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Gustabo llegaba a casa con urgencia, sabia que todo estaba bien, pero quería comprobarlo por él mismo.

- Gustabo hola – sonrio Mia.

- ¿Dónde esta Ayde? – pregunto ansioso.

- Arriba en su cuarto.

- Gracias – le dio un beso en la mejilla y subio corriendo.

- ¿Qué paso haya? – dijo al ver a Horacio entrar con la maleta de ambos.

- Sabian que tenia una hija – suspiro – Hay que dejarlos, él necesita ver que su hija esta bien – la miro – Ire a casa, nos vemos mañana.

- Adios cariño – le sonrio y vio como se iba.

Subio las escaleras, y vio a Gustabo con su hija meciéndola de un lado a otro mirando por la ventana.

-Ella estará bien Gustabo, no le pasara nada – dijo con voz dulce.

- No sabes la impotencia que me dio escuchar que sabían de ella, saber que estaba tan lejos de ella me hizo sentir tanta ira. No me volvere a separar de ella, es lo único bueno que me ha pasado desde que sali de tu puto loquero – suspiro y dejo a su hija en la cuna al ver que se habia dormido – No quiero que le pase nada, si la pierdo a ella – su voz comenzó a cortarse por el nudo en su garganta, Mia se acerco y lo abrazo – Si algo le pasara.

- Shhh, cariño no le pasara nada, nadie se atrevería a ponerle un dedo encima sabiendo de quien es hija – acaricio su espalda – Es tuya ahora y nadie te quitara eso.

Gustabo se calmo despues de un rato, entro a darse un relajante baño y dejo ir a Mia. Ordeno pizza y se dispuso a cenar con su hija mientras miraban una película.

Al siguiente dia, despertó con buen humor, preparo el desyuno para ambos, levanto a su hija y se dispuso a darle su atención completa solo a ella.

Incluso la animo a caminar, puso sus piesitos sobre sus pies y comenzó a dar pasos, su hija solo reia muy divertida. Dejo que gatera por la casa, jugaron juntos hasta que se agotaron. Despues salieron al jardín a descansar un poco.

Nadie los molesto durante el dia.

Gustabo tuvo un dia completo como papá.

[...]

- ¿Estas loco? Gustabo jamas entendera el porque hiciste esto.

- Mira Kath soy conciente que esto jodera mi relacion con él, pero no dejare que mi propia hija siga en garras de mi esposa.

- Usara esto en tu contra – suspiro – Hare llamadas, tengo buenos amigos jueces que si saben la historia te darán la custodia completa.

- Perfecto – la miro - ¿Has sabido de él?

- Ayer dijo que nadie lo molestara, estuvo todo el dia en casa – suspiro – En su misión lo amenazaron con matar a su hija.

- Mierda – susurro.

- Es cuestión de tiempo que sepa que ella esta segura – le sonrio – Debo irme, te llamare cuando tenga todo listo.

- Gracias Kath.

Kath estaba llegando a las oficinas del CNI, cuando le sorprendio ver que Gustabo estaba en su oficina.

-Gustabo ¿Qué haces aquí?

- Termino mi papeleo mujer, quiero entregarte el puesto antes de que termine el mes – le sonrio – El FBI me espera.

- Lo se – le sonrio - ¿Dónde esta la pequeña Ayde?

10-4 Jefe GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora