CORREGIDO
N A R R A ________
Entro a la academia, la cabeza dándome vueltas y los ojos pesándome. Pensé que ya no tendría que pagar más por eso, pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba. Miro mis manos y unas náuseas inundan todo mi cuerpo. Sin que me vean, aunque la verdad me importaría poco, subo las escaleras y entro al baño más cercano a mi habitación.
Entonces comienzo a lavarme las manos, la sangre en estas comienza a ser removida lentamente. Me las restriego con más fuerza de la necesaria y tras quitarla, me miro en el espejo, mi labio inferior comienza a temblar, por lo que tomo una fuerte respiración y me acerco a la ducha.
En la tina abro la llave y sin siquiera importarme lo fría que esta el agua, me meto y tras unos segundos me sumerjo por completo bajo el agua.
O M N I S C E N T E
Por alguna razón todo se interconecta cuando pasas mucho tiempo con alguien, los hermanos Hargreeves eran la mayor prueba de esto. Mientras Ocho se sumergía bajo el agua, el primero de los hermanos peleaba sin compasión contra algunos sacos. El chico, tomaba entrenamiento por sí solo con tal de sentirse más útil, con el fin de ser mejor.
Pogo lo observaba desde la puerta, la tristeza invadiendo su expresión por completo.
Escaleras arriba se encontraba la última de las hermanas llorando contra su almohada, mientras maldecía una y otra vez a todos los integrantes de la academia.
—Es injusto! —lloriqueaba mientras Grace, su madre robótica, proporcionaba suaves carisias en su espalda.
A pesar de ser un robot, sentía lastima y tristeza por la pobre chica. El segundo de los hermanos se encontraba junto al sexto, con la espalda en el piso y las piernas contra la pared, ambos se mantenían en silencio mientras movían los pies al ritmo de la música clásica proveniente de la sala, no trataban de detenerse y gruesas lagrimas caían por sus mejillas, la presión en sus pechos haciéndose cada vez más.
Eran simples fracasos ante los ojos de la única persona de la que buscaban cariño, afecto y aprobación, su padre, Reginald.
La tercera de los hermanos miraba las revistas alrededor de ella, abrazando sus rodillas mientras entre lágrimas se repetía que algún día saldría de allí, que ese no era su futuro y que lograría escapar. Que ella era suficiente y que era normal, que era mucho más que su poder y que algún día sus sueños serian realidad. Tendría una familia, una de verdad, y nunca más tendría que recordar los oscuros días dentro de la academia.
No tendría que vivir así, porque sabía que esto no era vida. Menos la que queria y creía merecerse.
El cuarto de los hermanos, tomaba entre sus temblorosas manos el licor junto a él, sentía que necesitaba algo más fuerte, las voces gritaban cada vez más fuerte haciéndose más difíciles de ignorar, no queria abrir los ojos, más un fuerte grito lo hizo abrirlos y ver junto a él, muchos hombres con trajes y en lugar de ojos huecos con sangre le miraban, y le gritaban.
Se tapo los oídos llorando aún más fuerte. Asustado y solo. Mas lagrimas cayeron, sintiéndose impotente y pequeño. Y dios, una vez más se sentía tan solo, que, sin darse cuenta, su cuerpo entero cayo contra el suelo en un golpe seco. Al levantarse se sentiría mejor. Pensó mientras su cuerpo dejaba de responder.
Por último, el quinto de los hermanos, se encontraba en la azotea mirando al vacío, sintiendo nada más que el frio y los copos de nieve caer contra su expuesto cuerpo. Cinco se encontraba tan ensimismado que ni siquiera lagrimas salían de sus ojos.
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Nuestra historia real [Cinco y tu] ✔︎
FanficUn día en 1989, inexplicablemente nacen 43 bebés de mujeres aleatorias y desconectadas que no mostraron signos de embarazo el día anterior. Ocho son adoptados por el aventurero ymultimillonario Sir Reginald Hargreeves, con el propósito de salvar y...