Unica Parte

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Narrador.

Chan salió de su casa apresuradamente cerrando la puerta con fuerza y maldiciendo a su mejor amigo por ser tan descuidado. Siempre sucedía lo mismo, Felix olvidaba la fecha exacta de cuando era su celo y Chan siempre iba a salvarlo de donde quiera que anduviese cada que este le pillaba en la calle.

La verdad era que a Chan no le molestaba el ir a ayudar a su amigo por sus descuidos, no le molestaba salir corriendo de donde quiera que estuviese hacia Felix para auxiliarlo y llevarlo a su hogar donde estaría a salvo.

No se molesto cuando tuvo que salir corriendo de su casa a las 3 de la madruga para ir al bar en donde el rubio se encontraba, encerrado en el baño, caliente y temeroso de la ristra de alfas que se encontraban afuera de este ansiosos y esperando por él porque su dulce olor era demasiado tentador para cualquiera, tampoco se molesto la ves que tuvo que pelearse a golpes con otro alfa que estuvo apunto de sobrepasarse y obligar a Felix hacer algo que realmente no quería al menos no con él, esa vez en realidad chan agradeció al cielo el haber llegado a tiempo para salvar a su amigo.

Esas y un millón de situaciones mas había pasado el pobre alfa con tal de ayudar al descuidado omega pero no le incomodaban en realidad su lobo se sentía feliz cada que Felix acudía a él por ayuda, su ego aumentaba y aquel lobo gris aullaba de orgullo solo por el hecho de que el menor le tuviera tanta confianza como para dejarlo ver su lado mas vulnerable. Y es que el lobo de chan adoraba al de felix, o al menos eso descubrió hace poco, al notar que su pecho se aceleraba cuando percibía la dulce esencia del omega.

Solo había un único y pequeño problema en todas y cada una de aquellas situaciones.

Era cierto que su lobo adoraba a Felix y que él le tenia una muy gran estima al pecoso pero su olor, aquel dulce olor a cereza le fascinaba y en mas de una ocasión estuvo apunto de perder la cabeza por este.

Cada que el celo de Felix llegaba, Chan tenia que tapar discretamente sus fosas nasales antes de que hiciera algo de lo después se arrepentiría, por eso cada que este llegaba se apresuraba a dejar al rubio en su habitación para que se encargara solo de la situación. claro que esto le generaba un gran pesar, la boca hecha agua, un lobo furioso que gruñía ansioso por ayudar al necesitado omega en su interior y una gran erección que tenia que solucionar el solo.

Christopher subió a su auto y condujo rápidamente por las calles de Seúl para llegar al lugar que uno de sus amigos le había indicado. A los minutos, el alfa llego a la cafetería y estaciono el auto, bajando de este rápidamente y corriendo hacia el lugar.

Al abril la puerta, su pobre nariz fue azotada con la dulce esencia del omega, su alfa aulló en satisfacción al percibirla y su corazón dio un pequeño vuelco acelerándose «oh mierda» susurro.

inspeccionó rápidamente el lugar, buscando a sus amigos, al no encontrarlos decidido seguir la esencia a cereza del omega, con cada paso que daba la esencia se hacia mas fuerte, haciéndolo sentir un escalofrío por toda su espalda, camino por un pasillo hasta que visualizo a Minho, recargado sobre una puerta con los brazos cruzados como si estuviera haciendo guardia o cuidando de esta, suspiro en alivio al ver que aquel otro alfa se encontraba ahí y se acerco rápidamente a él.

—Por fin! — exclamo el menor cuando lo vio llegar— sabes a cuantos imbeciles e estado a punto de golpear?

— Donde esta?

—En el baño, sunggie esta con él — Bang asintió, le dio una rápida mirada a Minho para comprobar que estuviera bien y le sorprendió la sereno que se veía, como si de otro lado de la puerta no hubiera un omega celo, él estaba apunto de perder la cabeza pero su amigo se veía totalmente en calma. El menor noto la manera en la que Chan lo observaba, serio y atento, como si buscara algo en él y frunció el seño — Todo bien?

Let Me Help you | Chanlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora