Capitulo 15: Una nueva vida

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-Oh, no es tan malo. ¿Ves?, te dije que podía manejarlo- le dije con aire de suficiencia mientras respiraba a través de las primeras contracciones.

-No estoy tratando de asustarte o cualquier cosa, pero creo que tenemos un largo camino por recorrer- dijo Shiki suavemente.

-Tengo esto- le dije con confianza, debería haber sabido que el tenía razón, Shiki siempre tenía razón-¡Mierdaaaa! Ese dolor- le dije una hora más tarde. Las contracciones definitivamente no se sentían como los dolores menstruales, eran un infierno mucho peor.

Su cara decía que estaba cagado de miedo, estaba fija en una determinada máscara dura, estaba concentrado en la tarea, y él no iba a dejar que sus miedos se interpusieran en el camino de lo que tenía que hacer. Estaba tan preparado como podía estar con nuestros recursos limitados en la isla, tenía la navaja suiza del ejército, la cual esterilizó antes y él estaba sobre una de mis mantas hechas a mano.

-¿Por qué no tratas de hacerlo en el agua?- sugirió tras otra contracción increíblemente intensa que me hizo gritar una sarta de blasfemias.

Decidimos que lo mejor sería quedarnos en el lago mientras el bebé estuviera naciendo, de esa manera tendríamos el agua cerca cuando la necesitáramos.

-¿Crees que podría ayudar?-le pregunté con desesperación.

-No lo sé, pruébalo.

-¡Vente conmigo!-le ordené.

-Esta bien.

Nos metimos en el agua, pero nos aseguramos de permanecer en la zona poco profunda, y por suerte, eso realmente me ayudó. El dolor seguía allí, pero no llegaba al límite, cosa buena para que yo pudiera descansar entre las contracciones. Shiki me sostuvo mientras yo me apoyaba en él para ayudarme, pero cuanto más tiempo duraba el dolor, menos capaz era de mantener el control de mis emociones.

-¿Por qué me hiciste esto a mí?- le grité de manera irracional. Yo no podía pensar con claridad y todo mi cuerpo se sentía como si estuviera siendo destrozado desde adentro hacia afuera.

-Oww, estás rompiendo mi mano- dijo Shiki en voz baja mientras yo apretaba su mano. Pero yo no sentía el hacerle daño, si yo estaba sintiendo dolor, él debía sentirlo también.

Durante mis delirios inducidos por el dolor estuve enfadada con todo el mundo. Odiaba a Shiki por haberme embarazado, y me hubiera gustado más que cualquier otra cosa que esa estúpida serpiente me hubiera matado. Pero esos sentimientos no duraron mucho, ya que un sentimiento aún mayor me consumió...

-Esta bien, creo que estás casi lista para empujar- dijo mucho más calmado de lo que yo esperaba que estuviera. Él me ayudó a salir del agua para llegar a una mejor posición para el parto, pero el dolor sólo se intensificó- Cuando tengas ganas de empujar, sigue adelante y empuja.

-No, no puedo- dije débilmente, sintiéndome completamente derrotada.

-¡Rebecca, tú puedes! Tú eres mucho más fuerte de lo que crees que eres. Puedes hacer esto....tienes que hacerlo.

-Realmente no puedo-exclamé.

-¡Piensa en el bebé, hazlo por él!- dijo Shiki con severidad. Era un tono que rara vez utilizaba, pero fue sin duda uno que exigía obediencia, eso era exactamente lo que tenía que hacer en ese momento. Tenía que hacer lo que él me decía, tenía que conseguir asentarme y recordar por qué estaba pasando por todo ese dolor. Yo estaba trayendo a nuestro bebé al mundo, y no podía dejar de sentir lástima por mí misma. Nuestro bebé me necesitaba y yo no le fallaría.

-Tengo que empujar ahora- dije tratando de controlarme.

-Esta bien. Rebecca, mírame- dijo rápidamente- Yo estoy aquí. No voy a dejar que te pase nada, ¿de acuerdo?

Edens Tail en el Lago de cristal [Adaptacion de la adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora