Capítulo 7: La Muerte Acecha

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Tras el alboroto en los casilleros, y el hecho de que casi muero ahogada, las cosas no estaban mejores.

Austin estaba furioso, parecía que le iba a explotar la carótida.

Luego de un rato, los chicos se cambiaron sus calzoncillos de goma y todos salimos del area de la piscina.

—¿Vas a ir a la enfermería? —preguntó Austin.

—No lo creo, me encuentro bien.

—Bueno, si te encuentras bien vamos a darle un poco al boxeó. Tengo que quitarme esta rabia que siento, sino explotaré.

Todos los chicos estuvieron de acuerdo con ir a boxear un rato.

Tras caminar por pasillo durante unos minutos, finalmente llegamos a una habitación perfectamente equipada con todas las cosas para practicar boxeo.

Había un cuadrilátero en el medio, varios sacos de boxeo a sus alrededores, algunas máquinas para correr, entre otras cosas.

Al entrar, los chicos corrieron a prepararse, se colocaron los guantes para luego debatir quién pelearía con quién.

—Yo quiero darle a Justin. Desde hace meses quiero partirle la cara. —Rió Lian mientras subía al cuadrilátero haciéndole señas a Justin para que subiera.

—Con mucho gusto hermano, te romperé los dientes si es lo que quieres —Subió sin pensarlo dos veces.

Austin, por otro lado, se había ido solo a uno de los sacos de boxeo.

Este había comenzado a practicar por su cuenta, o mejor dicho, a desquitar su rabia con ese pobre saco.

Era impresionante su técnica y la manera en que boxeaba. Parecía que sabía lo que estaba haciendo.

Le pegaba muy fuerte al saco, tanto que lo univo que se escuchaba era el chirrido de las cadenas que sujetaban al saco.

Austin era impresionante, y yo estaba idiotizada. El ver como sus musculos se contraían al boxear era increíble. El sudor que bajaba por su espalda tonificada, me hacía suspirar.

—¿Vas a quedarte todo el día mirando cómo los demás boxean o vas a venir a practicar? —Gritó Justin desde el cuadrilátero.

—Si, voy en un segundo.

Un tanto nerviosa, tome unos guantes, me los puse y subí al bendito cuadrilátero.

—Nunca he hecho esto.

—Pues aprenderás a golpes, aquí no hay preferencias con nadie. Aquí se aprende practicando. —Dijo Lian mientras Justin se salía del cuadrilátero para dejarnos solos en lo que practicábamos.

—Vamos Alejandro, rómpele la madre al cabrón de Lian —Gritó desde abajo mirándonos mientras sonreía.

Inmediatamente, Lian comenzó a caminar hacia mí, mientras yo solo caminaba hacia atrás.

—¡Da cara mamón! No te acobardes o te matará. —Me dijo Justin mientras se sujetaba de las cuerdas.

—Vamos, pégame el primer golpe —Dijo Lian mientras se me acercaba.

Comencé a acercarme a Lian lentamente, mientras trataba de cuadrar mis manos para darle el golpe.

—¡Qué me des pendejo! —Gritó Lian con furia mientras se pegaba en la cara con el guante.

Tomé una gran bocanada de aire, di un gran suspiro y le lance un puño a la cara a Lian. Sentí como mi puño hizo impacto, pero Lian no se movió ni un solo centímetro.

Colegio Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora