Supongo que pensarán que ser parte de la realeza es súper glamuroso e increible, pero nada es lo que parece, mis problemas tienen nombre y están a tres segundos de entrar a mi habitación-Amelie, ya estás despierta?—me preguntó mi madre
-Noo madre por algo tengo los ojos abiertos—dije sarcástica
-Que te dije de hablarle así a tu propia madre? Haz el favor de vestirte y salir a desayunar--me respondió
-si madre
Bueno ahora que se ha ido les puedo contar, mi madre es la persona más fría que conozco, mi hermano y yo estamos un poco cansados de sonreir y fingir que ser parte de este sistema es un honor.
Me levanté de la cama y fui a acariciar a Lev, es un gato muy tranquilo, está acostumbrado a estar encerrado en mi cuarto ya que mi madre detesta a los animales, no voy a contarles como lo conseguí porque no acabaría.
-no te preocupes lev--le dije acariciandole la cabeza--esto se acabará pronto y podremos salir a caminar juntos. El solamenete movio la cabeza debajo de mi mano.
Como demandó mi madre me vestí con algo que a ella seguramente no le gustaría y bajé a desayunar. Cuando llegué vi la misma imagen que he visto 17 años seguidos, mi padre sentado al final de la mesa, mi madre a su lado y mi hermano mayor jugando con su tenedor, ya se, ya se tiene 18 y es más inmaduro que cualquier niño que haya visto nunca.
-Buenos días Amelie, como amaneciste?—dijo mi padre
Aquí es donde les introduzco a mi padre, Frederic Rousseau como a el le gusta que lo llamen, no les voy a mentir es un buen papá pero es muy subordinado, obedece a todas y cada una de las normas de mi madre sin ningún pero, ese es su mayor defecto.
-Padre, buenos días—dije y me senté a un lado de mi hermano
El me sonríe y devuelve su mirada a su grandioso desayuno que consiste de un café, jugo de naranja, tres huevos cocidos con rayadura de trufa y un croissant en el punto que a el le gusta, mi padre es bastante relajado pero una cosa que no soporta es que su desayuno no esté bien elaborado.
-Amelie, se puede saber que llevas puesto?-mi madre me mira extrañada
-Es mi pijama madre, hay algún problema?-resondí
-si lo hay, es horrible
-Bueno es lo que hay madre- mordí mi croissant
-¡Amelie rousseau!-me gritó enojada
Aquí es donde les tengo que mencionar que cuando mi madre dice mi nombre completo es porque estoy en problemas.
-Me paralicé-
-Sube ahora mismo y cambiate, si vuelves a bajar con eso puesto tendrás graves consecuencias-dijo enojada
-Entendido madre- digo asustada y cansada, me levanto de mi silla y camino hacia mi habitación
No volví a bajar, en el fondo se que no le gustará a mi madre, pero en este punto ya no me importa. Agarré el primer libro que vi en mi librero y me senté al borde de mi ventana a leerlo, los libros son mi manera de desconexión, me ayudan a olvidarme de todo, me adentro en mundos que no conozco y lo que más me gusta es que dejan a mi imaginación volar, crear mundos nuevos y desconocidos.
Paso la página del libro cuando siento una figura atrás de mi
-Ameeelie
-¡Nicolás!-grité asustada
-Ey, ey tranquila solamente soy tu increíble hermano mayor
-Eres un estúpido-dije enojada
-Si, lo que digas, te quería preguntar a que vino esa escenita de allá abajo?
-No quedó claro?-respondí
-Si lo que quieres es que te odien de por vida, entonces quedó clarísimo
-Nicolás no te puedes tomar nada en serio?
-me miró con rareza-
-No estás harto de que toda tu vida sea un bucle? Hacer lo mismo todo el tiempo y seguramente por el resto de tu vida?-- dije cansada
-Sabes que los dos pensamos lo mismo, pero que más nos queda? No podemos hacer nada..
-Eso es lo que tú piensas-lo interrumpí
-Ay Amelie-me dijo y se sentó a un lado de mi-sabes lo que me encantaría poder salir y correr contigo por el bosque, hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos por lo que el sistema opine?
-lo miré- si lo sé nico -bajé la mirada
-Me alegra que lo sepas- me sonríe
-me da un abrazo y se baja de la ventana para irse, pero antes me dice- Que no se te olvide que tienes las prácticas de baile con mamá
-lo miré con la cabeza apoyada en la ventana- si Nico gracias por decirme
-me sonríe y se va de la habitación-
Otra cosa que no les mencioné es el baile anual que hacen mis padres todos loa años, aparte de ver vestidos lindos, comer bien y bailar toda la noche, sirve para buscar un esposo, sí como todas las historias de princesas.
Evidentemente no es algo que disfrute, es horrible sentir la presión de tus padres todo el tiempo, es horrible parecer y actuar como una muñeca, que te corrigan la postura, te aprieten el corset y te retoquen el maquillaje cada diez minutos. Daría lo que fuera por arrancarme ese vestido refinado y salir corriendo por la puerta, por una vez en mi vda sentirme libre de hacer lo que yo quiera, pero todos sabemos que eso no sucede...
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Royalty Secrets
AdventureSinopsis: Amelie Russeau nunca fue una niña común, su vida ha estado llena de reglas, prohibiciones y estrictos comportamientos, su vida era un cículo sin fin hasta que llegó ese día... lo que sucedió esa vez cambió radicalmente la perspectiva de su...