SÁLVAME (LALITER)

16. Sanar (MARATÓN 3/3)

-Listo, llegamos. – Dijo Peter en cuanto aparcó el coche, Lali miró delante, era un bar.

- ¿Aquí me llevas? No creo que sea buena idea emborracharme el primer día de alta. – Peter revolea los ojos, a Lali le sale una pequeña sonrisa cuando hace ese gesto, le parece tierno de su parte.

-No vamos a beber alcohol, tu porque no deberías y yo porque me solidarizo contigo. – Lali asiente, Peter está a punto de salir del coche cuando Lali le hace la pregunta que lleva un rato queriendo hacer.

- ¿Por qué haces esto? ¿Por qué has venido a buscarme? – Lali lo mira a los ojos, esperando sinceridad por parte del chico del lunar, él se vuelve a sentar y la mira fijamente a sus ojos, vale, ahora Lali no está tan tranquila.

-Yo te hice una promesa, y la voy a cumplir.

-No estás obligado a hacerlo.

-Ya lo sé, quiero conocerte Lali. – Esas palabras fueron como ir en una montaña rusa, como cuando tienes un cosquilleo en la barriga, no ha dicho que quiere que sean amigos, ha dicho que la quiere conocer, ¿puede ser cómo algo más?

Lali intenta dejar de pensar en él de esa manera y sale del coche, acto seguido Peter hace lo mismo. El bar no es muy grande, parece bastante tranquilo, y eso la relaja. Aunque hace tiempo que no está en el mundo del espectáculo, los medios de comunicación siempre están atentos para sacarle fotos cuando sale de la residencia, parece que no se cansan.

Cuando entran Lali se da cuenta al segundo que en una de las mesas están Bruno, Eugenia y Úrsula.

- ¿Pero qué? – A Lali no le da tiempo a preguntar más porque Úrsula sale corriendo a abrazarla.

- ¿Te pensabas que no nos íbamos a despedir de ti? Bueno, eso de despedida es relativo, en cuanto salgamos de esa maldita institución, perdón Peter pero es una cárcel, nos vamos a ver, porque si me dejas de hablar Lali yo...

-Te he entendido Úrsula. – La interrumpe Lali, para volver a abrazarla. -Muchas gracias, os quiero mucho.

-Y nosotras a ti más. – Le dice Euge, detrás de Úrsula, Lali se deshace del abrazo con la más pequeña y va a por su amiga.

-Tu sabías todo esto cabrona. – Euge se ríe, su amiga se merecía una buena despedida, y los Lanzani sabían cómo hacerlo. - Pero ¿cómo os han dejado venir?

Ahora es Bruno el que se acerca, Lali lo mira, no sabe por qué, pero siente que él es uno de los causantes de que le hayan dado el alta, salvarle la vida subió muchos puntos entre los médicos. Él la abraza y le contesta a la pregunta:

-Peter sabe cómo convencer a los de arriba, le he pedido que me diga el truco. Bueno, ¡vamos a beber!

Lali se gira a mirar a quien hasta entonces había sido su psiquiatra, no puede estar más bueno, va con un jean y una camisa negra, por favor, que no se la quite nunca, piensa la chica de metro cincuenta. Se estaba tocando el pelo, nervioso, tiene que cuidar de 3 pacientes de una residencia de gente suicida y a una chica que acaba de salir, no debe ser fácil.

-Eso de beber ni pensarlo, lo que os faltaba era alcohol en las venas.

-Pero Peter. – Le reprocha Bruno, creía que se podría divertir un poco.

-Pero nada, el alcohol al principio te hace sentir invencible y luego una mierda, y ni siquiera lo intentes, ya he hablado con los del bar. Aún así nos vamos a divertir, la China y yo conocemos muy bien este sitio.

-Ah, ¿veníais aquí a emborracharos y contaros vuestros problemas amorosos? – Pregunta Úrsula, Lali se ríe, esta chica no tiene filtro.

-No exactamente. – Contesta Eugenia, riéndose también.