Que jodido final || Zosan (OneShot)

I

⚠️ Este fanfic puede tener palabras o situaciones que causen incomodidad a algunos lectores, por favor tomar en cuenta♥

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Ya paso algún tiempo desde que llegamos a Wano, claro que tú antes que yo... Ya terminó toda la pelea contra Kaido.

Pensé que talvez sería un buen momento para relajarnos un poco y pasar tiempo juntos... pero has estado tan frío últimamente, ya ni siquiera me diriges la palabra y si vienes a buscarme, solo es para satisfacerte.

Quiero hacerte frente, pero simplemente me ignoras.

Una vez más me llamaste a uno de los encuentros nocturnos. Puedo ver que ya estas sentado adentro, pero tienes un aura que grita a los siete vientos "peligro" y "muerte", pero cuando te das cuenta de mi presencia, me miras y parece que te calmas un poco, y yo que aun siento que estoy en zona de guerra solo puedo pronunciar un simple "hey" y entrar con suma cautela al cuarto destrozado.

- ¿Por qué demoraste tanto? - Estas molesto, lo sé... nunca te gustó que llegara tarde a estos encuentros, pero eres tú el que siempre llega tarde a cualquier otro compromiso que tenemos, ya que siempre consigues perderte increíblemente. Pensar en esto no hace más que tranquilizarme y hacerme sonreír un poco, te miro y tú pareces haber bajado un poco la guardia, pero no dejas de mirarme directamente.

- Perdón, tuve que cocinar para unas señoritas, no podía dejarlas pasar hambre. Aparte de que eran muy insistentes con que solo comerían de mi comida- Claro que no es una mentira, sin embargo, hubiera llegado a tiempo si no fuera porque Luffy, Usopp y Chopper decidieron unirse a las bellas doncellas, y no me dejaron ir hasta que estuvieron llenos. – Fue un momento muy placentero, mientras esas bellezas me rodeaban y estrujaban con sus cuerpos (claro que dejando de lado el hecho de que esos 3 también estaban ahí abrazándome) – Al recordar la imagen en mi cabeza, no puedo evitar sonrojarme y sacar un cigarro para agregar un poco más de "sabor" al recuerdo.

-...Así que así fue...- no puedo creer que aún no te des cuenta de la clase de mirada que me tiras encima querido marimo-kun, se siente como si siendo una presa indefensa, me estuviera enfrentado a mi depredador hambriento de hace días. No sé si este cavando mi propia tumba tratando de hacerte irritar, o bueno quizás esto es lo que quiero hacer, y espero que puedas compadecerte de mí, para que mañana aun pueda caminar sin problemas.

Pero de un momento a otro, cambias tu rostro fastidiado a uno dolido. De hecho, si me sorprendí demasiado, tanto que quedé estoico y dejé caer mi cigarrillo, después de todo no es como que tú hicieras esas caras muy seguido, o al menos cuando estas con alguien.

-Oye, pero ¿Qué pasa? - inmediatamente después de que recobro la compostura, me acerco a ti agachándome un poco y acaricio tu rostro con cariño y como si fueras un gato, te vas contra mi mano en busca de más calor- ¿Estas bien? ¿Ocurrió algo? Vamos, respóndeme. Tú no sueles ser así- ahora coloco las dos manos en tu rostro gélido y voy acariciando con cuidado tus orejas y tu cuello y ahí me doy cuenta de que estuviste esperando por mi desde mucho más antes de la hora acordada, y luego tú pones una de tus manos encima de la mía y sigues restregándote contra la mano donde pusiste anteriormente la tuya.

-Cocinero, no te preocupes... es solo que estoy un poco confundido- "¿confundido?" fue lo primero que paso por mi cabeza, ya que tú no sueles darles muchas vueltas a los problemas, ¿Qué es lo que te tiene tan mal? - Y creo que ya te diste cuenta que estoy un poco congelado, así que caliéntame un poco ¿no? - al decir la última palabra te volteas a mirarme con un rostro tan cariñoso, que me pones tan nervioso y avergonzado, pero viendo que tus manos empiezan a subir por mis piernas hasta mi cintura y que tu rostro se va acercando al mío, no puedo hacer nada más que dejarme llevar de nuevo por tu cuerpo y tu mirada tan seductora.