Ambos chicos se encontraban sentados en los columpios, debajo de la lluvia, sin nada con que cubrir sus cuerpos.
- ¿Hueles eso Mat?... Es simplemente maravilloso, ¿No lo crees?
- Kei... Hay cosas más maravillosas en el mundo que eso y para mí... Tú...
Este capítulo no interfiere en la historia, quiero decir, es un capítulo extra, celebrando el cumpleaños de nuestro querido Kei.
No va a afectar para nada en la trama, solo un par de detalles serán mencionado a lo largo de la historia, más que nada fotografías y regalos de los chicos hacia Kei, en fin, eso es todo, espero que lo disfruten.
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Septiembre 11, 2005.
7:00 a.m.
El señor Okumura se encontraba en la sala, esperaba con paciencia al grupo de amigos de su hijo. Revisó el reloj que colgaba en la pared, era temprano, Kei aún tardaría unas horas en despertar o eso sería en el caso de que fuera un día normal.
No lo era. Una vez al año el adulto se encargaba de despertar al menor, en ese día especial para la familia Okumura, ese día era 11 de septiembre, el cumpleaños de su pequeña luz, el cumpleaños de Kei.
Días atrás le había pedido su número de celular a Chifuyu, sin que el menor lo supiera y gracias a ello pudieron ponerse de acuerdo para darle una sorpresa al bicolor, se verían a esa hora en su casa para preparar todo.
Dos leves toques repentinos en la puerta lo asustaron, tanto que incluso se quemó con el café que estaba bebiendo, aún con los ojos llorosos miró de reojo la puerta. Si eran las personas que esperaba no tendría porque pararse a abrir y en caso de que sea un ladrón pues... Gritar siempre fue una opción para Kazuhiko.
Por otro lado, detrás de la puerta un pelinegro de cabellos largos entrecerró los ojos, aún no se encontraba en sus cinco sentidos, de hecho, de no ser por Chifuyu seguro que se habría golpeado contra un par de postes en el camino.
Baji rebuscó entre los bolsillos de sus pantalones el llavero de alíen que Kei le dio hace tiempo, cuando lo encontró un sonido de victoria escapó de sus labios.
— ¡Rápido Baji, hace frío y tengo hambre! — El más bajo del grupo se quejó mientras escondía su rostro entre su ropa para mantenerse caliente.
— Mikey, guarda silencio o vas a despertar a Kei. — Fue regañado por Draken.
Y así es como empezó una discusión entre susurros por parte de los altos mandos de la ToMan.
— ¡Pero Kenchin, tengo hambre y sueño!, Además es muy temprano para venir a despertarlo. — Un puchero apareció en el rostro del rubio, puchero que fue sustituido por una mueca al recibir un golpe en la cabeza.
— Lo sabemos Mikey, pero alguien quería llegar más temprano de lo usual para encargarse de que todo salga perfecto. — Mitsuya recalcó la palabra "alguien" mientras miraba al jóven Matsuno.
— ¡Guarden silencio animales! — Baji se había mantenido en silencio todo el tiempo, ¿La razón?, No podía colocar la llave en la cerradura de la casa. — ¡Necesito concentrarme para que podamos entrar!
