Evil Rose [Nueva Versión]

🌹CAPÍTULO 4🌹

Estoy estresada, bueno, no, estoy nerviosa

Aunque más que nerviosa tal vez solo este ansiosa

¿Sabes qué? Realmente no sé cómo me siento, ni mucho menos sé cómo se supone es que debería de sentirme.

Son las diez de la noche y no he podido calmarme por completo desde que llegué a la habitación hace casi 7 horas atrás.

En un primer momento pensé en virar a ver si encontraba mi mochila por el camino, pero después de pensarlo un poco decidí descartar esa idea. Si la mochila se me hubiera caído, lo más probable es que él la hubiera encontrado

No sé por qué se eso, simplemente presiento que ese chico misterioso tomó mi jodida mochila

No me duele haber perdido la mochila en sí misma, sino lo que tenía dentro de ella. Las hojas y el bolígrafo que llevé en caso de tener que tomar notas me da igual, pero mi celular y mi libro estaban adentro también.

No puedo permitirme un celular nuevo en estos momentos, además, no me hace mucha gracia que un loco tenga acceso a mi celular. Porque sí, ese tipo tiene aspecto de que una estúpida contraseña no va a detenerlo si quisiera mirar que tengo dentro.

A duras penas pude tomar un bocado debido a que tengo el estómago un poco revuelto por los nervios. Sin embargo, a esta hora, y sin nada más que hacer, he de reconocer que me está dando un poco de hambre otra vez

Todavía tengo puesta la misma ropa con la que fui a la universidad hoy. Quizás sea hora de darme una ducha, estoy toda sucia y debería aprovechar que ya es un poco tarde y nadie debe de estar en los baños

Reuniendo toda la poca energía que tengo me levanto de la cama en donde he estado tirada mirando el techo las últimas dos horas y me dirijo hacia el closet, de donde saco una camisa de hombre ya gastada que me encanta usar para dormir.

Antes, cuando la compré, solía ser azul cielo, ahora está tan desgastada que casi es transparente y tiene algunas manchas amarillas de alguna comida que me haya manchado y no haya podido quitar el rastro

Tomo también una ropa interior limpia junto con mi shampoo, jabón, y acondicionador antes de abrir la puerta y dirigirme a las duchas.

El pasillo está tranquilo de camino al baño y cuando llego me alegra saber que tenía razón y, efectivamente, tengo el baño para mi sola.

Dejo la ropa limpia sobre un pequeño banquito de madera que hay a un lado de la ducha y cuelgo la toalla en el muro de losas que divide cada ducha para poder tener un mejor acceso a ella