<PRÓLOGO - PARTE I> LA DESPEDIDA DEL HÉROE

367 31 6
                                    

La asociación de héroes. Una organización creada por Agoni hace ya varios años. Hoy, su fundador, estaba mirando desde lo alto y por una ventana la prueba de aptitud. Evaluando fuerza y agilidad física. Agoni, que todos los años no se perdía ni por un instante esta prueba, fue distraído de la misma por una alarma. Lo causado provocó que el fundador pusiera mala cara para inmediatamente pedir a gritos una explicación.

Una señorita de cabello completamente negro vistiendo un traje formal se acercó y le entregó unos documentos. En estos, se plasmaban unas fotos que llevaban una escritura sin reconocer, aunque ya no más. Desde que la asociación de héroes encontró un templo en lo alto de las montañas pusieron su máximo esfuerzo a encontrarles sentido, después de todo, una adivina que solía trabajar con ellos les advirtió de una gran masacre antes de morir.

Agoni tomó los documentos y leyó el reverso que contenía la traducción.

"El gran espíritu tortuga a despertar de su largo sueño cada quinientos años para alimentarse y proteger al mundo. Tomará las almas de cada ser vivo y servirá de sello para [...]"

Lo último fue imposible de traducir. Al momento de tomar las fotografías las letras grabadas estaban muy desgastadas por el paso del tiempo.

Al terminar de leerlo, Agoni mostró su disgusto.

"¿Almas? Que bestia protectora de mierda, ya hemos perdido varios recursos debido a los malditos neo-héroes no puedo permitirme que le mundo también nos deje. Mocosa, encárgate de convocar a una reunión a los héroes y mueve la fecha de la evaluación."

Al no haber transcurrido ni diez minutos, los héroes que quedaron fueron a una sala especial, una ubicada bajo tierra. Ahí, Agoni se presentaba, mostrando el problema actual. Al parecer los satélites que rodeaban el planeta habían detectado un inmenso ser acercándose. A lo que discutían soluciones, un joven ciborg de brazos metálicos y cabellera rubia levantó su mano y presentó su idea.

"Si lo que les preocupa es el daño masivo a la propiedad puedo encargarme del monstruo, he estado trabajando en una bomba de antimateria, aunque aún está en fase de desarrollo."

Flashy-Flash, otro héroe, se cruzó de brazos mientras rechazaba la idea de confiar en algo que aún no estaba completo. Lo que ocasionó que entre héroes lanzaran sus ideas, pero el tiempo ya iba marcha atrás.

En otra ciudad, una pequeña niña, probablemente de no mas de ocho años, había sido recogida por sus padres de la escuela. Los adultos presentes llevaban trajes llamativos, al parecer iban a celebrar algo especial.

La niña, sujetó la mano de cada padre. A lo que caminaban, se encontraron con una calle aglomerada de gente que estaba haciendo cola hacía un supermercado.

El padre de la niña, suspiró como si estuviese decepcionado.

"Demonios, debimos haber tomado la otra calle. Olvidé que cada fin de mes esta tienda pone sus famosos super descuentos y cada pobretón de la ciudad aparece. Oh, mira, uno hasta se quedó calvo de tanto esperar."

La madre de la niña soltó una risa junto a su esposo. La pequeña hinchó sus mejillas y reprendió a su padre por sus palabras. A lo que el hombre se mantuvo renuente a responder.

Mientras caminaban. El soleado día se oscureció. Ocasionando que el padre mostrara su disgusto. Elevó la vista y su disgusto se convirtió en miedo. Una tortuga inmensa, incluso más grande que la nave espacial que hace unos años los había atacado, estaba descendiendo del cielo.

El padre tomó a la niña en brazos y empezó correr junto a su esposa tanto como pudieron. Infortunadamente, una de las ondas de aire causadas por el descenso de la tortuga provocó que uno de los edificios cayera. Los padres aceptando su destino, lanzaron a la niña, evitando que fuera aplastada.

SAITAMA EN HIGHSCHOOL DXD | Historia AlternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora