History

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Historia de una última vez.

Jungmo dejó caer todo su peso sobre una banca de cemento en el parque Vity, a unas cuantas calles de su propia casa. Siempre se sentaba allí, a recordar con amargura, la noche antes de perder a Wonjin, sintiéndose culpable y miserable.

A menudo cuando se sentía solo y sin poder pegar un ojo, a mitad de la noche, solo entonces se preguntaba: “¿Qué pasaría si pudiera viajar en el tiempo?” Seguramente cambiaría ese pequeño error que arruinó sus vidas para siempre.

Cuando era joven, torpe e inseguro. Jungmo mató a Ham Wonjin.

En aquél entonces tenía tan solo quince años. La edad en la que creemos saberlo todo y vamos por nuestra cuenta. Intentamos manejar nuestras vidas, pero una vez que dudamos de nosotros mismos, logramos ver aquello que nos inquieta y nos atemoriza. Nuestra cruel e infame realidad.

Fue exactamente lo que ocurrió. Jungmo se había enamorado de Ham Wonjin.  Creía que podía vivir un romance secreto con el niño durante un largo tiempo pero entonces comenzó a dudar. “¿Qué pasaría si mis padres lo descubren?” fue lo que lo llevo a temer.

Y recordaba en algún momento haber visto con deseo los labios de Wonjin. Creyó haber enloquecido debido a la necesidad de poder probarlos. Incluso sus manos picaban por poder tocar. Sus regordetas mejillas o sus delicadas manos, su blanquecina piel. Todo en Wonjin le hacía querer tocar.

Jungmo intentó sofrenar aquel deseo inquietante, intentó convencerse a si mismo de que era una locura. De que aquellos sentimientos eran incorrectos. Pero no fue suficiente.

Una de tantas noches de insomnio, cuando Koo Jungmo se encontraba abatido. Oscuros y confusos pensamientos inundaron su mente, haciéndole sentir profundamente adolorido, sentimiento que ya había asimilado.

Por otro lado se sintió expuesto en cuanto, en medio de su crisis, un recuerdo absurdo lo hizo sonreír. Era la escandalosa risa de Ham Wonjin. Y verdaderamente no entendía por qué aquello le tranquilizaba.

Con el tiempo ya no le alcanzaba con tenerlo como su mejor amigo. Ya no le alcanzaban esas 8 horas diarias que pasaba con su menor o las pijamadas de fin de semana en las que podía verlo dormir durante la madrugada. Había crecido en el una necesidad por saber que pasaba por la mente del castaño, que pensaría Wonjin al verlo.

Y la quietud y paciencia de Ham, lo desesperaban.

Jungmo curioso e inseguro, intentaba con desespero, descifrar que es lo que sentía Wonjin la primera vez que tocó sus labios. Si es que su mundo se había puesto de cabeza en cuanto sus lenguas se tocaron.
O si había sentido el cosquilleo en su vientre cuando sus dedos se entrelazaron esa primera vez.

Más, cuando supo que Wonjin estaba enamorado de él, no fue para nada como lo imaginó. No se sintió tan seguro como al principio. De ninguna manera. cuando finalmente lo supo, Koo Jungmo se sintió asustado. Y se asustó porque había sido maravilloso. Demasiado correcto para ser legal.

Porque a pesar de ser su primer enamoramiento, Jungmo no era ingenuo. Estaba perdidamente enamorado de otro hombre y era consciente de lo mal visto que era ello. Aún así no quería asustar a Wonjin. No de aquel modo.

La primera vez que oyó la palabra “Marica” salir de la boca de alguno de sus compañeros se aterrorizó al creer que iba dirigida a él. Se sintió vulnerable. Y odió saber que podrían descubrirlo y burlarse igualmente de él. Porque se encontraba enredado con un marica.

Sí. Eso era Wonjin, un marica que lo había confundido. Entonces Jungmo guiado por aquél pensamiento errado, tomó la decisión que ahora mismo lo hacía sentir estúpido y débil.

Una tarde Jungmo fue por Wonjin a la escuela. Lo llevó a ese mismo parque, cercano a ambas casas. Al llegar, no se atrevió a cruzar miradas con su menor, y es que se sentía aturdido, confundido y aún abatido. Wonjin lo miraba con recelo notando que algo andaba mal. Pues Jungmo jamás lo evitaba de ese modo.

Claro, segundos después lo confirmó en cuanto intentó tomar la mano de Jungmo y este lo impidió de manera fría y distante. Ninguno dijo nada.

Esa tarde fue una eternidad. Los silencios se prolongaron cruelmente, volviendo incomodo su encuentro. Jungmo había tomado una decisión y Wonjin no sabía nada al respecto.

La noche cayó y Jungmo sin soltar palabra alguna, tomó el brazo de Wonjin en un agarre flojo, llevándolo de camino a casa. Cada paso se volvía pesado. Jungmo nervioso y apenado. Algo andaba mal para Wonjin y creía saber que era. Su corazón se sintió repentinamente abatido. Unos pasos más y Jungmo soltó el brazo del más bajo, Wonjin había comenzado a temblar.

Aquella vez, cuando Jungmo acompañó a Ham a su casa, sabía que sería la última vez. No quería romper el corazón de Wonjin pero sabía que era inevitable.

Jungmo tomó a Wonjin con fuerza en un abrazo desesperado. Dejando lo ultimo de si mismo y con un dolor punzante en su pecho Jungmo besó a Wonjin. Algo estalló en su interior y se atrevió a besarlo otra vez. Sólo que esta vez, el resplandor del primer beso se sintió como un rayo de luz tenue y lejano. Hasta que se desvaneció.

Una fuerza indescriptible hizo que se separaran del beso. Sus frentes chocaron y Jungmo juró haber visto muy profundo en los ojos de Wonjin. Una lagrima espesa resbaló lenta y dolorosamente marcando la mejilla de Wonjin y este suspiró conteniendo un sollozo.

Había pasado un tiempo pero las palabras que Jungmo había utilizado , habían quedado marcadas dolorosamente, en el pecho de Wonjin. Lo sabía porque nunca, bajo ninguna circunstancia, Wonjin había llorado de esa manera.

Algo se había roto dentro del menor. Su propio corazón dolió en cuanto notó que Wonjin realmente lo amaba..
Pero era demasiado tarde.

Un suspiro salió desde lo más profundo de su pecho al recordar sus propias palabras. Estas se sintieron como dagas y logró imaginar el dolor que habría sentido Wonjin cuando él le dijo;

"Jamás te amaré"

La vida de Jungmo había perdido el sentido desde entonces. Su pecho constantemente dolía en cuanto inconscientemente buscaba a Wonjin con su mirada. No volvió a encontrarlo. Sabía lo que había ocurrido con él y también sabía que aquello había sido su culpa.

Las lagrimas inundaban sus ojos cuando recordaba haberlo amado con locura.
Jungmo se había enamorado de Wonjin. Pero nadie le había dicho que en la vida puedes encontrar a tu verdadero amor sólo una vez. Si alguien lo hubiera advertido.. él no habría usado esas palabras.
Las que se convirtieron en su historia de una última vez.




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Por favor disculpar errores. 😔😔💜

Luna ~ Moguham.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora