Nueva era

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El festival de bandas regionales, era lo más esperado dentro de esa universidad, todos se preparaban para ello y en especial, aquellos novatos que anhelaban ser reconocidos dentro de esos muros. Pero se año sería diferente, ya que agrupaciones de instituciones aledañas pisaban por primera vez aquellos lares.

-Todos han sido un asco hasta el momento- aseguró arrogante, golpeando los palillos de madera en sus muslos -Lo lamento por el resto, pero seguimos siendo los mejores aquí-

-Fushiguro, no digas eso- su mánager, cuyo nombre era Lai Row, leía el programa en su mano -Hay bandas muy buenas, sólo les falta afinación-

A su vez, él era compositor y tecladista de la banda. Una enorme responsabilidad para una sola persona, pero podía con ello y más.

-Pues, no quiero ser el arrogante de siempre, pero...- afinaba la guitarra sobre su regazo -Toji tiene razón, seguimos siendo los novatos número uno hasta el día de la fecha- no se podía esperar menos de la boca de Satoru Gojo -No lo olviden, somos Kaisen y por esa razón, cerraremos hoy-

Le guiñó un ojo a una bella morena que pasó junto a él, después de bajar sus lentes.

-Lo que me sorprende...- habló el líder y vocalista, mirando en la misma dirección que él -Es la cantidad de bandas femeninas que se presentaron este año- hizo un gesto raro -Ninguna mujer de este país podrá cantar rock jamás-

-Estoy de acuerdo contigo- Sukuna, el bajista, llegó a ellos con bebidas para todos -Las japonesas son hermosas, pero no tienen la voz para esa clase de música-

-Algún día se tragaran sus palabras-

Indicó Suguro Geto, la segunda guitarra, después de dar un sorbo y apuntarlos a cada uno.

-Hay mujeres muy talentosas y además, recuerden esto, muchachos...- continuó -Ellas son especialistas en cerrar bocas-

Kaisen era excelente, eso era totalmente cierto. A pesar de ser profesionales y excesivamente talentosos en todo lo que hacían, todos ellos, del primero al último, eran estéticamente atractivos. La banda perfecta, constituida por seis hombres hermosos, altos, músculos, extremadamente fuertes y ojos preciosos. En otras palabras, simplemente, perfectos. La banda de los dioses los llamaban sus seguidores y en especial, el público femenino que enardecía por ellos.

-Bueno, ya basta de tanta cosa absurda- aplaudió para llamar la atención tras bambalinas -Queda una banda más procedente de Kyoto y luego, seguimos nosotros-

-¿Cuál es el nombre, Lai?- le enseñó el programa -¿Celtian?- pronunció con un gesto extraño -Qué nombre más raro, ¿No creen?-

-Teniendo en cuenta nuestro nombre y su significado, Keilot- hizo un gesto peor que el suyo -El de ellos me gusta-

Todos estuvieron de acuerdo en llamar a la banda con ese nombre horrendo y muy fuera de contexto, como para que ahora no les gustara. Pero en fin, el bautismo ya estaba hecho y el nombre se quedaría hasta la perpetuidad.

-¡Por todos los dioses!- exclamó la voz de una chica a unos metros de ellos que no habían visto -¿¡A dónde diablos está!?- sostenía un teléfono junto a su rostro -¡Gaia! ¿¡A dónde estás!?-

Parecía que le habían colgado la llamada y estuvo punto de lanzar el aparato contra el suelo, pero se contuvo. Era hermosa, su cabello indomable, al igual que su alma y su acento denotaba que no era de esas tierras. Por otro lado, su ropa parecía del siglo XV en plena Europa de la edad media. Consistía en un vestido de picos en tonos rojizos, muy oscuros y un extraño corsé de cuero negro rodeando su esbelto torso. Cualquiera diría que era una bruja o hechicera con solo observarla, ya que sus ojos avellanas transmitían aquello con solo una mirada.

Una nota más [Jujutsu Kaisen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora