Capítulo 15| Enfermos

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Había pasado una semana desde que habíamos recuperado el muro María; y entre algunas de las cosas relevantes que habían sucedido. Es que con el paso de los días, un poco de la confianza que teníamos sobre Eren se iba poniendo en duda.

Yo por mi parte no había vuelto hablar con Levi desde lo que paso en la enfermería; en algunas ocasiones llegaba a verlo de lejos, pero ambos evitábamos cruzar palabra.

Y ahora mismo siendo de noche, aún no lograba irme a dormir -venga blanca- llame a mi caballo quien se mantenía tirado en el suelo, agotado -necesitas comer algo- le rogué. Desde que había regresado de la muralla la notaba algo decaída -¿estas triste por que no te lleve conmigo?- la acaricie mientras me sentaba en la paja -no sabes lo que vivimos. Yo me alegro de que no fueras- tras esto giro su cabeza, dando por terminada la conversación -debes estar enferma- susurre -mañana le diré a alguien- me levante sacudiendo mi pantalón -bravo ____, vienes a los establos con ropa blanca...- suspire revisando que todos los caballos estuvieran en su lugar -y todavía tendré que mojarme- repetí al escuchar el fuerte trueno que caía alarmando un poco a los caballos -tranquilos- les repetía calmándolos.

Antes de irme cargue un poco de agua en una cubeta para dejarla al lado de Blanca, por si le daba sed por el resto de la noche. Me agache dando la espalda a la puerta del lugar -nos vemos mañana, lo prometo- le susurre a mi caballo mientras le sonreía -sabes que te quiero- me incorpore y al hacerlo sentí como agua recorría por mi garganta; sacada de mi shock note el vaso en mis labios.

Tome un poco del agua dejando el resto en mi boca, que después escupi. Me di la vuelta para encarar a quien había hecho esto -¿Qué...?- la persona frente a era mas alto que yo, portando la capa de la legión.

Quiso tomarme de los hombros, algo que evite golpeándolo. Provocando entre los dos una pelea en la cual ambos llevábamos un empate, me acerque a la pequeña valla que separaba a Blanca de mi y tome la cubeta de agua y la tire sobre los pies del hombre misterioso. Provocando que la tierra comenzara a mojarse.

Logre empujarlo para que resbalara, me coloque sobre el notando el rostro de la persona -¿Venzo?- aprovecho mi sorpresa para golpearme fuertemente en la cabeza dejándome un tanto inconsciente. Sentí como me arrastraba para después cargarme en brazos; segundos después sentí la fría lluvia golpeándonos.

-lo siento ____- susurro mientras me dejaba en el lodo preparando el caballo para subirme en él.

Me negué fuertemente tratando de recomponerme. Me arrastre para regresar a los establos y cuando tuve estabilidad me levante y comencé a correr dispuesta a encerrarme junto a los caballos -¡no lo hagas mas difícil!- corrió tras de mi y antes de cerrarle la puerta en la cara la empujo fuertemente -¿Cuánto tardara?- pregunto al aire mientras trataba de amarrar mis manos.

-no...-susurre sintiéndome atontada -¿Por qué Venzo? Estabas muerto...- trato de cargarme de nuevo, pero lo evite golpeando su rodilla. Se alejo y afloje la cuerda en mis manos; gatee hasta acercarme a la valla de un caballo negro que reconocía. Quise abrir la valla pero Venzo se acerco y me tiro al suelo colocándose sobre mí.

Ahí me di cuenta que no era agua lo que había tomado, de haberlo sido no sentiría todo mi cuerpo pesado.

Patalee sintiendo que la fuerza se me iba lentamente. Él lo noto y moví mi cabeza aun lado queriendo evitar que mirara mi desesperación. -yo te amo...- susurro mientras me tomaba fuertemente del mentón para que lo mirara -no puedo dejarte aquí- me quiso levantar, pero me negué volviendo a golpearlo.

Él en respuesta golpeo mi mejilla, cansado de todo -lo siento, pero no hay tiempo para explicar- forzó a que lo mirara -nada es como crees, esta isla no es todo lo que conoces- sus palabras me cautivaron dejándome anonadada.

¿Aun me escuchas? | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora