Que nos paso?

9 0 0
                                    

PORFIN! Dios cómo puedo querer esto tanto?
No puedo creer que PORFIN lo voy a besa-

- Mads, necesito decirte algo.

Ese estupido apodo que tanto odio, suena increíble en este momento pero, Confesión? Ahora!? No! Solo bésame.

-Si?

Trato de concentrarme en lo que está diciendo pero es difícil poner atención cuando escuchó los latidos de su corazón tan cerca de mi, no se si es por el nerviosismo o porque el también quiere esto tanto como yo. Es más alto que yo, siento su respiración arriba de mi cabeza, huele a ese olor tan familiar que siempre me ha hecho sentir segura, nostálgica. Una combinación de su jabón fresco, madera y aire libre solo que ahora hay un toque diferente, teniéndolo tan cerca percibo un olor nuevo, diferente, como un recuerdo de lo que me he perdido, ya no es el  mismo, o ya no somos los mismos, de que ya hay una brecha que no se como, o cuando se formó. Percibo este olor a menta y a cigarro como si se acabara de comer toda una caja de chicles para eliminar el olor a marihuana.
Fuma? No lo sabia.
Muevo mis ojos a sus labios. Error, veo que se siguen moviendo y que están muy cerca de mi demasiado cerca. Dios esto no está bien no debería querer besarlo tanto. No después de todo lo que pasamos. Sigo en mi trance hasta que algo que dice me saca de mi trance en un segundo.

-Madi, me escuchaste?, yo solo-

Pero la realidad es que no. Siento mi corazón latir a mil por hora, no puedo enfocar mi visión, y siento como si mi único escape digno es si la tierra se abre en este instante y me escupiera en el centro de ella. Y ni así me sentiría segura pero al menos tendría una muerte digna y original.

-Madi escúchame, por favor, es importante para mí que estés bien pero-

No lo dejo terminar, para cuando el trata de alcanzarme ya estoy a más de 3 metros de el, escondiéndome entre la multitud de la gente, buscando la salida más cercana. Es como si mis piernas no me funcionaran pero aún así, torpemente trato de alejarme por la poca dignidad que me queda.

Mi corazón late con una intensidad incontrolable, como si fuera una bomba de tiempo, cada pulsación más fuerte que la anterior, resonando en mi pecho. Es como un reloj que cuenta los segundos antes de que suene su alarmante aviso, esa sensación de anticipación cuando tienes la certeza de que algo malo pasara.  Siento como cada latido lleva consigo una carga de tensión, como si todo mi ser estuviera esperando ese momento inevitable, ese instante en el que todo se demora.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 19, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Momentos Efímeros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora