LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3 [COMPLETA] ✅

Capítulo XXIX: Recuperada

Despertó cuando el sol comenzó a entrar por la ventana, se sentía mareada mientras imágenes sueltas daban vueltas en su cabeza. Solo se relajó luego de una ducha, bajó a desayunar y no encontró a nadie. Desayunó sola y meditando su decisión.
Quizás todo sea una confusión. Pensó creyendo que había malinterpretado las cosas y podría hacer mal al hablar con aquel chico.
Nadie aparecía por lo que intentó salir al jardín pero fue detenida.

—No puedes salir de la casa

—¿Quieres decir que estoy prisionera aquí?

—Es por tu seguridad

Nuevamente imágenes sin sentido se hicieron presentes hasta que logró descifrar una. Era ella con él en un campo, de noche donde le decía exactamente lo mismo

—¿Estas bien?

—Nosotros... —contó la sitúacion —¿sucedió?

—Si, entrenamientos nocturnos. Fue cuando te quedaste a mi cargo

—¿Como que, a tu cargo?

Ambos se dirigieron a la sala.

—Si, fue un tiempo donde todos regresaron a sus planetas pero tú no quisiste

—Supongo que era porque ya no tenía nada

—Básicamente

Lo miró un momento meditando su pregunta.

—¿Los demás?

—Vigilancia

—¿James? No lo veo desde ayer

—Con ellos

—Entonces... Responde algo

—Siempre que pueda —aclaró

—Tú... —dudó con nerviosismo —¿tú y yo, tuvimos algo?

El chico no respondió y a Emily la invadía la vergüenza por la pregunta.

Quizás confundí todo. Se lamentó mentalmente.

Lo que menos quería era estropear lo que no recordaba pero la curiosidad era parte de ella.

—¿Por qué esa pregunta? —cuestionó con seriedad

—Sólo es una duda pero olvídalo, como podría —se levantó —lo dudo, es más que evidente ciertas diferencias

—¿A qué diferencias te refieres?

—Tu seriedad, sé que también lo soy algunas veces pero tú pareces serlo todo el tiempo —levantó un dedo para enumerar —eres un general y no me imagino que en un planeta de entrenamiento, pueda suceder algo diferente —levantó el segundo —y sinceramente no me veo contigo así como así —levantó el tercero

El general nuevamente sonrió ligeramente pero de una manera divertida.

—Solo hay una forma de saberlo —se acercó —pruébalo

—¿De qué hablas?

Sin decir nada se acercó más para levantarle el mentón con una mano.

—Prueba y lo descubrirás...

Estaban a escasos centímetros provocando sus latidos acelerados.

—Perverso... —murmuró alejándose —prefiero no saberlo pero sea lo que sea lo recordaré

Rápidamente subió a su habitación para suspirar liberando la tensión que le había provocado ese chico.
Entonces, ¿quién era? ¿Alguien normal o un general? No lo comprendía, dudaba que siendo general haría algo así, que se comportaría así, ¿entonces? 
Negó sin comprender pero lo que la confundió fue su mirada. Una mirada intensa y decidida a besarla si no se detenía pero lo hizo esperando que ella misma lo hiciera.
Esa mirada, algo en su mente quería hacerse presente pero algo se lo impedía.
¿Porque era más recurrente cuando se acercaba a él? Quería recordar, claro que quería pero no era chica que hiciera esas cosas.
Sin pensar bajó y él continuaba en la sala, sentado, pero parecía muy pensativo.
Sin decir nada se sentó a su lado