Sparkles in my soul

Que par que somos tú y yo...

Contenido Adulto ⚠🔞  (Capitulo 100% Reylo 🔥🔥)

Ahch-To

Ben y Rey habían pasado los últimos días metidos en una especie de burbuja de ensoñación. Apenas y salían del Halcón para buscar algo con que alimentarse, pues son podían separarse y dejar de amarse. Dos días seguidos llovió fuerte, lo cual nos les permitió salir, entonces se quedaron acurrucados amándose hasta que sus cuerpos les demandaban alimentos.

—Creo que... debemos parar un poco... —había sugerido Rey a Ben uno de esos días cuando estaban tratando de calmar los temblores de su reciente encuentro.

—Ti-tienes... razón —admitió Ben tratando de modular la voz—deberíamos... de hacer otras actividades ¿no crees...?

Y de nada servía aquella sugerencia, pues cuando se bañaban juntos, terminaban acariciándose y regresando a la cama para amarse nuevamente, porque no se atrevían todavía hacerlo en el pequeño cubículo del baño. Otras veces jugaban Dejarik y en medio del juego, salían apresurados a una de las bodegas que estaban cerca, ya que, no les daba tiempo de llegar a la habitación, pues no querían hacerlo en la mesa y que el droide lo sorprendiera.

—N-no p-podemos... profanar la mesa de mi padre... —había dicho Ben, esa vez, en medio de la pasión desbordante que estaban experimentando, en un momento, en el cual estaban en los sillones de la mesa con Rey encima suyo solamente con ropa interior y él sin remera. Estando acalorados, Ben se había levantado con Rey enlazada a su cintura, luego con la poca cordura que le quedaba, había recogido las prendas saliendo en volandas, encontrando cerca, una de las bodegas donde se encerró con ella, para hacerla suya en el frio metal del suelo, en el cual no les importó hacerlo.

Esa misma tarde intentaron jugar Sabacc, pero a mitad del juego, Rey empezó a seducir a Ben, desabrochándose un vestido que se había puesto para estar más cómoda. El muchacho trató de concentrarse, pero al final pudo más el deseo por su ansiosa esposa, asaltándola a besos y desnudándola con premura en unos muebles que Han tenia, en los cuales se sentaba para  beberse sus tragos de Whisky Corelliano. Esa tarde no le dio tiempo de pensar mucho, pues lo único que recordó fue que R2-D2 se había quedado en la cabina de los controles. Terminó haciéndole el amor, repetidas veces en aquel mueble, hasta que el hambre los atacó, teniendo que parar su idilio, pero continuaron en la noche hasta que el sueño y el cansancio los venció.

Al día siguiente, el cielo amaneció menos encapotado, así que, decidieron ir a caminar por la Isla Sagrada, recorriendo algunos acantilados, entonces Rey le mostró el lugar donde Luke le había revelado donde tenía escondida su nave. Saludaron a las Lanai en una de sus caminatas, iban agarrados de la mano, mientras Ben la abrazaba tiernamente atrayéndola a su férreo agarre. A lo lejos vislumbraron la vieja nave de Ben, mejor dicho la de Kylo, entonces él arqueó una ceja divertido, Rey solamente hizo un puchero y el joven la abrazó sin dejar de reír.

Estaban cerca de la aldea Jedi, cuando una tormenta los sorprendió en medio de la caminata. Salieron corriendo hacía la cabaña de Rey completamente empapados, afortunadamente pudieron encender la fogata, luego se despojaron de la ropa y se cubrieron con unas sábanas acurrucados en la cama, mientras la ropa se secaba, quedando solamente en ropa interior, se abrazaron y luego Ben la empezó a besar con ternura. Rey no pudo evitarlo y ella misma se despojó de la ropa interior, dejando a Ben sorprendido.

—Rey... e-estamos... en la Isla Sagrada —susurró con voz gutural cuando ella se puso de pie en frente suyo, totalmente desnuda.

—N-nadie... se dará cuenta... llueve mucho y... —contestó ansiosa.

—Pero... —susurró Ben, luego ella se acercó para ponerle dos dedos en los labios, quien nervioso y excitado los atrapó de inmediato para empezar a succionarlos lentamente, mientras Rey cerraba los ojos mordiéndose los labios. Ben al mirar esa acción la acercó rodeándola por la cintura y la subió encima de su regazo, ella lo rodeó con las piernas. Se besaron con pasión entre caricias y tratando de no gemir, hasta que no pudieron más y terminaron haciendo el amor en aquella cama. Se quedaron dormidos, despertando dos horas después con el estómago que les demandaba comida.