Querido Justin

658 73 9
                                    

Mis padres se conocieron en Abril, de ahí mi nombre. A veces lo odio, lo odio demasiado, porque cada vez que lo dicen lo recuerdo, pero... querido Justin, es difícil ponerme triste cuando lo dices, porque pareciera que lo dices lento, suave, como si te gustara pronunciarlo, como si te gustara.

Debo ser sincera contigo, siempre lo he sido no me malinterpretes pero te omití ciertas cosas. Me uní al ejército hace más de 5 años, dos días después de mi fiesta de graduación. Ese día que piensas recordar toda tu vida y sabes que será lo mejor, lo recuerdo cada día pero es el peor.

Ese día mi novio de la escuela en ese entonces, capitán de fútbol americano y el más caliente de toda la escuela me llevó al baile, me recogió, me llevó un ramillete, todo iba bien. Mi madre y yo habíamos elegido el vestido y mi padre no dejaba de tomarnos fotos. Los abracé a ambos, les dije que los amaba y que los veía en la noche.

Me divertí en la fiesta pero me fui antes al descubrir a mi novio engañándome con una porrista rubia que llevaba algún tiempo coqueteándole. Otra historia enterrada.

Solo quería llegar a casa, tomé un taxi y me fui llorando hasta casa, no fue hasta que sentí sirenas de un camión de bomberos en cuanto me di cuenta de que era mi casa la que ardía en llamas. Salté del taxi desesperada, tomé mi vestido y corrí, me quebré un tobillo pero no podía dejar de correr la adrenalina era demasiada. ¿Qué se supone que haces cuando tu casa se quema con tus padres dentro? Intenté entrar y pasar a los bomberos que se encontraban alrededor pero solo logré quemaduras en mis brazos intentando abrir la puerta, terminaron tomándome de un brazo  y me sacaron de ahí.

Sabes que el dolor es tan grande porque ya no lloras, no tienes la fuerza, tanto que solo entras en shock. Esa noche unos tíos fueron a buscarme, apenas los conocía, solo fueron y me dejaron en su casa, fueron generosos pero no amables, así que solo me quedé un día. Al día siguiente escapé. Eso es lo que he hecho desde entonces. No es la mejor opción pero es algo. No pude presenciar el entierro de mis padres. Volví a mi casa y rompí uno de los vidrios del auto de papá y al saber de motores no me fue difícil encenderlo sin las llaves. Solo conduje. Sin rumbo hasta que me detuve a llenar el estanque.

El letrero de la estación de gas decía algo así como, "El ejército te necesita, todas las mujeres nacieron iguales pero algunas combaten por el país".

Fue como un impulso, lo releí un par de veces pero la decisión la había tomado desde un primer momento.

Entré al ejército esperando nada, porque eso era justamente lo que tenía, nada. Luego me di cuenta de que no era así, me tenía a mí misma y debía ser fuerte porque en ese momento me habían fallado todos y me habían dejado pero no podía permitirme perderme, debía ser fuerte y seguir. El ejército es un aprendizaje  cada día, conocí a gente maravillosa, de distintas culturas y edades, me di cuenta de que si podía seguir haciendo cosas no solo por mí sino también por otros, quizás tú ya lo notaste o por lo menos es eso lo que veo en tus ojos, pasión.

Me encuentro profundamente llena de emociones cuando estoy contigo, es como si no pudiera asimilarlas todas  a la vez, me abrumas de buena manera e incluso me arriesgo a decir que me haces bien pero el caso es, que yo no a ti.

¿Qué me has hecho querido Justin?

Me has derribado, eso has hecho, derribaste mi muro, mi fortaleza, pero porque yo te di el poder, ahora mismo me siento destruida y no porque me dejes, sino porque ahora me voy. Yo soy la que escapa nuevamente y te pido no me busques, estaré bien y tú también, no es sano, no soy sana, soy una persona con problemas, algo enferma. Justin, dejando de lado tu mal genio, no eres más que luz, una luz que no deja de brillar desde el interior de tus ojos hasta tu piel. Quise despedirme, de verdad lo quise, pero las despedidas no se me dan, nunca se me han dado y ahora mismo me pican los ojos de tanto llorar porque esto me está costando demasiado, ¿Por qué? Justin, vamos. Sabes por qué. Nuestros momentos juntos se fueron como en una exhalación, quise aprovecharlos, pero, ¿Después qué? Yo me iría, tú seguirías tu vida y así.

Ya te extraño y apenas me he separado de la cama para escribirte esto, estas roncando, fuerte debo decirlo. Pero me encanta, no sé si sea lo último que me hubiese gustado oírte decir aunque hasta ahora me parece perfecto.

Justin malhumorado, idiota, recto, terco, sensible, cariñoso, caballero, guapo e inteligente Bieber, ahora es cuando empezamos a vivir nuestra vida. Deja de darle el gusto a los demás y haz algo por ti mismo, sé egoísta, haz algo que te guste, te apasione más que el ejército y tómalo no lo sueltes.

Te dejo abrazos que duren siglos y besos llenos de sentimientos que pretendía guardarlos para alguien especial.

Abril.

                                                

Part of meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora