20 de mayo 2019
-Alex- escuche decir a la secretaria de mi nueva psicóloga indicando que debo pasar a la oficina.
Al entrar a aquel salón grande observo toda la habitación detalladamente y algo muy notorio es que casi todo lo que había dentro era color blanco, la verdad no entiendo que obsesión tienen las psicólogas con ese color. Supongo que es porque el color significa paz o algo por el estilo.
-Hola Alex- me saluda la mujer de pelo largo de color negro y ojos marrones oscuros que ahora sería mi psicóloga -soy Andrea y a partir de ahora tus sesiones serán conmigo- terminó de decir con una sonrisa amable.
-Hola- saludo algo distante.
No sé si fiarme de ella, no sé si será honesta conmigo o si será como las anteriores psicólogas que he visto, las cuales trataban de meterme ideas absurdas en la cabeza solo para sacarles un par de billetes a mi papá.
-Bien Alex, cuéntame sobre de ti.
Veo a Andrea coger una pequeña libreta de color gris junto con un lápiz esperando mi respuesta.
-Mi nombre completo es Alex Jones, en unos meses cumpliré 19 años y nací el 19 de agosto.
Para ser sincero no sé que decir, si bien no era mi primera sesión psicológica, no podía descifrar que es lo que ella quería saber con esa pregunta.
- Alex, eso ya lo sé, pero no me hablaba de eso cuando te dije que me cuentes sobre ti, me refería a que me digas como eres, que te gusta hacer, que te disgusta y cosas así para poder conocerte como persona-explicó.
Estuve un momento en silencio observando mis dedos mientras pensaba en que responderle. No se me venían muchas cosas a la mente en ese momento.
-Me gusta escuchar música, ver series y películas, de preferencia las de terror, ah y también escribir libros.
-¿Escribir libros?- se podía notar algo sorprendida por mi respuesta. - Vaya es la primera vez que uno de mis pacientes me dice eso ¿Por qué te gusta escribir?- preguntó con cierto interés en su tono de voz.
Era comprensible que no muchos de sus pacientes no le digan eso, lo más probable es que la mayoría lo encuentre algo aburrido, la verdad solía escribir libros hace mucho y lo deje por algunos problemas que pase, hasta que conocí a Mia.
-Digamos que es un pasatiempo, es algo que me desestresa y además se podría decir que tengo una persona que me da inspiración- contesté.
-Eso es muy lindo, y si no te molesta ¿crees que me puedes decir quien es tu fuente de inspiración?
Sabia que al decir que tenia una "fuente de inspiración" ella preguntaría de quien se trataba. Lo que me sorprende es el tono en el que me habla, es como cuando una maestra de inicial le pregunta a sus alumnos como están, o cuando una señora ve a un bebe por la calle y le habla poniendo una voz terriblemente chillona. A pesar de lo irritante que es que te hablen como si fueras un niño pequeño, sabia que estaría aquí por un largo tiempo, así que debía responder si quería que esto no tome mucho tiempo.
-Mia, se llama Mia, la verdad es una larga historia, pero digamos que es mi inspiración porque amo ver su expresión al leer cada capítulo, ver la sonrisa que pone cuando pasa algo romántico en el libro, la emoción con la que me habla sobre lo que ha leído y la concentración con la que lee, es como si para ella no existiera nada más que el libro en ese momento- respondí.
Recordé aquella vez que la lleve a un lugar que a partir de ese momento seria solo para ella, cuando quisiera leer tranquila, pensar o simplemente estar sola. Ese día aprendí a apreciar cada facción de su rostro, vi sus expresiones al leer uno de los tres libros que le había regalado, era increíble poder apreciar sus reacciones ante las escenas de ese libro.
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La Chica De La Feria
Romance-¿Cómo consigues olvidar a alguien que te cambio para bien en tan solo unos instantes? -No lo haces, simplemente aprendes a vivir con lo que paso y a aceptar que ahora esa persona es solo un recuerdo.