Epílogo.

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"Yo no tengo por qué complacer a nadie.

No soy un ángel ni quiero ser tu cielo. 

Seré fuego, tan difícil de apagar

e imposible de olvidar. "

- David Sant.


Tres años después...

Salgo del edificio presidencial apurada y me paro en la acera mirando a ambos lados y después hacia mi reloj.

Dante quedó en recogerme aquí y traer a los pequeños, pero quizá haya aparcado y parado a tomar algo porque salgo algo tarde.

Saco mi móvil para llamarlo justo cuando un enorme Mazda CX-3 rojo aparca a mi lado y Dante se inclina hacia la ventana del copiloto para mirarme tras sus gafas de sol oscuras.

- Su atractivo chófer ha llegado, señorita. - grita un poco para que lo oiga por encima de la música que lleva.

Me subo rápidamente y echo un vistazo a la parte trasera para saludar a mis hijos, Hécate sonríe al verme y me enseña su diminuta lengua en gesto burlón mientras Aday extiende sus bracitos hacia mí con una sonrisa tierna murmurando "mami" mil veces.

- No sé cómo no los llevas desquiciados con la música tan alta. - digo girándome hacia Dante, que ya ha arrancado y tamborilea en el volante con una mano.

- ¿Qué dices? A Hécate le encanta mi música. - sonríe él. - ¿Qué puedo decir? De tal palo tal astilla...

Dante me mira un momento de reojo y alza su comisura derecha en un gesto pícaro.

- Aunque todo sea dicho, no es mi música favorita. - murmura.

- ¿Ah no? Creí que esta, de hecho, era tu canción favorita. - pico sin ser consciente.

Dante sube un poco más el volumen de "I wanna be your slave" de Maneskin y se inclina hacia mí para crear un clima de secretismo y susurrarme.

- Mi música favorita eres tu gimiendo en mi cama. -

Su mano, que descansaba en la palanca de cambios, cambia de marcha y vuela hacia mi muslo para apretarlo como si quisiera reafirmar su frase anterior.

Me estremezco como si fuera la primera vez que me toca, pero vuelvo de inmediato en mí cuando alcanzo a ver el cartel en una de las calles.

- ¡Gira, que te pasas la salida! - le digo señalando el cartel de la Universidad de Viraha.

Dante da un pequeño volantazo y le muestra el dedo por la ventanilla al coche que tenía detrás cuando le toca la bocina mientras escucho a Hécate partirse de risa detrás.

- ¿Qué quería el chupasangre ilustrado otra vez, por cierto? - me dice mientras busca aparcamiento.

- Lo de siempre... - respondo haciendo un gesto de indiferencia con la mano. - Gabriel sigue opinando e insistiendo en que tú y yo deberíamos formar parte del nuevo Círculo y que como ahora él representa a los vampiros podría abogar a nuestro favor. Dice que los ancestrales también deberíamos tener voz en el gobierno.

Él resopla y para el coche en un aparcamiento cerca de las pistas de la universidad.

- Por mi parte espero que le hayas dicho que se pudra. - replica.

- No seas así, Dante, solo quiere compensar por el tiempo que estuvo controlado por Amber.

- Hace como mil años de eso, por favor, solo quiere atraer tu atención de nuevo. - murmura saliendo para bajar a Aday de la sillita mientras yo hago lo mismo con Hécate.

Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora