Capítulo 1 Niñez difícil

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Bueno, ¿por donde empezar? Ah si mi nombre es Lea McCollin, tengo 17 años, nací en Toronto, Canadá, mis padres no suelen estar mucho en casa, y hermanos no tengo, o bueno al menos eso creía.

*FLASHBACK DE LA NIÑEZ*

Algunos dicen que la niñez es algo que se debe gozar, que es una de las mejores etapas de nuestras vidas, que es el momento en el que no tienes de que preocuparte, pero no en todos los casos es así, mi niñez fue algo dura. Empezamos con una pequeña bebé, a quien su madre la abandono en un orfanato, siendo apenas una criatura inofensiva, fui tratada como una rechazada más, aún así yo era muy feliz, con lo poco o mucho que tenía, cuando una familia decidió darme la oportunidad de ser alguien en esta vida, aunque hubieron algunos cambios, como mi nombre para empezar, mi madre, si es que se le puede llamar así a la persona que me dejo a mi suerte dejo escrito que mi nombre era Lissandra Mathews, pero en el momento en que esta familia me adoptó, con tan solo 6 años, me dio por nombre Lea McCollin. Desdé entonces mi vida cambio, aprendí buenos modales, a como caminar, sentarme y comer, tambien a como vestir y hablar apropiadamente, tenía lo que quería y más, pero me hacían falta mis padres. 

Estuve en las mejores escuelas, y aunque me costo adaptarme, logre sobresalir, claro académicamente, porque todos sabiendo que yo no era hija biológica de mis padres, decían que no tenia nada que hacer ahí, pero yo sabía que si mis padres me adoptaron fue por una razón, querían una familia, y conmigo la encontraron, todo estaba marchando bien, hasta que mis padres empezaron a pelear constantemente, papá en veces no estaba, mi madre salía de fiesta, me empecé a quedar sola desde los 10 años, irónico no, me adoptan para darme el amo y el calor de un hogar que nunca tuve, y todo cambia en unos años.

En veces la vida no es como uno la espera, cuando tenia 8 años, mi madre logro quedar embarazada, en ese momento, hermanas y hermanos de mi madre, le dijeron que me devolviera al orfanato, que por fin tendría un hijo de su sangre, por alguna razón ella se negó, y dijo: Lea es mi hija, aunque no lleve mi sangre, porque la he criado con todo el amor de madre, eso aunque ustedes no lo crean a mi me hizo muy feliz, porque sabía que ya tenía un hogar. Con el paso de los meses, la panza de mi madre crecía cada vez más, y éramos unidas aún en ese entonces, todo cambio cuando nació mi hermano, Klaus McCollin, todo marchaba bien, aunque en veces cuando Klaus lloraba, papá me echaba la culpa, decía que era una tonta, que él era solo un bebé, yo siempre trataba de cuidarlo, y de que no llorará, pero nunca nada funcionaba.

En cuanto Klaus fue creciendo, mis padres se distanciaban más, cuando tenia 12 años, si el brinco de la niñez a la adolescencia,  Klaus tenía 3 años, en ese entonces, ya podía estar cerca de él, pero, Klaus sabía que me metía en problemas con el simple hecho de llorar, aún si yo no le hacía nada. Poco a poco todo fue diferente, cuando entre a la escuela secundaria, mis padres comenzaron a dejarnos solos, bueno con una niñera, pero ella solo estaba para "vigilarnos", las señoras de la cocina y limpieza hacían todo, desde bañar  a Klaus, hasta arroparme, la niñera solo estaba pintada, y de eso me di cuenta, porque una tarde al regresar del colegio, la ama de llaves estaba en pánico, decía que Klaus no estaba, y que la niñera había desaparecido. Yo había llegado una hora tarde porque nos habían castigado, cuando mis padres llegaron, dijeron que había sido todo mi culpa por no estar a tiempo en casa, pero aunque les enseñe que nos tuvieron castigados, ellos decían que si yo hubiera llegado antes que la niñera Klaus seguiría ahí. Oír como mis padres creían que la desaparición de mi hermano era mi culpa, me rompía por dentro, pues aunque, cuando el nació mis padres se alejaron de mi, y que el era en veces malo, era mi única compañía.

Se abrió la investigación para encontrarlos, pero no había ni rastro de ellos, mis padres no se habían preocupado mucho por entrevistar a quien cuidaría des sus hijos, solo necesitaban a alguien que pudiera cuidarlos todo el día y si era posible, toda la noche en ocasiones, sin más que decir, se que no era mi culpa, pero por alguna razón me sentía culpable.

En ocasiones, cuando trataba de acercarme a mis padres, ellos me evadían, yo no tenia la culpa de esto, y aunque le diera mil vueltas a la situación, era joven para comprender del todo que era lo que sucedía, aun así no deje que esto me siguiera lastimando, aunque pensaba, en que si hubiese llegado a tiempo, mis papás no me odiaran más de lo que ya lo hacían.

Fue una tarde el otoño de 1985 en la que tocaron unos policías y agentes a nuestra casa.

          - Buenas tardes, señor y señora McCollin.- Ya sabía lo que venía, la piel se me enchinaba, nos dirían que había sucedido con mi hermanito. En ese momento me lance a los oficiales, esperanzada y con los ojos llorosos.

       - ¿Han encontrado ya a mi hermanito?- El oficial se quitó la gorra que tenía puesta y dijo con voz quebrada:

        - Lo siento, han encontrado el rastro de la niñera y el carro robado, y se han ahogado en la bahía, lamentablemente ya era tarde para sacarlos.- En ese momento, mire a mi madre, se le cristalizaron los ojos, y calló al suelo, yo corrí a abrazarla, fue el primer abrazo en años, aunque no fue como lo esperaba, pero estábamos teniendo el mismo sentimiento. Mi padre les dijo:

     - Gracias por el reporte oficial.- Miro a mi madre y me quitó de sus brazos, él y mi madre se fueron lejos esa noche.

Yo me quede en mi habitación, llorando y pensando en porque cuando las cosas habían mejorado para mí, parta mis padres, la vida da esté giro, no dejaba de pensar en eso...

*FIN DEL FLASHBACK*

Me desperté... 

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2021 ⏰

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