El blanco y algo lúgubre pasillo se encontraba vacío, y él era el único allí, sentado en un banco de madera. Leía los carteles sobre enfermedades, cuidados y protecciones que solían haber en las paredes de todas las clínicas, incluso un mapa del piso en el que estaba.
Miró la hora en el reloj de su muñeca. Iban a ser las cuatro de la mañana. No llevaba mucho ahí dentro, pero ya le estaba dando sueño. Y para acabar; no le gustaban los hospitales, pero había tenido que acompañar a un amigo que, por andar borracho, cayó de mala manera, doblándose muy mal el brazo. Aún no sabían si lo tenía roto o no, sin embargo, seguía esperando.
Se cruzó de brazos y se recostó en el respaldo, intentando acomodarse en caso de dormirse por tanta espera, hasta que algo llamó su atención. Un joven de cabello castaño, vistiendo únicamente una bata de paciente, caminaba descalzo a un paso, algo apurado, sin ningún acompañante.
Lo primero que Jungkook notó fueron sus ojeras y las vendas en sus muñecas.
Por un momento creyó que estaba viendo un fantasma, pues aquel chico ni se había detenido a verlo siquiera, como si no estuviera allí. Aunque el hecho de que mirara para todos lados como si no quisiera que algún empleado de la clínica lo viera, le hizo saber que era real, y algo malo sucedía.
Jungkook dudó un instante, pero finalmente se levantó de su asiento y lo siguió en silencio, curioso de saber a dónde se dirigía con tanta prisa.
Continuaron el camino escaleras arriba, hasta llegar al último y más alto piso de la clínica, justamente a la azotea, bañada por la oscuridad de la noche. Había algo de viento y hacía frío. Las luces de la ciudad se reflejaban en sus ojos y el silencio reinaba, siendo algún que otro coche solitario el culpable de romperlo.
Jungkook frunció el ceño en cuanto vio al joven subir al pequeño muro que funcionaba como protección para que nadie tuviera un fatal accidente, pues una caída desde allí arriba sería una muerte instantánea, pero al parecer el castaño era lo que buscaba.
Taehyung miró hacia abajo una vez allí, con sus dedos tocando el borde, intentando ignorar el vertigo. Su cuerpo temblaba levemente por el helado clima, dificultándole mantener el equilibrio. Se mantuvo en el borde, a punto de tomar la iniciativa de saltar, pero una dulce voz lo detuvo.
—No lo hagas. —habló Jungkook.
Taehyung se tambaleo del susto, y por suerte recuperó rápido el equilibrio, manteniéndose a salvo. Volteo rápidamente la vista para notar a un pelinegro de camisa blanca y un jean negro roto, mirándolo con ojos suplicantes. Una de sus manos estaba alzada, en gesto de querer impedirlo, pero ni él ni nadie iba a lograr que fallara.
—¡Largo! —le gritó Taehyung, pero aun así su suave voz sonó débil.
—No lo hagas. No sé qué te haya llevado a querer esto, pero todo tiene una solución menos la muerte. Por favor, dame tu mano. —y la alzó, queriendo que lo hiciera.
—¡Te dije que te fueras! ¡Ni siquiera sé quién eres!
—Yo tampoco sé quién eres, pero estoy aquí intentando salvarte la vida. Por favor, no hagas eso.
Taehyung lo observó un instante, con el llanto atorándose en su garganta.
—¿Salvarme la vida? —sus ojos miel se llenaron de lágrimas.— ¡Ve esto! —se arrancó casi de forma salvaje una de las vendas, dejando ver unas horribles cortadas que aun ni habían cicatrizado de lo recientes que eran.— ¡No quiero seguir en esta mierda y esta vez no voy a fallar! ¡Ahora vete porque pierdes tu tiempo! —soltó el vendaje, dejándolo caer por el precipicio, siendo llevado en otra dirección por el viento.
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Gracias | KookTae [OS]
FanfictionEn donde Jungkook tan solo quiere salvar a Taehyung. -Tema sensible. -Poco más de 1000 palabras. -Con la colaboración de @Taemarts