Dominique
Era una de las frías tardes de otoño. Las hojas secas de los árboles no dejaban de viajar por el aire e inundar el pavimento a su paso. Al igual que el aroma a granos de café & canela no dejaba de percibirse en los alrededores.
Esa tranquilidad era lo que me provocaba la cafetería "Chispas&Chispas" de la famosa zona rosa de la Ciudad de México. Pesé a estar viviendo aquí la mitad de mi vida, jamás he dejado de adorar aquel local de colores vibrantes. Siempre había algo que te atraía como un imán. Quizás era el menú, quizás era el ambiente, o los alrededores, pero siempre tenía ese algo que parecía hechizarte.
Estar sentado en la barra al aire libre, bebiendo de un espumoso frappé mientras la brisa fresca del día movía las hojas de los altos árboles al rededor, era una de las más grandes satisfacciones de mi vida. Aunque suene estúpido viniendo de un joven de 20 años como yo.
Cualquier persona me dirá la misma frase: "Aún eres joven".
- Domo, -me llamo la camarera de sonrisa amable- ¿te doy la de siempre?
-Tan graciosa como siempre, -respondí mirándola con gracia- gracias, Eli.
Elizabeth Muñoz. Una de mis mejores amigas de la cafetería; una chica risueña & con una vibra tan contagiosa que era casi imposible que no te sacara una sonrisa. Dejo la bandeja con platos junto a mi & me miro intensamente. Suspire débilmente, conozco esa mirada. La típica mirada de mamá cuando saben tu secreto.
-Okey, mira, -dije apresuradamente- es muy temprano para tu interrogatorio, así que te lo diré; No lo hice.
-Qué!? -cuestiono impresionada- por qué?!
-Simplemente... no era el momento. -Encogí los hombros con indiferencia, haciéndola suspirar con pesadez. - Fin de la discusión.
-...Algún día Dom, -me apunto con seriedad. -tendrás que decirles a tus padres lo que realmente quieres.
Sin más, tomo su bandeja & se alejó lentamente de mí. Suspire débilmente; tenía razón... soy un hombre de 25 años, atrapado aun en las restricciones de mis padres cual niño de 7 años...
Quiero ser pintor. Un pintor muy exitoso, reconocido por sus obras...
Mis padres quieren que sea abogado... no quieren tener a un muerto de hambre en la familia. No con su apellido... como si el hecho de ser buenos empresarios fuera un motivo suficiente para creer & sentirse "importantes" en la sociedad.
Nada más alejado de la realidad.
Suspire en silencio mientras regresaba mi vista al gran ventanal frente a mí. Me gustaba mucho este asiento en particular; me permitía mirar cada detalle de fuera. Cada hoja caer del frondoso árbol de fuera, cada persona cruzar por la calle, escuchar ligeramente de la risa de los niños que jugaban en las banquetas. Un escenario tan pintoresco como ese era realmente hipnótico para mí. Tal vez sea mi interior artístico queriendo salir, o mis simples pensamientos dispersos, pero de lo único que estaba seguro es de lo afortunado que era al poder disfrutarlo en aquel lugar tan tranquilo & lejano del ruido de los autos. Como si fuera un refugio para aquellos corazones perdidos... igual que el mío.
O quizás, solo soy un elocuente más que evade la realidad de una manera creativa e imaginativa. Un soñador perdido... Me gusta como suena eso.
El sonido de la campana de la entrada me regreso a mi realidad, en conjunto con el aroma de mi café & mi emparedado de atún. Estaba tan sumido en mí mismo que no había notado ni siquiera la presencia de Eli. Sonreí divertido, sin embargo, llamo mi atención la figura de una gruya de papel muy cerca de mí. Estaba eso ahí?
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×[ Besos sabor café ]×
Kısa HikayeUna vez conocí a una persona que era igual que el café. Cálido, & al mis mi tiempo frio. Amargo, & dulce... pero sobre todo, puro & valioso. Tanto su calidez como sus mismos besos... oh, sus besos, esos sin duda eran mi definición entera de café...