Se suponía que iba a ser una mañana tranquila, los alumnos de la secundaria "TR" regresarían a sus clases después de estar en casa dos semanas debido a las fuertes lluvias en la ciudad, los profesor volverían a cumplir con su labor de tortura disfrazada de enseñanza y, por sobretodo, se reanudarían las actividades de clubes y las tan aclamadas competencias entre escuelas.
No había nada malo hasta ese punto, estar encerrados en casa y sin poder salir no es agradable para cualquier adolescente al que le guste salir a pasear y disfrutar del aire libre, pero lo que menos uno quisiera encontrar a las 7:30 de la mañana después de esas dos semanas encerrados era una nota informativa que alababa al famoso club de musculosos sin cerebros, los cuales eran el tema de todos los días entre los pasillos y salones de clases.
"La secundaria "TR", para abreviar, se encuentra ubicada en Shibuya, al oeste de Tokyo. Instalada en una zona céntrica y con cientos de locales variados a la redonda, muchos jóvenes postulan para ingresar a la tan famosa y aclamada secundaria, y no es para menos, el principal motivo e interés por postular son los integrantes de su Club de Taekwondo. Son conocidos como la Tokyo Manji Gang, cinco jóvenes entre 14 y 16 años que poseen habilidad y técnica en las artes marciales mixtas y la defensa personal. Cada uno ha sido entrenado por profesionales en la rama, los cuales han dedicado su vida a que estos chicos sean los futuros campeones de Japón, y quien llevarán a su capitán Sa..."
Con un golpe a la mesa se hizo el silencio entre esas cuatro paredes, los tres pares de ojos estaban fijos en un joven pelinegro, cuyas raíces lilas ya se dejaban ver, y que arrugaba a más no poder el pobre periódico de la escuela, el cual era gratuito y no tenía la culpa de las injusticias que les ocurrieran a tales jóvenes.
-Esto es inaudito, inaceptable, estúpido y por sobretodo un derroche de papel. -exclama el pelinegro arrugando aún más, si es que se puede, el pobre papel con la nota informativa que alababa al club de taekwondo.
-Mitsuya... Tranquilízate. Solo es una nota, nada más. No hay porqué enojarse y menos desquitarse con un periódico en buen estado y que puede servir en un futuro no muy lejano. -intentó calmar la furia de su amigo, pero cuando se ponía en modo drama, no había quien lo pare.
-Es que no lo comprendes Ken, esta nota iba a ser de ayuda para el club. Nosotros hacemos los malditos trajes de esos niños sin cerebro -refutó a su compañero de club, esta vez no iba a tolerar injusticias hacia su equipo de trabajo.
-Además, están hechos a la medida, con los ajustes que los "niños sin cerebro" piden y entregados con días de anticipación para que los estrenen con bombos y platillos en sus competencias -añadió una tercera voz, más delicada pero capaz de encender las llamas del rencor si así lo quisiera-. Yo solo decía, no me mires así Ken, es verdad.
Y, era verdad, Ken lo sabía y por más que quisiera negarlo, no podía. La dirección de la escuela les había prometido al club de economía doméstica, especialmente a su presidente Mitsuya Takashi, un reconocimiento en la próxima publicación del periódico escolar si ayudaban en la confección de los karategi completos del club de taekwondo. Lo cual no fue una tarea fácil. El Dobok, vestimenta oficial para este deporte estaba conformado por una chaqueta sin botones color negro con bordados dorados en la espalda y a los costados de los brazos, el pantalón del mismo color y con ajuste en la parte final para que no se alce o sufra desgaste al dar patadas y el Ti (cinturón) que tenía el nombre de cada integrante. Todo hecho a mano y de manera impecable, una obra de arte que lamentablemente no era reconocida por nadie.
-Ustedes dos son insoportables, es por este motivo que no quería mostrarle a nuestro presidente la maravillosa nota del club de periodismo, pero como a Kazutora le gusta ver correr sangre va y me la quita para mostrarla -cada palabra era una llamada de atención para ambos, el rubio entendía la molestia de ambos, pero no quería tener que lidiar con una discusión antes de comenzar la primera hora de clases-. Bueno, si no hay más de qué quejarse, nos vemos -y dándoles una mirada de advertencia para que dejaran de pelear y se siguieran desquitando con el pobre pedazo de papel, se fue.
- Ken no lo entiende... -suspiró Mitsuya y Kazutora a la vez.
Si bien ambos sentían que se comportaban como niños, era injusto que no los incluyeran en la publicación. Ya no querían tener que lidiar con otro trabajo así, fue un mes estresante para todos los integrantes de su club, y eso que tuvieron manos extras que los ayudaron en todo el proceso.
- Cierto Mitsuya... ¿Tu novio no está en el club del cual te quejas tanto? -y con un solo comentario de Haruchiyo, quien se había mantenido en silencio y escuchando todo el drama de su amigo, Mitsuya cayó enmudecido, sonrojado y sin poder refutar lo que dijo su compañero de costura.
Y ese era un dato que pocos conocían y sacaran como tema de conversación. La relación de Takashi con un miembro del club de taekwondo era un secreto muy bien guardado, habían mantenido su noviazgo bajo 7 llaves y para nadie era sorpresa pues ambos no dejaban que terceras personas presenciaran sus muestras de cariño. Sus compañeros de club eran una excepción, ya que por un descuido por parte del Mitsuya los descubrieron dándose un pequeño osculo en la puerta del club de taekwondo. Un recuerdo que ambos implicados no quieren rememorar, por ser vergonzoso y bochornoso en todo sentido.
-Ugh... Te odio -aldijo nuestro joven presidente, ya harto de todo el asunto del periódico-. Mejor vamos todos a clases, y ojalá el profesor que les toque les lance una tiza en toda la frente si cabecean o se duermen en plena explicación.
<<Sí, definitivamente eso lo haría sentir mejor>>. Pensó para sus adentros mientras caminaba rumbo a la salida del club para ir a sus clases. Estaba a tiempo, no llegaría tarde por nada ni nadie.
-Tengo hora libre -Kazutora exclamó con alegría mostrando una sonrisa socarrona.
-Y yo tengo clase a partir del segundo periodo, solo vine temprano para ver cómo era tu reacción respecto a la nota del periódico -secundó Sanzu, caminando tranquilo hacia la puerta del club, para cerrar y regresar a la hora del almuerzo para seguir fastidiando a su amigo.
Retiraba lo dicho, el destino lo odiaba a muerte.
Y así fue como se calmó el drama a tan temprana hora de la mañana en el club de economía doméstica, bueno, hasta que llegó la hora del almuerzo y un pequeño Chifuyu cometería el más grande acierto, para algunos error, de su vida. Este pequeño desliz pondría en guerra a ambos clubes, desencadenaría secretos muy bien guardados y provocaría situaciones vergonzosas que darían paso al nacimiento de relaciones duraderas y capaces de enfrentarse al mundo entero.
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Notita de la autora:
Este es el primer capítulo de AP CHAGUI... Puntadas directo al corazón.
Espero haya sido de su agrado y nos vemos en la próxima actualización owo
Yo no pido votos ni comentarios, con le hecho de que personitas como tú lean mi trabajo ya es de por sí maravilloso. Agradezco el apoyo y tomen mucha agua :3
Y si tienen alguna duda, solo pregunten, responderé a sus interrogantes solo si no son spoilers de la trama de la serie, el misterio siempre estará presente en esta obra ^-^
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AP CHAGUI... Puntadas directo al corazón
FanfictionUn pequeño desliz por parte de Chifuyu pondría en guerra al Club de Taekwondo y al Club de Economía Doméstica de la Secundaria "TR", lo cual desencadenaría secretos muy bien guardados entre los integrantes de ambos clubes y, por si fuera poco, provo...