El sol brillaba alrededor de las once de la mañana, las nubes absorbían con toda su fuerza el calor del sol dejando pasar solo lo necesario, el viento soplaba, como si gustoso estuviera al ver tan fina celebración.
Una humedad baja y el soplo refrescante del viento acariciaban la piel de las dos familias aquí reunidas.
—Esto... no es para nosotros. —Comento aquel joven, llevando una copa de vino de la familia Soma a sus labios.
—Tienes razón, esto se siente... —Entre cerrando sus ojos y abriéndolos lentamente—. Algo que nunca pasaría.
En la orilla del banquete que celebraban ambas familias a las afueras de Orario, Alfia y Zald, intercambiaban su sentir sobre este evento debajo de las carpas dispuestas para el banquete.
—¿Crees que deberíamos retirarnos un poco? —Comento aquel hombre de smoking blanco.
—Aquí en la orilla estaremos bien, por si la Capitana y Maxim empiezan a reñir por pequeñeces. —Tomando un poco de jugo de cerezas. La joven chica limpiaba suavemente sus labios con un pañuelo después de un breve sorbo.
A lo lejos un joven de 17 años se separaban del banquete poco a poco, aquel Dios que tenía enfrente a su igual, estaban sentados juntos en la mesa central.
Sin ser visto más que por Alfia y Zald, aquel joven se separaba, de cabello casi azabache y ojos carmesí contrastaban con el paisaje verdoso de fondo.
—Ese viejo, ¿no sé qué es más grande su deseo de ver Héroes o lo otro? —habiendo tomado un tazón de bocadillos empezó a mirar a su apoyo alejarse.
—¿Ese no es su apoyo? —Con un tono algo misterioso Alfia le pregunto a Zald.
—Ah!... si tienes razón, ¿Y tu hermana gemela por qué no vino? —Estirando el plato de bocadillos hacia la dama, Zald miraba de reojo a Alfia, pero ella rechazo tomar algún bocadillo.
—Sí, está en la mansión... —un muy breve trago de saliva sin malicia interrumpió su oración—. Otra vez la cubriré si Hera voltea y lo ve.
—Deberías buscar a alguien también, —Tomando un par de bocadillos a la vez, entre líneas Zald miraba mientras comía, en la dirección de su Dios—. Ese viejo debería ir al grano de la razón de este banquete, ya le compro demasiado tiempo a Cranel kun.
Poco a poco el tiempo pasaba el debate entre los capitanes de las familias y los Dioses respectivos seguía, mientras tanto, una clara división entre mesas de las dos familias se resaltaba a la vista claramente, en la orilla alineados a división invisible que separaba a ambos bandos se encontraban Alfia y Zald
—Estas bromeando no es así, no soy dulce y amable como mi hermana, dudo que haya alguien para mí. —Estirando su mano un poco y Zald al verla, estiro prontamente el tazón con bocadillos, tomando uno y llevándolo a sus labios dio un pequeño y breve mordisco la dama.
—Si yo fuera más joven no me importaría, pero no te veo de esa manera. —Tomando más bocadillos Zald no paraba de comer.
—Eres como el hermano mayor que nunca tuve, tampoco te veo de esa forma. —Tomando el último sorbo de su copa Alfia respondió con los ojos cerrados, y dejo sobre la mesa el pequeño cáliz.
—Pienso que te llevarías bien con el hermano mayor de Cranel. —Dejando el vino a un lado ahora tomaba un gran tarro de cerveza que le ofreció un mesero.
—¿Su hermano? —Impresionada ante las palabras de Zald, Alfia se mostró algo intrigada—. No gracias no quiero un degenerado a mi lado.
—No... —Negándolo al instante Zald la miro—. Él no es como él, es un año mayor y es el favorito de Odín.
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Alfia Memories
FanfictionHace poco más de 15 años, tres banquetes se celebraron, antes de las tres grandes tareas. Alfia una joven que reprime constantemente partes de ella, conoce a un joven de su edad el cual comparte un gran reflejo de su ruido. Ella es atacada hasta ca...