-¡Venga, Lucy, por favor! -pidió Marcus otra vez.
-¡Que no! -insistió ella metida en la cama.
Ya eran las dos de la tarde y Lucy ni siquiera había bajado a desayunar. Siempre le pasaba lo mismo en Nuevo Año; se quedaba hablando con su familia hasta las tantas y luego no se despertaba hasta la hora de comer.
Pelos había desistido y ya había bajado a desayunar hacía un rato. Marcus llevaba ya quince minutos allí y Lucy se metió más entre las sábanas. Con un suspiro, Marcus se descalzó y se tiró a la cama encima de la espalda de Lucy.
-¡Ay! -exclamó ella-. Eres como Ginny. ¡Quita de encima!
-¡Nunca! -replicó él, pero acabó rodando a un lado del colchón-. Anda, Lu, ven a la fiesta.
Lucy soltó un suspiro y se quitó los pelos anaranjados de la cara.
-Hace frío.
-Será en el Colegio Superior, en el Salón que lleva al jardín interior. Allí siempre hace muy bueno.
-¡Uf, encima en el Colegio! Peor me lo pones...
-¡Pero será muy divertido! -dijo Marcus-. Habrá música, baile, comida... ¡Y encima como es Nuevo Año puedes llevar el color que quieras!
En verdad a Lucy le gustaría ir a la fiesta. Sabía que no sería una con mucha gente, porque con la situación de entonces, no muchos se atrevían a salir de fiesta.
-Pero estarán todos -murmuró-. Toda la clase.
-Ellos ya no son tu clase, Lucy.
-Pero lo han sido mucho tiempo -dijo-. Y no sé, se me hace raro volver a verlos a todos juntos otra vez. No es lo mismo que cruzártelos en la calle.
-No me digas que te da vergüenza. -La pelirroja se encogió de hombros-. Lu, ¡no me lo puedo creer! ¿Es en serio? Vamos a ver -Marcus empezó a contar con los dedos-: fuiste la primera cómplice de Sirius Black, bailaste con Barty Crouch Junior mientras estaba transformado en Moody, le planteaste cara a la Suma Inquisidora de Hogwarts ¡y te enfrentaste al Señor Tenebroso y le gritaste sus verdades! ¡Al maldito Lord Voldemort! -Sintió un pequeño escalofrío al decir ese nombre en voz alta-. ¿En serio te asusta cómo te miren o cómo piensen otros de ti?
Lucy no pudo evitar sonreír un poco. Se quedó en silencio un momento.
-¿Por qué quieres ir a la fiesta?
-La directora Kirsty era muy amiga de mi abba, y siempre le hace ilusión verme.
-¿Y mi primo va a ir también? -preguntó Lucy, recordando que a Jonathan todavía le quedaba una semana con muletas. Marcus sonrió ligeramente.
-Al final ha aceptado, para que no fuera yo solo. La verdad es que tienes razón, Lu, es incómodo ver a mis... a mis viejos amigos todos reunidos otra vez. Pero la verdad es que a estas alturas me da lo mismo.
La pelirroja se quedó callada un momento. Miró el armario, y pensó un momento, mirando a Marcus.
-Está bien -aceptó-. Iré a la fiesta.
-¿En serio? -Marcus se incorporó con una sonrisa brillante-. ¡Genial! Pues venga, arriba. -le quitó a Lucy las sábanas de encima-. No puedes quedarte aquí hasta tarde, la fiesta es a las nueve y hay que prepararse.
Marcus se fue a casa muy emocionado, y a Lucy no le quedó otra más que bajar a comer. La abba Gadea le mandó poner la mesa, y cuando el abnuk llegó de trabajar, todos se sentaron a comer.
-¿Dónde está el tío Robus, madre? -inquirió Roxane al ver su silla junto a Lucy vacía.
-Se iba a la Lechucería Pública, me dijo -respondió Gadea mientras echaba la comida-. Ya le he dicho que puede enviar a Antón a donde quiera, pero prefiere lechuzas más jóvenes.
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Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]
Hayran KurguCUARTO LIBRO DE LA SAGA LUCY WEASLEY La guerra contra Lord Voldemort no ha hecho más que empezar, y el miedo reside en los corazones de todos los seres del mundo mágico. El Innombrable debe ser vencido, y para ello, Lucy está dispuesta en ayudar a...