Mi nombre es Enrick. Desde pequeño siempre he sido un chico muy ambicioso... He sido sumamente ambicioso, tanto que un día estaba en casa y vi por casualidad un documental sobre personas super inteligentes. Todas me parecieron super interesantes... Entonces aquella noche decidí investigar más sobre ellas. Oh sí, oh sí, descubrí entonces un pequeño y un tanto obscuro rasgo de mi persona que jamás iba a imaginar que tenía...Yo deseaba y estaba completamente atraído sexualmente por las personas sumamente inteligentes y sabias.Hice entonces todo lo que pude para instruirme de profesor en una escuela de superdotados. Necesitaba rodearme de aquella gente tan guapa, sensual y atractiva. Ni siquiera sentí que tuviera que contraer matrimonio ni pareja en el futuro, me bastaba con estar rodeado de mentes maravillosas en el día a día para ser sumamente feliz.Por si os lo preguntáis, yo también poseía una alta inteligencia, pero... Bueno era de 130. ¿Os imagináis lo que era adentrarse al mundo de la superdotación siendo el más estúpido de entre ellos? UN AUTÉNTICO PARAÍSO. Para mí todos mis chicos eran realmente hermosos a nivel intelectual. Todos podían enseñarme muchísimas cosas y su intelecto me servía de apoyo, mientras yo les daba todo mi amor y protección a nivel social y emocional, ya que entendía sus problemas como humanos a nivel de experiencia.Un día vino un chico de unos 18 años llamado Hubert a mi escuela. El pobre chico era también un genio estúpido como yo. Era sumamente tierno y reservado. Le pasé un test de cociente intelectual y me sacó una cifra de 137. El pobre dijo que se sentía una mierda, que él quería ser un genio. Él evidentemente no era un excremento y su inteligencia era básicamente preciosa e infinita. Yo sencillamente le expliqué que para mí la inteligencia era mucho más que una cifra y que él podría ser un genio si lo deseaba y se esforzaba en serlo. Podría incluso inflar su cifra... También le añadí este mensaje a lo que le dije...
-Nunca olvides Hubert, que la inteligencia es algo más abstracto de lo que parece y que es tan valiosa por sí misma, que un poquito de ella, puede traer verdaderas maravillas a tú vida - le dije.
<<A mí por ejemplo mi intelecto me llevo a estar rodeado de hermosos muchachos cómo tú.>>
Estábamos a solas en una enorme e inmensa aula. La escuela era sencillamente maravillosa a nivel estético. Era como un palacio que recordaba a las bibliotecas medievales. Como es obvio, todas las aulas eran bastante fieles a la esencia del conjunto entero de la escuela. Hubert estaba sentado en su pupitre con mucha ansia y tristeza. Me acerqué a él y le entregué una hoja con unos acertijos después de haberle quitado de en medio el test de inteligencia. El chico estaba completamente cabizbajo, no se molestó en moverse ni un poco. Cogí el test de mi escritorio, me acerqué a él agachándome y se lo puse delante de sus narices.
-Hubert, mira hacia acá ahora mismo.- le dije -Él me obedeció y con sus ojos casi echando lágrimas. Rompí el papelucho.-Este test es una mierda.
En seguida lo tiré al suelo, me acerqué a él y le acaricié su cabecita. - Pero esto de aquí arriba no lo es, Hubert. Le besé la coronilla. El chico me miró con cara de extrañado.
- Solo te voy a pedir que averigües la solución a este acertijo.- continué hablando. -Si encuentras la solución, haré que tengas los mejores recuerdos de haber estado en esta escuela... Me encargaré de hacer que saques lo mejor de tu interesante intelecto y que te encuentres a gustísimo con él.
-¿Y si no encuentro la solución? Me acerqué a su oreja y le susurré:- Que serás un estúpido... Un estúpido superdotado con mente brillante... Me alejé de donde se encontraba Hubert. Me senté en mi escritorio y disfruté una vez más la experiencia de ver a alguien inteligente mordiendo su lápiz elegantemente mientras de su mentecita juguetona brotaban las más bellas ramas de información y se conectaban formando un árbol hermoso.
El acertijo era: "Se dice que en esencia es la cara opuesta del gran guardián de la humanidad. Es opuesto a ese guardián, pero en calidad laboral se llevaría el mismo puesto. Su existencia es tan vital e importante, que es capaz de darle un sentido y responder a preguntas sobre el misterio jamás explicado por la humanidad".
Llevaba ya un minuto observándolo y me extrañaba que Hubert no hubiera hallado respuesta. Me acerqué oliendo lo que le podía estar sucediendo.
-Hubert, ¿tú mente va a mil por hora verdad?Hubert me miró triste
.- Mi mente es tan tonta que no es capaz de descifrarse a sí misma.
- Hubert, lo que sufres es de sobreinformación seguro, es algo normal y corriente en personas superdotadas.
- Que horror...no puedo confiar en mi intelecto. Lo siento, tengo la mente quebrada.
Hubert me dio el papel mientras me lo decía.- Tú no necesitas solamente conectar neuronas de raciocinio lógico para averiguar la respuesta a este acertijo, pequeño, es por eso que tu intelecto se está volviendo en tu contra. Ven, averigua de qué va conmigo.
Le devolví el papel y en seguida lo abracé por detrás mientras miraba a su papel y a sus hermosas manos
- Hueles muy bien adorable genio.
- Muchas gracias.
-¿Por qué no me lees la primera frase?
-Em...- el chico se notaba incómodo, confuso y casi desconcentrado
-Eh pues.... Aquí el acertijo me comenta que se dice que es lo opuesto al gran guardián de la humanidad... Pero es que hay muchísimas cosas que protegen al ser humano y que lo han llevado a salvarse de la muerte. Tengo miedo...de...
ESTÁS LEYENDO
SAPIOPHILIA (R-18)
RomansaEnrick, tras descubrir un fetiche latente en su interior, decide fundar una escuela. En la institución, tanto el profesor encargado como los alumnos no solo se dedican a intelectualizar si no también a tener juegos sexuales, donde la inteligencia es...