Aria
Hace ya dos semanas de lo ocurrido con Deiton y desde ese momento no he vuelto a saber de él. He estado llamándolo y enviándole mensajes todos los días, ya debe tener 200 mensajes y llamadas perdidas. No he salido de mi habitación en estas semanas, tan solo para comer algo porque además no me entraba nada en el estómago. Mis padres no han parado de preguntarme cada vez que me sentaba con ellos a comer que si estaba bien, que qué era lo que me pasaba, que si estaba enferma y por eso no tenía hambre, pero no les contestaba a nada tan solo les decía que estaba bien y que no se preocuparan.
Elevo la mirada y veo mi reflejo en el espejo del baño, estoy muy mal, debido a la falta de sueño unas grandes ojeras se dejan ver debajo de mis ojos, los cuales están rojos e hinchados por las tantas horas que me he pasado llorando. Desvío la mirada y salgo del baño, apago la luz y me tiro boca arriba en la cama, miro hacia el techo tal y como he estado haciendo todos estos días y los mismos recuerdos aparecen nuevamente en mi mente.
La primera vez que lo vi en el despacho de mi madre, recuerdo que al principio me cayó fatal, pero luego mientras fuimos conviviendo tanto en el trabajo como en las salidas con los chicos lo fui aceptando cada vez más hasta el punto que me gusto. Los momentos tensos que vivíamos en mi despacho y en el suyo, cuando sentía que el corazón se me iba a salir por la boca en cualquier momento y me perdía en esos ojos azules que tanto me siguen gustando. Cuando estábamos a centímetros de distancia y no sabía si quería besarlo, pero algo dentro de mí siempre supo que si quería hacerlo hasta el día de la fiesta de disfraces donde al fin nos besamos, ese beso nunca se me va a olvidar, eso está claro. Los días que nos besábamos a escondidas en mi despacho y en el suyo para que nadie nos viera. También el día que me dijo que iba a estar conmigo en los momentos malos, que nunca se iba a ir de mi lado. El día en el que se quedó a dormir en mi casa y yo me fui a mitad de noche a su cama, ya que me desperté por culpa de las pesadillas, y al tumbarme en su pecho esa noche pude dormir bien porque me sentía segura teniéndolo a mi lado. Cuando me llevó a la pequeña cala, en la cual me contó lo de sus padres y me dijo que me quería, a lo que yo le exprese mis sentimientos que llevaban ocultos mucho tiempo. En el momento que me llevó a su casa y me sentí realmente especial por el hecho de que era un acto especial para él también llevarme a un sitio tan íntimo como es su casa, luego nos curemos mutuamente las heridas y nos duchemos juntos, que eso también fue un momento muy íntimo para nosotros, el cual marcó un antes y un después en nuestra relación. Luego recuerdo el día de mi cumpleaños, cuando me regaló el colgante, el cual llevo puesto desde ese momento y nunca me lo he quitado.
Como acto reflejo lo cojo con mis manos y lo observo y otra vez vuelvo a sentir las lágrimas deslizándose por mi cara.
Y el momento más especial para mí, el viaje a París, el cual volvería hacer hasta el día en que me muera. Lo pasamos tan bien y fue un viaje de ensueño, gracias a la ciudad y sobre todo por tenerlo a él a mi lado. Recuerdo el sentimiento que sentía cuando me despertaba a media noche y lo veía durmiendo, o cuando le hice las fotos, en las cuales salía realmente sexi y guapo a la vez. El sonido de su risa cuando no quería darme el trozo de carne el día que cenemos fuera. La foto que nos hicimos debajo de la Torre Eiffel dándonos un beso.
Fue perfecto, pero ahora tan solo son recuerdos, nada más, y todo por mi culpa.
Todo esto ha sido porque he vuelto a desconfiar de él como en las otras dos veces que lo hice, no sé porque automáticamente sin esperar a que él se explique desconfío, creo que es porque nunca había sentido lo que he sentido por Deiton con ningún otro chico y me daba miedo que pudiera hacerme daño. En bastantes mensajes que le he estado enviando estas semanas le digo que si decide perdonarme que no volveré a desconfiar de él, que le daré otra oportunidad e intentaré cambiar esa desconfianza que tengo por algo mejor.
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Sensaciones entrelazadas
Ficção AdolescenteUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...