🌹CAPÍTULO 7🌹

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Pov: Daniel

— En carne y hueso, mucho gusto, gatita

Sin perder la diversión plasmada en mi sonrisa levanto el torso, dando por culmimada mi imitación de una reverencia, solo para posar en un acto seguido mis ojos sobre la sexy pelirroja que me observa con los ojos bien abiertos.

Joder, qué bien se siente tenerla tan cerca finalmente

Han pasado días. Días desde que la observo desde la distancia, mucho antes incluso que mi hermano me comentara al respecto.

Ese día que puso sus tonificadas y asesinas piernas en las calles del pueblo por primera vez. La forma en que se bajo de aquel taxi con aquella elegancia e inocencia enfrascadas en un bonito vestido azul cielo que hacia contraste con su salvaje melena color fuego.

Mierda.

Simplemente no pude evitarlo. Pasaba por la zona, camino a casa de mi abuela, cuando la vi, y fue como si mi mundo se detuviera por unos instantes.

Nunca he creido en el amor a primera vista, y desde luego, esto no era amor ni nada remotamente parecido. ¿Pero saben qué si era? Obsesion

Me obsesioné nada más verla. Y Dios me ayude, pero esta obsesión solo crece por momentos.

Me gustaría decir que este encuentro es casualidad, que el hecho de estar aqui los dos, solos, en medio del bosque es solo una de las jugadas traviesas del destino, sin embargo, ese no es el caso.

Axel y yo la vimos nada más llegar. Claro, ya sabíamos que vendría,  en lo que a ella respecta, nosotros sabemos todo.

Acke fue a por ella, lleva días queriendo presentarnosla. Sí,  él es como otro hermano para nosotros, pero todavia no queremos que sepa nada al respecto.

Así que, cada vez que se podía dar la situación, nos desapareciamos. Justo como hace un rato.

Axel está en casa, quería quedarse y formar parte de la diversión,  sin embargo,  le pedí que se fuera, que me dejara disfrutar de este momento a solas.

Quiero jugar con su inocencia, provocarla, hacerle dudar de lo que cree que es correcto. Necesitamos irla preparando, sino, nada habrá valido la pena.

De allí que surgiera este plan improvisado. Si hay algo que se nota a leguas en nuestra pequeña Adrianita, es que es curiosa por naturaleza, y puede q sienta miedo, pero la curiosidad es mayor.

Pienso usar eso a mi favor.

No comprendo qué está pasando por esa cabecita suya, pero de repente sus mejillas comienzan a tornarse de un color rojo pecaminoso que combina con su pelo.

Inclino la cabeza hacia un lado sin dejar de mirarla. Para cuando hablo, la voz me sale más profunda de lo que pretendo

— Me gusta, me gusta mucho

Ella me mira extrañada un segundo. Puedo ver la lucha en sus ojos.

— ¿El qué? — responde con su voz un poco temblorosa, pero más fuerte que hace un rato cuando me deje ver

Saco mi mano derecha de mi bolsillo, donde la tenía reposando y señalo con mi dedo su rostro

— Eso — hago una pausa — Me gusta como tus mejillas sonrojadas hacen juego con ese pelo tan bonito

Sin pensarlo siquira, y como si mis piernas tuvieras vida propia, comienzo a acercarme hacia ella a pasos lentos, como si estuviera acechandola

No aparto la mirada de la suya y ella tampoco. Sin embargo, sí retrocede

Evil Rose [Nueva Versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora