Continente Americano.

[Parte 9]

–¿Y bien? Los escuchamos.

El que hablo fue Portugal, a duras penas salió de la habitación de Brasil en cuanto este comenzó a recuperar la consciencia.
La enfermera recomendó dejarlo descansar un rato más, en lo que ella lo revisaba y daba el visto bueno para que se levante.

Están varios reunidos en la sala una suite del hotel, cortesía de los dueños.
Estaba reunida la mayoría de habla hispana, además de la familia inglesa, esto por petición de Canadá y Perú.

Costa Rica, Cuba y Dominica estaban sentados en el respaldo de un sillón para tres, en los asientos están Panama en la esquina derecha frente de Cuba, Puerto Rico en la esquina a izquierda frente de Costa rica y Nicaragua en el centro.

En un sillón individual estaba España, en sus piernas El Salvador, Belice y Ecuador, a su alrededor estaban Venezuela, Colombia, Uruguay y Paraguay.
Desparramados en el suelo estaban Chile, Argentina, estos dos boca abajo y los codos usándolos de apoyo para levantar la cabeza. En medio de ambos estaba Bolivia, o bueno, parte de Bolivia estaba en medio de ellos por que la espalda alta están recargadas en la espalda del Chileno y las piernas en la espalda del Argentino.

Inglaterra estaba sentado en otro sillón individual, con Francia en uno aparte.
Estados Unidos estaba de pie con los brazos cruzados del lado derecho de su padre mirando con duda a su hermano, menor, según el.
Australia estaba a un lado de USA, encerrado en su celular, siendo ajeno a la tensión de la habitación. Nueva Zelanda estaba igual que Australia, pero a estos dos les quitaron sus teléfonos Francia para volver a sentarse soltando un suspiro.

Se quejaron tal cual niños chiquitos, ternura le dio al canadiense.

Portugal se sentía excluido por que su hijo no estaba presente, aún no.

–Bueno pues... Perú volteó a ver a Canadá, este miro a otro lado. Solo esperan a que llegue el Mexicano para hablar correctamente.

– [Esperemos a que México regrese] —Hablando del rey de roma, el susodicho entró con una caja bajo su brazo izquierdo y con Brasil apoyado en el del lado derecho.

-–Ja, lo invoco al boludo —Argentina le susurró a Chile, este asintió— Deja de moverte!

–Quita ete de encima! —Chile se movió tal sanguijuela para poder tumbar a Bolivia de su espalda.

Termino dando un cabezazo al suelo por que su brazo falló y se fue de jeta. Bolivia se rió, pero Argentina se movió arrastrándolo con él y también su cabeza cayó al suelo en un sonido sordo.

Estos eran ajenos a la mirada del español, por que interrumpieron el habla del peruano.

–Como decía... Nosotros estamos.. Destinados a algo... hee.. ni muy bueno ni muy malo —hizo uso del habla seria que les enseño España en sus tiempos.

–¡Explicate de una vez chaval! —frustración y ansiedad era lo que más se asemejaba al sentimiento del mayor.
En el fondo, algo le dice que lo que sea que valla a suceder, es parte de su culpa.

–Loquequeremosdeciresqueelfinalseacerca —hablo tan rápido que no le entendieron.

–[Yo les diré] —tomo la palabra Brasil. México a su costado, le extendió la caja. Este se la paso a Perú y el a Canadá— [Si les di la caja era para que la pusieran en el suelo, pendejos.] —cara de ofendidos en los rostros de ambos bicolores y una mirada de orgullo de México.

Incluso llegó a susurrar un "Crecen tan rapido" mientras se quitaba una lagrimilla inexistente.
Canadá colocó la caja en el suelo, Brasil se agachó lo suficiente para retirar una parte de costra de su rostro, dejando caer una gota en la caja, relata era de color blanco.

–Esto parece que será un exorcismo —El Salvador quería espantar a Belice, lo logró. Este se aferró a la camisa de su padre.

Canadá se sentía impotente, quería guardar todo eso para ellos mismos. Aún así, uso una pequeña aguja que estaba en su boca, nadie sabe ni sabrá cómo rayos estaba eso allí. Ni siquiera el gringo estaba enterado de esa aguja. Volviendo al tema, el la usó para pinchar su dedo meñique y dejar que una gota de su sangre cayera en la caja.
La diferencia es que su sangre no era roja, como usualmente sería. Esta tiene un color verdoso y tiene un ligero olor a pino.

Buscar una manera de resolverlo entre ellos tres, entre los cuatro. Era lo que querían, pero con el regreso de esos dos y posiblemente los otros dos, esto se podría ir al caño.

Perú retiró una piedrita hermosa de su gorro, hizo lo mismo que Canadá, su sangre era un tono entre turquesa y azul marino, además de que una ligera ráfaga de aire se sintió.

México procedió a hacer lo mismo, solo que sus rasgos faciales cambiaron ligeramente, con esto me refiero a los ojos y la boca. Tal como esta en su escudo, uso lo colmillos de una serpiente para pinchar su dedo medio.
Su sangre se asemejaba más a algo podrido, color negruzco y de olor a putrefacción.

El olor llegó a todos los presentes a pesar de ser leve. Aún así hicieron caras de asco, che débiles.

–¡Aa! ¡No sean mamones! ¡No huele tan feo!—discretamente se olisqueó el dedo, retirando lo rapidamente— Olvidenlo, si—casi regresa su desayuno.

–[Chile y Argentina podrían hacer lo mismo por favor] —Brasil los llamó, pero negaron con la cabeza— [No era pregunta] —muy a webo Chile fue el primero en acercarse, a estas fechas, muchos aún no se han retirado del vicio, que más da.

Si sobrevivieron al covid, esto es pan comido.

Una manera en la que evitarian el dolor de Chile al temblar tanto. Ese es el pensamiento de los cuatro cuando vieron su sangre perder su color cuando cayó a la caja. Al principio era roja, pero cambió a blanco con un muy tenue olor a tierra.

Argentina se acercó más tembloroso— Si vos me estáis haciendo un pacto, la re concha de su mare —le quito la agujita a Chile, quien se la había quitado a Canadá.

Su sangre fue de color plateado, liberó un olor a hierro, potente, pa que digo que no si sí. Esto por que casi se atraviesa el dedo en su segundo de valor.

Una manera en la que Argentina sería el rey del sur.

–USA, You too [USA, tu tambien] —Canada lo llamo, pero se hizo de oídos sordos, no quería pincharse el dedo—United States of America, come here, now [Estado Unidos de América, ven aquí, Ahora] —a regañadientes se acercó, pero traiba la cola entre las patas.

Una manera en la que USA recuperará sus raíces, recuerde a sus padres y su gente. Pensaba Canadá.
Aún no sacrificaba una gota de su sangre el yankee, fue sometido por Perú que lo sujeto de la cintura exclamando "Ayudenme bola de idiotas!" Argentina y Chile se sujetaron de el para tumbarlo al suelo.

El no quería pincharse el dedo, le sacateaba pero Canada como buen hermano, le agarró la mano derecha y extendió el dedo índice para pinchar lo.  Chilló el yankee. Su sangre fue roja cambiando a café, soltando un olor a flores.

—Y yo que pensaba que esté era macho— se burló Chile.

Una manera en que el Continente Americano regrese a la normalidad.

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Regresé