Capítulo 61

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Golpeo mi trasero por una mosca que me fastidia.

Nuevamente me molesta pero tengo pereza de abrir los ojos, me duelen las caderas por la tremenda arremetida que me dieron anoche pero no me quejo si bien la disfruté.

Amé sus palabras sobre los cambios de mi cuerpo, era un año de sufrimiento por verme al espejo y creer que estoy feo, pero al contrario para él sigo siendo bonito y eso es lo que más me importa.

Dejé de usar ropa ajustada por las anchas solo para cubrir mi fealdad pero desde hoy usaré las antiguas que agarré de su dormitorio antes de venir, toda mi ropa seguía intacta en los closets.

Una mordida y me quejo hasta que abren mis nalgas y siento algo húmedo posarse en esa parte sensible haciendome temblar, jadeo abriendo los ojos viendo a yoongi reírse con malicia pasando nuevamente su lengua.

— Dios~ — gimo hundiendo la cabeza en la almohada.

Vuelve hacerlo, da círculos en mi entrada con su lengua una y otra vez, mi temperatura subió por completo haciendome jadear de placer, muevo mis caderas tratando de crear fricción en mi duro miembro con la sábana.

Se separa, sube sus labios por mi espalda, pasa su lengua por mi columna dandome cosquilleos, un bulto se posa en mis nalgas y se perfectamente que es.

— ¿Un rapidin? — pregunta bajito.

Sonrío llevando mis manos a mi trasero separandolo, ingresa en mi con un ritmo rápido y certero que me hace morder la almohada.

Jadeamos tratando de respirar un poco por la falta de aire de esa locura que hicimos hace poco.

Ya limpios me acuesto en su pecho escuchando su loco corazón que me llena de orgullo.

— Pap-pa— una pequeña vocesita se escucha.

Yoongi se levanta como resorte desnudo como está, camina con prisa hasta donde nuestro hijo.

— Buenos días príncipe — lo levanta sonriente llenándolo de besos.

Amo verlo en esa faceta de padre, es tan dedicado a nuestro hijo que me llena el pecho de un inexplicable calor, me hace amarlo cada vez más.

Caminan hasta estar los tres acostados en la cama.

— Papi — sonrie mostrando sus diminutos dientitos.

— Hola mi amor — lo subo a mi cuerpo sujetándolo hasta mi pecho — Buenos días — beso sus regordetas mejillas haciéndolo reír como ardilla.

— Justo a tiempo — yoon sonríe con picardia moviendo las cejas.

Mis mejillas se sonrojan como un tomate y le muestro la lengua.

— Tete — asiento levantándome de la cama.

Se quedan acostados jugando con sus piecitos comiendoselos, es la mejor versión de yoongi que pude ver en mi vida.

Envuelvo una bata en mi cuerpo yendo hacia la cocina, caliento el agua, saco lo necesario para preparar el biberón.

— Hola bebito — hobi hyung aparece por la entrada.

— Hola hyung — me acerco a darle un beso — ¿Todo bien?

— Necesito decirte algo — se pone serio.

Vuelvo a mi lugar quitando el agua del microondas, despacio me ayuda a preparar el biberón hasta que lo suelta de golpe.

— Debo regresar a casa — me quedo estático por sus palabras.

Mi Pobre Diablo (Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora