra.
Hagrid titubea y el fondo de la clase ríe.
- No existe tal cosa como el Snorkack de Cuernos Arrugados.- Se burla Michael: Un chico de Ravenclawn.
- Si existen, mi padre escribió sobre ellos...
Después de una riña entre Luna y Michael la clase por fin empezó, Hagrid nos pidió que observáramos el comportamiento de los Bowtruckles y después dibujáramos un boceto idéntico a su estructura.
- ¿No es adorable?, quisiera tener uno.- Le dije a Luna quien por alguna extraña razón estaba sentada a mi lado.
- ¿Deberíamos alimentarlos?.- Preguntó.
- Lo intentaré.- Y sin más acerque un trozo de grajea Bertie Bott, al Bowtruckle pareció molestarle que el sabor de esta fuese vomito así que dio un mordisco a mi dedo haciéndome gritar del dolor.
- ¿Estas bien?.- Dice Luna tomando delicadamente mi mano y analizando la mordedura.- Debo llevarte con la señora Pomfrey.
***
- No fue nada grabe, los Bowtruckle no son venenosos, no hay de que preocuparse.- Dice Pomfrey después de dar un golpecito con su varita en mi dedo.
- Estoy feliz de que no te haya pasado nada.- Dice Luna.
- ¿Por que lo dices?.
- Por que me preocupas.- Dice jugando con un mechón de mi cabello y sonriéndome dulcemente haciendo que me pusiera tan nerviosa y sentir como si un montón de duendecillos de bosque volaran dentro de mi estomago.- Ven, debemos ir a la siguiente clase.- Dice tomando mi mano delicadamente y encaminándome a clase.