Why Not? [Español]

Prólogo

Dia 1

Despierto con un dolor punzante en la parte posterior de la cabeza, abro poco a poco los ojos cuando escuchó pisadas fuera de mi habitación pero no logro ver nada, solo oscuridad.

Parpadeo repetidas veces hasta que mi vista se adapta y me doy cuenta, no estoy en mi habitación ni mucho menos acostada sobre mi cómoda cama.

Miro hacia los lados desorientada, no sé donde estoy, la habitación es oscura, fría y hasta podría decir que aterradora, ni una ventana adorna el espacio haciendo que me sienta asfixiada en estas cuatro paredes. Estoy sobre una especie de manta en el suelo, cuando mis dientes empiezan a tiritar de frío la tomo para arroparme, e intento pensar en lo sucedido la noche anterior porque no encuentro respuesta para mi situación.

Por más que intento no puedo recordar nada más que estar en la fiesta con mis amigos y beber en exceso.

Culpo de eso a mi falta de memoria.

El sonido de una puerta abriéndose me saca de mis pensamientos y una luz va directo hacia mi rostro haciendo que me cueste adaptarme. Unos pasos se acercan y cuando mis ojos por fin enfocan a la persona frente a mi, me tenso inmediatamente al reconocerlo, a este no parece importarle porque camina lentamente hacia mi, intento alejarme gateando pero mi espalda choca con la fría pared.

—Que bueno que despertaste. — Hace una pausa y sonríe de una manera que me pone de los nervios —. Por un momento pensé que estabas muerta. Creo que me pase con la cantidad de escopolamina porque han pasado muchas horas desde que te traje.

—¿Dónde estoy? ¿qué hago aquí?

—Qué cínica eres, deberías saberlo muy bien.

— Si lo supiera no estaría preguntando ¿no crees?

— Resulta que has estado ignorándome por semanas, te seguí varias veces y que sorpresa me llevé cuando te vi con el pelirrojo que dices odiar cada vez que lo hice. Ni con el fuera me dejaste de ignorar porque Accardi no tardó en acercarse a ti apenas Ethan se fue. — Explica con desagrado, acercándose cada vez más a mi. — Así que como tu novio, tuve que traerte a la fuerza para mantenerte lejos de ellos porque están interfiriendo en nuestra relación y eso no lo puedo permitir.

— ¿De qué diablos estás hablando? ¿Novio? Ni que estuviera tan loca para estar con un acosador como tú.

En un rápido movimiento me toma por el cuello y me acorrala en la pared sorprendiéndome.

— Será mejor que te calles o te va a ir muy mal. — Su mano se cierra con más fuerza en mi cuello, haciendo que el aire se escape de mis pulmones.

— Suéltame idiota. Esto es secuestro. Me tienes en contra de mi voluntad. — Replicó entrecortadamente, lucho por deshacerme de su agarre pero es imposible.

— Dulzura, esa no es la manera de hablarle a tu novio. No estás secuestrada porque no creo que sea contra tu voluntad que estás aquí. Solo estás alterada por el alcohol, con unos días aquí empezarás a amarme otra vez.

— Estás loco. Eso es...

Las palabras ya no fluyen, me siento débil mientras intento respirar y dejó de luchar. Cuando se da cuenta que estoy por desmayarme me suelta bruscamente, haciendo que caiga de rodillas.

—Ya veremos si seguirás tratándome así cuando pases hambre y sed en este cochinero. — Escucho cómo sus pasos se alejan pero lo único que hago es intentar calmar mi respiración mientras mi mirada está fija en el suelo. — Que disfrutes tu estadía, dulzura.

Cuando la puerta se cierra, automáticamente me arrastró hacia esta en un intento de abrirla, pero es imposible. La golpeó repetidas veces y grito con la esperanza de que alguien me escuche, hasta que mi garganta duele.