Capitulo 45: Una bestia de nueve colas

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Serafall y Sona caminaban por el bosque tratando de seguir el rastro de Haru y Yasaka. La maou no quería que la lider youkai tuviera un momento a solas con el kitsune, Sona por su parte estaba ahi tratando de que su hermana no causara un desastre.

Pero mientras caminaban ambas quedaron congeladas ante la increible poder que las golpeó. Serafall quedó helada, este sentimiento era algo que le traía amargos recuerdos.

La maou abrió los ojos y pudo sentir aquella sed de sangre que aquel poder que la había golpeado emitía. Esta clase de poder era algo que no presenciaba desde hace cientos de años.

Después de cientos de años, Serafall pudo sentir el olor de la guerra, de la sangre y de la desgracia en esa ola de poder que la golpeó, era algo que no sentía desde la guerra contra la vieja facción de demonios. Rápidamente ella sin saber que pasaba se había puesto en guardia de manera inconsciente.

Ella desvió la mirada hacia su hermana y pudo ver como ella se encontraba de rodillas al sentir ese poder que venía de más lejos.

Sona: Onee-sama... -Dijo mientras estaba de rodillas.

Si bien Sona no podía moverse, podía sentir miedo y pánico, ni aquella batalla contra Kokabiel le había dado tanto pánico como la clase de poder que sentía desde lo lejos.

Pero aun así, pudo percibir algo, algo que podía reconocer.

Sona: Haru... -Dijo con dificultades.

Serafall: Asi es pero... ¿es el Haru que conocemos? -Dijo de manera seria.

La expresión de Serafall era como la de un verdadero guerrero dispuesto a luchar, una expresión que era rara en ella, a pesar de no poder moverse, el tono de voz con el que ella hablaba se le hacía sorprendente.

Serafall sentía el poder de Haru, sentía tanto su poder mágico como su presencia, pero sentía algo más en el, algo maligno como si estuviera impregnado en su sangre, algo aterrador.

La maou no dudó en gruñir y como si se fuera a arrepentir de lo que iba a hacer, levantó a su hermana y la puso sobre sus hombros con la intención de acercarse a su objetivo.

Serafall: Se que me voy a odiar a mi misma por hacer esto, pero tengo que ir a por Haru. -Dijo para avanzar.

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Rias se encontraba feliz. ¿Vacaciones en Kyoto? Era algo fenomenal. Como fanática de la cultura japonesa era un sueño logrado para ella.

No solo eso, el hecho de que Issei la haya acompañado la hacía feliz, aunque... no estaban solos ya que Koneko, Asia y Akeno estaban ahi.

Rias se encontraba en un tienda de ropa con Koneko mientras que los demás iban por helado. Todo bien hasta que por alguna extraña razón ella sintió un escalofrió que hizo que todo su cuerpo temblara de manera incomoda.

¿Qué era eso? Ella no lo sabía, pero su cara de confusión se tornó en desesperación cuando volteó a ver como Koneko había caído al piso y empezó a temblar como si de un fantasma se tratara.

Rias se alarmó y trató de preguntarse que había pasado.

Rias: ¡Koneko! -Dijo de manera desesperante.

Koneko lentamente se levantó del suelo y vió a su ama a los ojos con una mirada que no había visto antes. Miedo...

Koneko: Presidenta.... malo... peligroso... -Dijo mientras se atragantaba con su saliva.

Cuando Rias trataba de preguntar que había ocurrido, tanto Akeno como Issei y Asia habían llegando a la ubicación de la dos. Issei fue el primero en hablar.

Mi nueva vida como Kyūbi (DXD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora