Antes de que te vayas

336 35 5
                                    

Duele, como duele, desgarra, te saca el aire, el aliento. Siento que con cada suspiro una parte de mi se va con vos. ¿por qué? ¿Por qué maldito seas me hiciste algo como esto? Pienso, me deshago en pensamientos para tratar de entender y siempre vuelvo al principio ¿por qué? Cómo no lo ví, cómo no lo noté, allí estaban todas las señales y no pude advertir que te irías, que decidirías dejarme, terminar esto.

Me preguntó si es mi culpa, no lo noté, debería haberlo notado, las señales estaban allí ¿o no? ¿No me lo decías con tus silencios, tus ausencias?, ¿cómo pude no notar cuanto te dolía? Pero aún me cuesta entender por qué, ¿acaso no fui suficiente? ¿no te hice feliz? Me aferro a tu almohada, al lado de la cama en que dormías porque todavía huele a vos, acarició la sábana fría donde deberías estar, donde decidiste no estar.

No parpadeo, no quiero que las lágrimas contenidas salgan, lloré demasiado, tanto que podría creer que ya no habría más lágrimas para llorar, pero allí están: listas una vez más para volver. ¿Cuánto puede llorar una persona?

-Mione -dijo una voz masculina conocida para mí del otro lado de la puerta llamando mi atención, sacándome unos segundos de mis lamentos- ya casi es la hora -me anunció. Con un sonido le indique que lo había escuchado. Me levante con parsimonia y fui hasta el baño que estaba dentro del cuarto, me mire en el espejo y mi reflejo me devolvió la peor versión de mí, estaba pálida, los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, los pelos como un nido de pájaros y una remera de él que después de usarla tanto tiempo ya no olía a él.

Cuando estuve dentro de la ducha y el agua caliente comenzó a relajarme pensé que iba a poder calmarme, pero en realidad sucedió todo lo contrario, las lágrimas que tanto había estado conteniendo fluyeron con libertad mezclándose con el agua que caía sobre mí y otra vez volvía a pensar en él y todo lo que me dolía lo que había hecho, en que no sabía cómo seguir sin él. Debí haber gritado o llorado tan desgarradoramente que Harry vino al baño y me abrazó dentro de la ducha, sin importar que estuviera desnuda, que se iba a mojar la ropa, nada, solo estuvo para mí y entonces me aferre a él y deje salir todo el llanto contenido y lo abracé con fuerza y otra vez me pregunté ¿por qué? ¿por qué Draco me dejo sola?

Harry me sacó de la ducha, me ayudó a secarme y luego con un hechizo se secó la ropa. Me acompañó a la pieza y me dio la ropa para que me vistiera, miró hacia el placard donde toda la ropa de Draco continuaba allí y luego me miro, no estaba lista para sacarla, todo era muy reciente, solo había pasado un día. Él pareció comprender que no era el momento, pero cerró la puerta del placard como si eso hiciera desaparecer la realidad de que Draco ya no estaba y que sus cosas continuaban allí con ella.

Unos minutos después estaba prácticamente lista, solo me faltaba ponerme los zapatos cuando Ron se apareció en el cuarto con un traje negro como lo ameritaba la situación, caminó los pasos que nos separaban y me abrazó, el abrazo de Ron había sido cálido y reconfortante, pero no dijo nada, sabía que las palabras sobraban, que podías decirle a una persona en su situación si no habías vivido lo mismo.

- ¿Ya es hora? -pregunté con la voz rasposa por el llanto cuando Ron me soltó, ambos me miraron con pena y asintieron- entonces, vamos -tenía que hacerlo, tenía que ir, aunque hubiera deseado ir a cualquier otra parte del mundo menos a aquel lugar, tenía que, no importaba cuanto me doliera, era mi última oportunidad para verlo, para decirle adiós.

Mis amigos se acercaron a mi para desaparecer los tres a la vez y al mismo tiempo brindarme apoyo, lo necesitaba y ellos lo sabían. Cuando todo aquello pasara y estuviera más tranquila les agradecería por todo, ambos habían sido excelentes conmigo, desde el primer momento me acompañaron y apoyaron.

La casa de los Malfoy estaba llena de gente cuando llegaron como si aquello fuera una maldita fiesta, de repente se sintió furiosa, muchas de esas personas no tenían nada que hacer allí, no era un evento social. Narcisa Malfoy la miró desde la entrada de la casa, se veía igual de demacrada que ella, se imaginaba que su dolor debía ser incluso peor que el de ella. Se imaginó que el hecho que estuviera allí había sido por una generosidad del ministro o de Harry.

Before you goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora