"𝐖𝐄 𝐂𝐀𝐍'𝐓 𝐁𝐄 𝐓𝐎𝐆𝐇𝐄𝐓𝐄𝐑" [𝗠𝗶𝗸𝗲𝘆 & 𝗥𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿] ☔︎ Editando

𝗖𝗮𝗽𝗶̀𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗩𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼: 𝐒𝐈𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀

Se suponía que al siguiente día Usagi volvería. Takemichi estaba ansioso de eso. Sabía que todos estaban extrañando su presencia. Aunque Mikey estaba extraño, parecía molesto todo el tiempo.

Era algo lamentable aceptar que sólo si Usagi estuviera ahí Mikey dejaría de ver a todos molesto.

Ese día habría una reunión importante sobre Toman, la razón por la que Manjiro estaba molesto era por que había dicho antes que a Usagi le pondría feliz escuchar una noticia que se daría ese día, pero Usagi no estaría en Japón para ese día y no podían retrasarla.

Todos habían estado emocionados cuando Suki dijo que enviaría una carta a la pelirosa, que incluso todos habían escrito algo en ese trozo de papel. Le había contado que ya tenía su propio uniforme de la Tokyo Manji como miembro de la segunda división.

-¿Donde esta?.

Takemichi se giro sorprendido al escuchar una voz cerca de él, miró a todos sus lados buscando a quien provenía esa voz, algo asustado.

Había muchas personas, muchos miembros hablando pero sólo uno dio tanto miedo con su mirada que le hizo volver a girar.

El capitán de la quinta división busco a sus alrededores buscando algo que no pudo saber que era. Dejó de pensar en eso, no era su asunto.

Por otro lado, Suki se mantuvo a una distancia considerable viendo todo con determinada atención para informar de todo a Carlo.

-¿A quien buscas?. -Le susurro a Muccho estando a un lado de él con una capucha, pues gracias a él fue que pudo infiltrarse en esa reunión sin que ninguno de los que la conocían la vieran.

-Creí que Yanna estaría aquí.

-¿Por que? ¿Te dieron alguna orden sobre ella?. -Lo vio frunciendo el ceño con su seriedad y silencio indicando que así era pero no le diría nada. -¿Esta tu verdadero jefe así de interesado en ella?.

-No lo sé.

-¿Se preocupa realmente por ella?. -Suspiro al no recibir respuesta. -Dile que ella está en China por unos días, volverá pronto y así podrás informarle como esta.

Sanzu los observó en silencio sin interrumpir ni decir palabra alguna solo escuchando su conversación. Ya que de igual forma no entendería de lo que hablaban, ni siquiera sabía quién era la persona.

-Pero no se te ocurra hablar con la Tokyo Manji lo que sabes de ella. -Le advirtió. -Izana y Kaku van a enterarse si desobedeces a lo que dije.