Evil Rose [Nueva Versión]

🌹 CAPÍTULO 6 🌹

Los pajaritos cantan mientras se posan en la copa de los árboles del patio que divide la residencia de la universidad.

El clima hoy está con un poco de viento, incluso más que ayer, por lo que las hojas del árbol bajo el cual estoy sentada se mueven de un lado al otro sin cesar.

Como resultado de los vientos molestos del día, el clima está bastante fresco, así que opté por un cómodo abrigo rojo sangre que me queda un poco grande y unas leggins negras para cubrirme de la humedad.

En mis auriculares se reproduce música aleatoria, a la vez que mis ojos se cierran y me recuesto contra el tronco, buscando relajarme un poco. Hoy no me tocaba trabajar en la ferretería, así que decidí comenzar la mañana con un poco de calma. Simplemente pensé en relajarme antes del almuerzo para después estudiar un poco.

Anoche casi no pude dormir debido a las pesadillas. Eso me preocupa. Desde que estoy en este lugar los episodios y los recuerdos tratan cada vez más de salir a flote por mucho que intente retenerlos.

Creo que podría ir al psicólogo del pueblo, suponiendo que haya alguno, pero el asunto es que no quiero levantar rumorea de ningún tipo, y como este es un pueblo pequeño, si mi llegada fue tan facil de transmitir hacia los oidos correctos, ¿Qué podría esperar si conienzo a asistir a terapia? No gracias, hasta ahora me las he arreglado sola, puedo seguir haciendolo, solo tengo que ponerle más empeño

A veces me pregunto qué hubiera pasado si me hubiera quedado en casa y no hubiera decidido dejar todo atrás. A lo mejor seguiría asistiendo todos los sabados a mi clase de dibujo, o tal vez aún iría cada jueves al super para comprar las gomitas de azucar en oferta que sacaban una vez a la semana; pero también estaba la posibilidad de volverlo a ver, y no podía permitirme ese riesgo.

Todos dijeron qué estaba muerto, que no tenia nada de lo que temer, pero ellos no lo conocen como yo lo hago, después todo, era su favorita.

Una risa llena de sarcasmo brota de mi garganta por lo bajo

Qué ilusos son. Cuando me encontraron, todo estaba destruido, en llamas. Sí, la cantidad de cuerpos coincidia con la cantidad de implicados, pero yo lo sé. En el fondo de mi alma lo sé, él no era uno de esos cuerpos, es demasiado astuto e hijo de puta como para morir tan absurdamente.

¿Y lo que me ocurrió a mi? No soy tonta, yo no pude haber escapado tan fácilmente y sin represalias. ¡Oh No! Él solo se está preparando, y no puedo hacer nada al respecto más que esperar y rezar por que no sepa en dónde estoy.

Estoy tan sumida en mis pensamientos que no noto cuando unas manos se ciernen sobre mis hombros, provocando que de un brinco en el lugar y suelte un pequeño grito.