3. Un dragón en Beacon Hills

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Luego de presentarse, comenzó un intercambio de información entre los tres, donde se buscaba solucionar las inquietudes y saciar la curiosidad de los demás. La conversación duró por más de una hora, y cuando parecía que por el momento ya no tenían más preguntas respecto a los otros, Stiles y Deaton se despidieron de Newt para poder dejarlo descansar e informarle todo lo que aprendieron de él a los miembros de la manada.

—Antes de que se vayan, quisiera saber qué planean hacer conmigo. Soy consciente de mi invasión al territorio de su manada, de lobos.— al decir esto último arrugó la nariz con algo de disgusto por el olor de la manada esparcido por toda la veterinaria, haciendo reír un poco a Stiles.

—No estoy seguro. Eso es algo que aún tenemos que decidir como manada. Pero por ahora debes quedarte aquí en la veterinaria con Deaton y tratar de no causar problemas, así confiarán en ti y verán que no eres malo.— dijo Stiles son una sonrisa amable. El rubio se quedó en silencio un momento antes de volver a hablar.

—¿Puedo tener un poco de agua?— preguntó el menor— Tengo un poco de sed.

—Claro, ahora vengo.— dijo el castaño, saliendo de la habitación, dejando a solas al druida y al muchacho rubio, que se quedaron en silencio por unos segundos.

—Señor.— habló el menor, llamando la atención del druida— ¿Usted sabe si...?— se detuvo y tomó un poco de aire antes de continuar— ¿Usted sabe si aún existe un valle de árboles rojos, con un gran estanque? ¿Los dragones siguen reuniéndose ahí?— preguntó con desesperación y esperanza en sus ojos, lo que le dio algo de lástima al druida.

—Me temo que no conozco un valle con esas características.— suspiró lentamente para acercarse y verlo a los ojos con algo de pesar y compasión— Y lo siento, pero...— hizo una breve pausa antes de revelarle la terrible verdad— Los últimos dragones se extinguieron hace más de dos siglos.— Newt asintió aceptando esta nueva información, sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas justo cuando Stiles volvía con un vaso de agua en las manos. Se acercó al rubio y le dio de beber, tomando éste toda el agua, quien le agradeció con una suave sonrisa y entonces volteó el rostro hacia la pared soltando un suspiro, comenzando a llorar nuevamente.

—¿Qué le dijiste?— le susurró al druida mirándole un poco mal, pero al ser ignorado lo dejó pasar.

—Gracias por hablar con nosotros, Newt.— habló el mayor mirando al rubio, que no contestó.

—Volveremos cuando hayamos tomado una decisión como manada. Por ahora intenta descansar.— le habló Stiles esta vez, a lo que Newt asintió sin voltear a verlos, y ellos sin más abandonaron la habitación dejando la luz encendida y la puerta entreabierta antes de salir.

Juntos llegaron con la manada que los había estado esperando para oír noticias sobre su nuevo invitado.

—¿Cómo les fue?— preguntó Lydia cuando los vio llegar a la sala clínica donde todos estaban reunidos.

—Bueno, para empezar Deaton tenía razón, nuestro chico allá atrás sí es un dragón.— dijo Stiles, a lo que todos se miran entre ellos para luego ver al humano y al druida.

—¿Qué más les dijo?— preguntó Scott.

—Pues algunas cosas sobre él, como su nombre. Se llama Newt, y viene de una aldea en la que vive una manada de dragones, la manada Griffith.— contó el castaño a la manada que mostraba gran interés en lo que decía, pero entonces lo vieron ponerse serio— Pero hay un problema.

—¿Cuál?— preguntó Isaac acercándose.

—Al parecer Newt padece de una ligera amnesia.— comenzó diciendo el druida— Sabe quién es, de dónde viene y detalles de su vida, pero los últimos recuerdos que tiene de ella es de él y uno de sus amigos, Thomas lo llamó, en un templo, con su amigo llorando sobre él.— contó— Luego de eso hay un gran vacío en su memoria, y lo próximo que sabe es que ve a Stiles en el bosque y fue golpeado en el rostro, y termina con él en la veterinaria asustado y sin saber dónde se encuentra.

STORIES OF FIRE, WOLVES AND PACKS (PARTE 1 y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora